martes, 17 de junio de 2008

UN CACEROLAZO POR DENTRO: ¿ESPÍRITU DE ÉPOCA?

El periodista Gerardo Fernández escribió en su blog tirando al medio una imperdible radiografía del último cacerolazo en el barrio de Belgrano, ciudad autónoma de Buenos Aires:
Hoy Belgrano movió, y mucho. En Cabildo y Juramento la gente linda se hizo presente con la misma decisión que en diciembre del 2001. Las mismas caras, las mismas poses, los mismos perfumes, las mismas dentaduras, los mismos claritos, las misma ropa cara y el mismo frenesí por la platita. En aquél diciembre eran los ahorros acorralados, ahora es la renta del kempo.
Hay una barrita de chicos tipo hinchada de Rugby del Belgrano Athletic Club que comanda el fervor plástico. Y cuando se enciende la cámara de Crónica o América es como que la masa rubia se pega un nariguetín y saca esas fuerzas que sólo la TV en vivo es capaz de desencadenar. El pogo se torna histérico y se suceden los cantos:
“Se va a acabar la dictadura de los K”
“Que se vayan todos”
“Queremos dialogar”
“D’Elía hijo de puta, la puta que te parió”
“Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver
esto no es un gobierno es una puta de cabaret”
“Yo no la voté”
Y luego entonan el himno, gritando desaforadamente “Oh juremos con gloria morir”.
De pronto desde el centro del teflonazo sale un señor sesentón vestido de estanciero bien pero bien aristocrático. Chambergo, botas, Bombacha, facón caro y pañuelito. Toda una coronación para las señoras rubias que comienzan a corear “Alfredo, Alfredo”.
De pronto un desbande y la gente sale como disparada para el lado de Vuelta de Obligado: Dos veinteañeros pasan a mi lado gritando “La hija de puta de Cecilia Pando vino a meterse justo acá que estamos por la democracia”...Entrecierro los ojos y trato de clarificar el bocho pero no, no soy yo. Lo que escuché es tal cuál. Tal cual de raro ¿no?
Sobre una vidriera rodean a dos o tres personas. Intento ver si efectivamente está la Pando ¡para verla en carne y hueso!!! Pero no, ya no está. Solo han quedado un par de señores que aparentemente estaban con ella y uno recibe un tremendo empellón de un sacado que le espeta: “Zurdo”...Una mina lo separa del tumulto y el empujado rojo de furia le dice:-“Justo a mí me viene a decir zurdo ese idiota?” El tipo no está ofendido por el empujón y la patoteada, ¡Está al borde del ataque de nervios porque lo trataron de zurdo!
!Y ahí me encuentro con Alejandro, un luchador de Saavedra. Nos miramos cómplices y nos ponemos a conversar un rato. Alejandro labura con los cartoneros y fue ese flaco de lentes que todos vimos como se lo llevaba la cana de prepo cuando Macri dio la orden de liberar la zona de la estación Belgrano C donde habían acampado los cartoneros.
Vuelvo al centro del teflonazo para ver bien de cerca el fenómeno: Muchas familias. Cualquiera que agarres te sirve para una publicidad de gente linda en un 0 Km. El look es el de las revistas. Hoy Belgrano ha movido. Ha dicho “acá estoy”. Camino entre la gente y pienso que en realidad, visto desde algún lugar, el núcleo duro –que serán unas 500 personas- más otro tanto que campanea desde las veredas y aledaños, quizá no sea tan representativo de un padrón como el porteño donde de cada diez votos Cristina sacó sólo dos. Quiero pensar, para no deprimirme demasiado, que no es tanta la gente, al fin y al cabo. Pero Cabildo y Juramento está lleno. Decido marcharme porque calculo que no da para más, en una tele de una confitería veo una toma del obelisco con mucha gente y a la líder de la Colisión Cívica.
Camino cabizbajo pensando en el cantito:“Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver esto no es un gobierno es una puta de cabaret” Y vuelvo a sentir la quebradura del contrato democrático. Esta gente no estuvo ni está dispuesta a aceptar un resultado electoral que no la favorezca. Para ellos la democracia vale si los que gobiernan son ellos. Y su vínculo con el kempo es total. Hay estudiantes, hay gente que tiene arrendado su campito y vive de rentas en la zona cara de la capital. Pero por sobre todo hay una hegemonía muy sólida de la Sociedad Rural. Y esta gente quiere parecerse, quiere acercarse al campo. La típica tilinguería que se desvive por que sus hijos se pongan de novios con estudiantes de veterinaria que vienen de Pergamino.
Belgrano se hizo sentir en todo se esplendor.
¿Buena crónica no? Todo este mundillo cacerolero y clima destituyente (queda mejor que decir golpista) me llevó a recordar un post mío de octubre del año 2007 escrito mientras se realizaba el Mundial de Rugby y referido al sustrato ideológico alrededor de la épica Puma. Allí remitía a una inspiradísima nota de Mario Wainfeld que terminaba así:
"... las tendencias y los climas de época tienen su lógica. Llega el momento de que “otra gente” gobierne, con otros modales, otras calidades... es posible que en las próximas elecciones haya algún clivaje entre el voto de los sectores populares vs. los medios y los medios-altos. Si así sucediera, la remisión al espíritu del rugby, a la existencia de grupos de élite que portan valores superiores a la plebe, retornará (valga el modismo) por sus fueros.
¿Son tan distantes los intereses reales entre las clases populares y las medias en la Argentina? Para nada, pero éstas persisten en su clásica propensión a mimetizarse con los de arriba, embellecerlos, ennoblecerlos. Medio pelo lo llamaba un tal Jauretche que, creo, era medio scrum de los Nac&Pop".

Me acuerdo que por esa época discutía con algunos amigos subidos al exitismo Puma: me decían que exageraba... que era un deporte... que no existía ese clima. MINGA que no existía: "el espíritu de época" lo están tratando de imponer hace bastante... NO ESTALLÓ AHORA EN BELGRANO Y RECOLETA...



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