Hace pocos días salió a la venta el libro cuya tapa ilustra este post. Se trata del nuevo libro del periodista Edi Zunino, actual director de la revista "Noticias" de editorial Perfil.
El libro tiene el indudable "gancho" de dedicarle un capítulo a cada uno de los periodistas y empresarios de medios más importantes de la Argentina, lo cual le garantiza difusión y buenas ventas.
Pero, además, en el medio de los Lanata, Tinelli, Gvirtz, Majul, etc., tiene la particularidad de dedicarle un capítulo a la rica historia de los blogueros nac & pop bajo el título de Guerrillas 2.0, supongo que para hacer honor al título de "Periodistas en el Barro".
En fin, cualquiera fuese su motivación, Zunino logró sorprenderme al basar este capítulo sobre los blogueros en mi libro "Destripando lo Sagrado", lo cual reconoce expresamente en el texto y en la cita bibliográfica:
Reconoce también la importante y única guía de blogs existente de mi amigo Ricardo Tasquer:
Así, entre las páginas 268 a 274 realiza un resumen de parte de mi libro con algunas opiniones personales de Zunino que intercalan su relato pero que no alteran lo esencial de la historia de los blogueros que relato en mi libro:
Completa el capítulo una entrevista "polémica" a mi amigo Lucas Carrasco y una cita del Epílogo de mi libro:
En líneas generales, a pesar de no coincidir en algunas posturas de Zunino, rescato como positivo el capítulo de su libro porque intenta ajustarse a la verdadera historia de los blogueros. Contiene también algunas chapucerías (no creo que exista mala intención) como la que señala mi amigo
Gerardo Fernández en su blog y otra en la página 277 in fine, adonde adjudica a
Anibal Fernández (a quien tilda de inefable) palabras que en realidad pertenecen a
Gerardo Fernández (y que reproduzco en la página 116 de mi libro).
Sacando eso, elijo ser "positivo" y quedarme con esta opinión de Edi Zunino que comparto plenamente:
¡Lo bueno es que ya no lo decimos solamente los blogueros! ¡La historia no podrá obviar la importancia de la irrupción blogueril en el triunfo cultural!
En cuanto al resto del libro, confieso que empecé a leerlo ayer y que sólo pude terminar los capítulos de Daniel Hadad, Verbitsky y Gvirtz, que me permiten sacar algunas conclusiones:
1) El libro es ágil, interesante y entretenido. Es, en ese sentido, muy profesional.
2) Obviamente no es "periodismo independiente": tiene claras simpatías y antipatías ideológicas y posicionamientos interesados. Me explico: quizás sea, de los que leí, el capítulo dedicado a Verbitsky el que más intenta guardar equidistancia, buscar una mirada lo más objetiva posible. Eso no se consigue con Hadad ni con Gvirtz: con Gvirtz privilegia la dureza y el ataque personal, con Hadad se tiene una mirada comprensiva y hasta cómplice sin atacar ninguno de sus puntos oscuros.
3) Pero, aún sin haber leído el libro completo, el mismo adolece de un pecado original ya desde su tapa: ¿Dónde está Fontevecchia? Al no atreverse a poner "en el barro" a su jefe, sin duda un auténtico protagonista de su subtítulo de tapa: "Miserias y razones de la guerra mediática en la Argentina reciente", su historia y su análisis "independiente" se deslegitima. Zunino termina mostrando su costado de periodista militante (de su empresa Perfil, obvio).