lunes, 26 de noviembre de 2012

EL FALLO GRIESA: CUANDO UNA VENDETTA SE TORNA PELIGROSA


Está claro que el ejemplo argentino resulta intolerable para el poder financiero internacional: que nuestro país haya logrado desendeudarse, crecer durante una década y despedir al F.M.I., genera la tentación del escarmiento para evitar que el mal ejemplo cunda. Sobre todo en la actualidad de países como España, Grecia, Italia o Portugal, por ejemplo.
Sin embargo, como lo sabe de sobra cualquier Capo Mafia, ninguna venganza es gratuita. Eso parece decir, casi con pesar, el Financial Times:
"El diario británico advierte que este fallo puede generar nocivos afectos a nivel global. Si bien descarta como una “tontería” la afirmación de que se trata de “colonialismo legal”, sostiene que tiene “problemáticas” implicancias para el mercado de deuda internacional, ya que todavía hay muchos países que emitieron deuda sin las citadas cláusulas de acción colectiva (CACs).
“Si el fallo de Griesa sienta un precedente, un simple tenedor de bonos está en condiciones de excluir a un país deudor de manera indefinida del mercador internacional”, advierte el editorial.
“Atrapar a países en deudas impagables es peligroso”, agrega y señala que si bien la norma es que los países honren sus deudas, construir mecanismos para reestructuraciones ordenadas de deudas soberanas es esencial para las excepciones. “Al igual que en las quiebras individuales y de las corporaciones, sólo se consigue destruir valor si se mantiene la deudor en un limbo interminable”, agrega.
Señala sin embargo que por ahora no se ve en el horizonte que se sancione un régimen para las quiebras soberanas. De manera que la inclusión de cláusulas de acción colectiva se han convertido en el estándar en todas las reestructuraciones de deuda como quedó en evidencia en las que está instrumentando la Unión Europea.
Y concluye que por sus implicancias globales, este caso debería ser resuelto de manera “urgente” por la Corte Suprema de Estados Unidos"
Nada más cierto. Griesa (que se dio al placer del discreto encanto de la venganza) termina generando con su fallo más problemas a los acreedores que al país deudor. Y no hablo sólo del 93 % de acreedores que entró al canje argentino, sino también de los que aspiran a cobrar algo a los estados español o griego, por ejemplo.
Y es que en términos estrictamente jurídicos, el fallo de Griesa es una aberración. Como bien lo afirma el Financial Times existe actualmente una laguna en el derecho internacional acerca de cómo debe procederse ante la quiebra de estados soberanos. Sin embargo, cualquier código civil del derecho comparado internacional (incluido el nuestro en su artículo 16) contiene un artículo acerca de cómo deben llenarse esas lagunas del derecho: acudiendo a leyes análogas y a los principios generales del derecho, teniendo en consideración las circunstancias del caso. (es raro que nadie hiciera este sencillo análisis jurídico que espero se vuelque en la apelación argentina).
La ley análoga, sin duda, es la que rige las quiebras de personas jurídicas: el fallo Griesa en este punto no resiste el menor análisis: los acreedores buitres deberían, en el mejor de los casos, ponerse a la cola y no ser tratados como acreedores privilegiados.
En cuanto a los principios generales del derecho: el fallo Griesa es manifiestamente violatorio de la equidad y la igualdad con los acreedores que ingresaron al canje (93 %).
Argentina tiene un sólo camino: apelar y negarse a cumplir ni una sola coma de ese fallo aberrante y vengativo.
Si algo demostró el "caso del default argentino" es el poder del país deudor y que hay vida sin tener acceso a los mercados.

lunes, 19 de noviembre de 2012

EL GRAN NEGOCIO (POLÍTICO) DE LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA 2


Para resumir la España de hoy quizás basten dos frases de la semana pasada. Una del "estadista" presidente Rajoy: "No tiene sentido ser optimista" y la otra del rey Juan Carlos: "Europa mira con envidia a América Latina"

En ese contexto, Fibrilatus nos deja su segunda entrega sobre el conflicto por la independencia de Cataluña.

Capítulo 2: El Presidente Rajoy y el resto de España         
Hemos analizado en el Capítulo 1 al Presidente catalán Artur Mas. En este post-continuación pasaremos a analizar la respuesta articulada por el Presidente del Gobierno de España Mariano Rajoy, así como la actitud y expectativa política del resto de España respecto al envite secesionista.
La respuesta parte del resultado de la entrevista que ambos sostuvieron con respecto al Pacto Fiscal. Se despachó tan importante asunto en menos de 2 horas. La respuesta es sencilla: ambos lograron lo que querían. Rajoy no quiso dar ninguna salida a Mas y éste no quería que le dieran ninguna tampoco. El PP desde que accedió al gobierno con mayoría absoluta y en el contexto de crisis económica, ha dado rienda suelta a su tardofranquismo en lo económico con su política ultraliberal, en la organización territorial del Estado (con la excusa de la crisis, se recorta todo lo posible las autonomías para lograr la mayor centralización que se pueda. En el imaginario del PP el centralismo va mucho más allá del más puro jacobino: Madrid debe ser como París y España como Francia) y, en los derechos civiles, atacando todo lo posible los derechos consolidados del aborto, de los homosexuales, etc.. etc… Así pues, su réplica ha sido:
.- El “escudo jurídico”: evidentemente de gran importancia formal pero de muy bajo vuelo político y de valor relativo. Que si la independencia es anticonstitucional (una Constitución que el partido originario del PP, Alianza Popular, votó en contra), que si no respeta la legalidad vigente, etc., es por todos sabido. No le costó más de 48 horas modificar la Constitución con Zapatero para hacer constitucional el déficit cero.
.- El “discurso del miedo”: miles de desgracia caerán sobre la Catalunya independiente. Fuera de la UE, gran deuda pública, mínima financiación, pérdida de mercados, no podrán pagar las jubilaciones, etc… Evidentemente, esto debe ser considerado. Sin embargo, tampoco resulta desmovilizador del nacionalismo. Nadie deja de ser hincha de un equipo de fútbol por perder la categoría o perder una final. No está claro que la UE no desee a Catalunya (un Estado desarrollado, exportador, sede de múltiples multinacionales, que da a Europa más fondos de los que recibe). Globalmente, Catalunya no está peor que España. Así pues, es un discurso de corto recorrido. Puede calar en ciertos sectores, “temerosos de Dios”.
.- El “discurso sentimental”: un fracaso total. Si nos movemos en el ámbito de los sentimientos que es el mayor componente de la propuesta de Mas, la respuesta de Rajoy y del PP ha sido incorrecta, franquista y contraproducente. Si Mas se ha envuelto en la bandera catalana, Rajoy lo ha hecho en la española. Esto le dará réditos a nivel de España (un interés nada desdeñable del PP que cae en las encuestas), pero es contraproducente en Catalunya. El Ministro de Educación Wert suelta lo de “españolizar a los catalanes” (¿es que no son españoles?), nadie olvida la recogida de firmas del PP en 2005 contra el Estatuto de Catalunya (votado en Parlamento catalán, aprobado por las Cortes españolas y ratificado en referéndum) ni el boicot que organizó contra el cava catalán, sector que apenas se ha recuperado ahora (¿se imaginan lo “patriótico” que quedaría que alguien llamase al boicot del vino de Mendoza y recomiende comprar vino chileno?). Últimamente ha llamado al sentimiento español de los emigrados a Catalunya. Pero resulta que hace más de 40 años que no hay migraciones internas de importancia en España. Apelar al extremeño o al andaluz que vino a Catalunya hace 40-50 años no tiene valor alguno: todos se consideran acogidos por Catalunya y son ¡sus nietos! los que estaban en la manifestación independentista.
          Con estas armas la respuesta de Rajoy no puede ser contundente. No puede ofrecer un discurso pacificador ni creíble cuando viene desde un partido que ha cultivado el anticatalanismo barato y tópico, que no tiene interés en el pluralismo ni en reconocer derechos nacionales, cuando considera a España como algo único y monolítico y cuando ha decidido envolverse en la bandera española representando a otro nacionalismo más.
Tampoco puede ofrecer un discurso diferenciador con Mas en lo económico y social: son idénticos. Catalunya fue el laboratorio de los recortes y medidas antisociales elaborado por Mas y avalado por el PP catalán, y el partido de Mas avaló en el parlamento español las medidas de Rajoy. También comparten ambos su interés en hundir al PSOE haciéndolo entrar en la disputa, estando en estos momentos con crisis electoral profunda, crisis programática y de liderazgo (es de gran interés para Mas pero es un gran error estratégico de Rajoy: debería haberse enfrentado a Mas con un consenso con el otro gran partido de ámbito nacional. Pero ha optado por el cortoplacismo político y el interés partidista).
Mas le lleva una ventaja importante: cuando afirma que “Rajoy no entiende nada de lo que está pasando en Catalunya”. Perfectamente de acuerdo. No ha “leído” el conflicto que existe, de la misma forma que un entrenador de fútbol no “lee” el partido y no puede acertar con la táctica ni con los cambios. También es una ventaja de Mas cuando afirma: “El proyecto que tenemos puede ser un camino duro y largo, pero tenemos un proyecto. España no tiene proyecto de país”. Toda la razón del mundo. Rajoy y el PP, más de lo dicho hasta ahora (neoliberalismo económico, regresión autonómica y desmontaje de los derecho civiles y laborales) no ofrece nada a España y, mucho menos, a Catalunya. Ni siquiera ha tenido la cintura política de, por ejemplo, adelantar la discusión de la financiación autonómica y reorganizar el sistema para que “Catalunya tenga cabida justa en España”. Podría haber desmovilizado así a Mas. Pero no ha querido. Así pués, Rajoy sólo logrará 4 cosas: ganar algún voto más en Catalunya, ser el “patriota español” para los españoles ya convencidos , hundir y ningunear más al PSOE y ¡agigantar al separatismo!.
            ¿Y el resto de España?. Tampoco puede escapar del interés personal de los líderes, de las propias regiones y del cortoplacismo y partidismo político. Andalucía y Extremadura, las regiones más beneficiadas del actual sistema de financiación (las más pobres y las que más reciben de la “solidaridad interterritorial”, pero también las menos industrializadas, las más caciquiles, las reinas del latifundio y las que a pesar de las subvenciones no han sido capaces de salir del subdesarrollo relativo y no han sabido redistribuir las rentas ni las tierras) ponen el grito en el cielo. Con el Presidente andaluz del PSOE sabedor que es la comunidad con mayor población de España y con ambiciones de quitarle la silla a Rubalcaba en su partido a la cabeza de del griterío. Madrid, Valencia y Baleares, también donadoras netas de fondos (aunque no salen tan perjudicadas como Catalunya) y a pesar de estar en manos del PP ya se quejan del actual modelo de financiación ( a pesar de que son del PP, que son “españolas” al 100% y que carecen de “nacionalismo propio”) dejando traslucir el verdadero problema de fondo.
El País Vasco por su parte se encuentra al acecho: gobernado por el PNV (partido nacionalista no soberanista, pero muy presionado por Bildu que sí lo es), sin los problemas de la financiación autonómica no descarta pescar en el río revuelto. Con una salvedad importantísima: el País Vasco tiene una reivindicación territorial que es una bomba retardada: reclamará la Comunidad de Navarra y el País Vasco francés. ¡No sólo será un problema para España y para otra comunidad autónoma sino también para Francia!. Esta interesante y catastrófica deriva puede surgir del envite catalán. De lo que queda del territorio por PIB, población y peso político ni pincha ni corta. Ni siquiera Galicia, feudo del PP, tiene reivindicación ni peso nacionalista para inquietar.
                  Con este tablero las tablas en la partida tan avanzada ya son difíciles. Sólo cabe una salida política que permita a Rajoy y a Mas salvar la cara y decir que “hemos ganado ambos”. Artur Mas ya poco puede hacer porque ya es rehén de su propuesta y su jugada. Rajoy tiene la opción de salvar al país consensuando con el PSOE una salida que satisfaga en algo la economía y el sentimiento catalán con una profundización importante del modelo federal, con los cambios constitucionales y legales pertinentes para ello,  que logre una integración más harmónica para Catalunya en España y una integración territorial plural en España. Con ello Rajoy podrá decir que ha salvado la unidad de España y Mas podrá decir que Catalunya ha logrado objetivos importantes. Pero para eso hace falta cintura política, comprender la esencia del conflicto, buscar el consenso nacional e interpartidista, es decir, tener la altura de Estadista. Si Rajoy no da la talla, la independencia de Catalunya será un hecho y, como consecuencia, la tensión separatista se transmitirá al resto de España.

Fibrilatus.
España.

viernes, 16 de noviembre de 2012

QUÉ CAMBIÓ CON EL 8N



Mi amigo Horacio Elsinger analiza el 8N en su blog:

¿En el 8N no pasó nada y todo sigue igual porque la multitud que ganó la calle no tiene una dirección u organización política que canalice sus demandas como opinan muchos? O, por el contrario, las fuerzas de la oposición han obtenido un logro, ya que en menos de un año, luego de sufrir una aplastante derrota, como recordábamos al comienzo de este artículo, consiguieron movilizarse y protagonizar un hecho político de impacto.Negar el logro obtenido por la oposición es un error de la misma gravedad que sobreestimarlo. Que el conjunto de las fuerzas opositoras hayan ganado, por un momento, el centro del ring no supone de ningún modo que el gobierno haya quedado entre las cuerdas ni mucho menos, pero la movilización ha planteado un cuestionamiento y un desafío que tiene necesariamente sus efectos políticos. Tomemos un solo ejemplo. Es indudable que después del 8N la posibilidad de reformar la Constitución y habilitar la posibilidad que Cristina Kirchner sea reelegida por tercera vez, en caso que ella aparezca como la única garantía de darle continuidad al proceso de transformación en marcha, ha quedado, si no clausurada, por menos notablemente reducida.
La lección del 2008:
Con respecto al impacto de la movilización de los sectores medios y altos sobre el conjunto de la sociedad es sin duda de gran utilidad las enseñanzas que nos deja el conflicto de 2008 entre el gobierno y el campo. Si bien es cierto que era otro en ese momento el escenario económico y social también lo es que la composición social y política de la primera concentración multitudinaria que lograron los simpatizantes del campo en Rosario (se hablaba de 300 mil personas) fue semejante a la del 8N. El hecho constituyó una sorpresa para todos, incluso para sus protagonistas, y colocó al gobierno a la defensiva. El campo constituyó en ese momento un símbolo vacío que distintos sectores medios, e incluso más bajos, llenaron con su propia insatisfacción. La diferencia sustancial con el tipo de manifestación del 8N está en que en el 2008 el gobierno enfrentó un lock-out patronal salvaje, que al bloquear las rutas y desabastecer a la población, colocó al gobierno y a la sociedad en una situación límite. Por otra parte, el bloque opositor con la conducción de la Mesa de Enlace y la subordinación de los partidos afines a ella, logró capitalizar políticamente su acción y le infligió una dura derrota al gobierno en el Senado. ¿Cómo lo logró? No sólo por la traición de Cobos sino también porque consiguió sumar a varios integrantes de los bloques del Frente para la Victoria, es decir, logró meter una cuña dentro de las fuerzas oficialistas. No necesitó para ello ganar ninguna elección. A través de la acción directa y de la movilización de una parte de la población se constituyó como polo de poder y colocó al gobierno al borde del colapso.
Los desafíos del gobierno:
La situación actual es diferente ya que no aparece, como en el conflicto con el campo, dentro del bloque opositor del 8N una reivindicación concreta a la cuál esté asociado un sector económico y social, que a la vez ejerza de conducción, como el que representaba entonces la Mesa de Enlace. Pero que no aparezca un liderazgo político o sectorial no quiere decir que no haya dentro del bloque un sector que viene en los hechos jugando un papel protagónico, oficiando a través de sus medios de organizador colectivo del descontento, y su vez, subordinando con su poder a parte de la Justicia y a la mayoría de la dirigencia política que adhirió al 8N. La dificultad del Monopolio consiste en que es más fácil que haya gente que se solidarice “con el agricultor, laborioso y madrugador, al cual el Estado le quiere meter la mano en el bolsillo” (retenciones) que con los intereses de un grupo concentrado aunque estos sean presentados como el último bastión de la libertad de expresión. Es mucho más difícil no imposible. Por eso el Monopolio, montado en el 8N va intentar alguna jugada de cara al 7D que le pone fecha de vencimiento a la concentración. El gobierno enfrenta el desafío de buscar los medios para desmovilizar y desarticular el bloque que se ha reactivado en su contra y al mismo tiempo fortalecer y consolidar su propio frente. Con respecto a lo primero, el componente emocional que moviliza a los manifestantes no es un hecho menor y habría que tenerlo muy en cuenta a la hora de comunicar. Pero sin duda, lo esencial, sigue siendo las políticas que el gobierno pueda implementar para crear un nuevo eje de discusión y al mismo tiempo generar fisuras en los opositores. El conflicto con el campo sigue siendo en ese sentido una gran fuente de enseñanzas. Lo que le permitió al gobierno salir de la situación casi terminal en que lo dejó la derrota en el Senado en julio de 2008, y el posterior revés electoral de Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires en junio de 2009, es haber avanzado en la aplicación de medidas que le permitieron recuperar el favor de las grandes mayorías (Ley de Medios, estatización de los fondos de pensiones, Asignación Universal, etcétera) y, al mismo tiempo, desarticularon el bloque que habían logrado constituir sus adversarios. Al mismo tiempo, el kircherismo en ese proceso recuperó y ganó para sus filas importantes sectores de la clase media, muchos de perfil progresista, que se habían ido alejando entre el 2003-2008 a medida que el gobierno iba perdiendo el impulso transformador con que se había iniciado.En el plano de fortalecer y consolidar su propio frente todas las propuestas que tienden a articular los apoyos al gobierno, por dentro y fuera del peronismo, sólo pueden ser vistas como acertadas y necesarias. Pero, al mismo tiempo, es fundamental debatir en el conjunto de estas fuerzas políticas un programa mínimo de medidas para profundizar el actual proceso, que sea capaz, a su vez, de movilizar a vastos sectores de la población, trabajadores, empleados, profesionales, pequeños y medianos empresarios, etcétera. La elaboración de ese programa no es algo que deba ser dejado a la decisión sólo del gobierno sino que debe ser producto de una elaboración colectiva. Para dar un ejemplo. La Ley de Medios, presentada por los medios como la “Ley K”, es, según las propias palabras de la presidenta, “la menos kirchneristas en cuanto a sus orígenes”, reconociendo así, todo lo que su concreción le debe al esfuerzo y tenacidad de distintas organizaciones sociales y políticas. Lo mismo se puede decir de la Asignación Universal, que incluso, como todos sabemos, fue bandera de sectores de la oposición. Ahora bien, el gobierno tuvo la lucidez y el coraje político para convertirlas en una realidad y empalmar así con lo que ya miles y miles venían planteando y millones necesitaban. El gobierno conserva toda su fortaleza, pero no debe dormirse en los laureles. La mejor manera de defender y consolidar el terreno ganado es seguir avanzando en la transformación del país.
 
Vale la pena leerlo completo.

martes, 13 de noviembre de 2012

CLASE MEDIA: SÍMBOLOS Y COMUNICACIÓN


La imagen de arriba corresponde a una columna de opinión de Guillermo Oliveto de esta semana en la revista "Noticias" que, obviamente, está lejos de ser el INDEC. Las pirámides comparativas de 2004 y 2011 de la "estructura de nivel socio económico" no mienten: una de las grandes beneficiadas por este modelo económico fue la clase media, la gran protagonista de las protestas del 8N.
Para más datos, el Banco Mundial afirma que la clase media se duplicó en Argentina.
Afirma Oliveto en esa misma nota: "La clase media argentina es, antes que nada, un imaginario colectivo, un lugar de pertenencia que ordena y tranquiliza, que construye sentido. No ser de clase media es prácticamente equivalente a "no ser"... Ese imaginario que tiene anclajes en la realidad y también en la memoria, se nutre de hechos concretos, pero sobre todo, de símbolos. Entre los tradicionales: poder comprar la marca preferida, ir al cine una vez por mes, pintar el frente de la casa cada tres años, una semana de vacaciones en Mar del Plata cada verano, etc. Y entre los recientes, comprar la moto, las zapatillas importadas o acceder a la tecnología (celular, internet y computadora personal). De todos esos símbolos, el más importante, y el que está por encima del resto, es tener trabajo"
Creo que Oliveto da en el clavo cuando describe el "imaginario y los símbolos" de la clase media argentina. Y observen algo: ninguno de los manifestantes del 8N se quejaba por no tener trabajo, tampoco por no poder acceder a los objetos símbolos de consumo que describe Oliveto.
De allí que desde este humilde blog insista: el principal movilizador de la protesta fue EMOCIONAL, bien trabajado por Lanata y demás comunicadores de la derecha montados, claro, en trillados errores del gobierno.
Debe trabajarse en ello. Dar la pelea en ese ámbito con nuevos enfoques comunicacionales. El lenguaje directo de 678 (un programa necesario) hoy sólo sirve para galvanizar a los propios.

viernes, 9 de noviembre de 2012

GIROS


¿Nació ayer el partido de los inconformistas? Alguien debería crearlo: es la única forma que se me ocurre de capitalizar la multitudinaria marcha del 8N.
Y es que ahora viene lo realmente complicado para los organizadores de la protesta: lo que fue fortaleza para convocarla, se transforma en debilidad a la hora de conseguir su encauzamiento político y perduración.
Es decir: si para asistir sobraban los motivos, ahora se les tornará complicado conciliar, por ejemplo, a los resentidos existenciales con los legítimos disconformes, a los tilingos de la antipolítica con los políticos opositores, a los jinetes del odio con los que solo buscan seguridad y comprar dólares, a los fascistas violentos con los progres en el lugar equivocado.

No suena fácil ¿no? Para colmo en marzo de 2013 empieza otra película cuando cada cual deba pensar como encarar las elecciones legislativas.

El gobierno, contra lo que podría pensarse, no está en mala situación.
Pero tiene, inevitablemente, tres grandes desafíos:

1) Responder con inteligencia desde lo comunicacional. Lo de ayer en 678 fue muy bueno al darles micrófono a los manifestantes, lo cual es ganancia por partida doble: a la par que muestra a los asistentes en su real dimensión, desnuda a Clarín que (como conoce su clientela) elige no mostrarla.



Debe entenderse que hay que responder a una manifestación fundamentalmente EMOCIONAL, donde un porcentaje importante sólo busca sentirse escuchado, incluido. Obvio que también existen (y son muchos) los que persisten en su obsesión de larga data para que se vaya Cristina. Contra éstos últimos no hay comunicación ni política que valga. Por eso debemos dirigir los esfuerzos comunicativos y políticos hacia el primer colectivo. Es la forma de quitarles masa crítica.

2) Debe encararse, casi con urgencia, la reconstitución del frente interno. En este contexto político, las tentaciones sectarias suenan ilusorias y suicidas. A buen entendedor pocas palabras.

3) Para que este simple “programa” sea efectivo no puede faltar, por lo menos, una medida de corte genuinamente popular que aglutine internamente y divida a los opositores (lo cual no requiere demasiado esfuerzo). Ni más ni menos que retomar lo mejor de la tradición kirchnerista a la hora de afrontar momentos complicados.

No viene mal escuchar a Fito:
Giros
existe un cielo y un estado de coma,
cambia el entorno de persona en persona.
giros
dar media vuelta y ver que pasa allá afuera,
no todo el mundo tiene primaveras.
flaco ¿donde estás?
estoy imaginándome otro lugar.
estoy juntando información.
estoy queriendo ser otro (otro tipo).

domingo, 4 de noviembre de 2012

EL GRAN NEGOCIO (POLÍTICO) DE LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA



Fibrilatus envía este análisis desde Cataluña:

Capítulo 1:  El President Artur Mas
          
 Muchos nos preguntamos y nos planteamos si este conflicto de la Independencia de Catalunya responde a un pulso o enfrentamiento o también a un interés tácito de ambas partes a desarrollarlo. Sinceramente, creo que hay de las dos cosas, lo que hace al tema más triste y grave. Triste porque se crea un conflicto añadido a la difícil situación actual y grave porque vaya como vaya, las cosas no volverán a ser las mismas. El daño interno para Catalunya y para España será irreparable. Intentemos analizar el interés político de los personajes. Este primer capítulo estará dedicado al Presidente catalán.
   No cabe duda que su salida soberanista ha sido una genialidad. Ha encontrado un “proyecto” rompedor e ilusionante, que ha logrado movilizar a una amplia base social. Aprovechando la crisis, pero recogiendo más de 30 años de trabajo silencioso del catalanismo político sobre las “vejaciones y desprecios de España” (siempre se usa interesadamente  España o Madrid, nunca el Gobierno o tal partido, acentuado así la creación de un enemigo exterior), muchas reales, muchas discutibles y otras muchas simplemente inventadas. Apoyado por un poder mediático importante ( 5 canales públicos de TV, numerosa prensa escrita subvencionada con la excusa de protección y desarrollo del catalán – unos 12 millones de euros al año para esta prensa-), también por la presión de partidos claramente independentistas hasta ahora minoritarios como ERC, la irrupción de entidades asociativas sin perfil ideológico claro excepto la Independencia como la Asamblea Nacional de Catalunya (nadie sabe qué harían con Catalunya) y el Omnium Cultural (nacida como institución dedicada a la enseñanza del catalán) que se comportan como verdaderos lobbys y partidos extraparlamentarios “patrióticos”, el empresariado medio y pequeño que no ve ni puede optar a más mercado que el local, la clase media depauperizada que ve cierta salida en la supuesta mejoría presupuestaria tras dejar España, los obreros que en ello también ven la posibilidad de cierta autarquía y desarrollo local y una cantidad ingente de intelectualoides (filósofos, escritores y cantantes en lengua nativa, deportistas, tertulianos y opinadores de todo, presentadores de TV, etc….) con poco valor intrínseco para proyectarse más allá de las fronteras catalanas, se unen al coro y a la lucha. Se produce este desplazamiento sentimental y político y Mas se aferra al “mandato” de la  supermanifestación del 11/09/12 (hasta ahora despreció todas las manifestaciones multitudinarias contra los recortes, el desempleo, etc…). Así saltándose todas las leyes vigentes (empezando por la Constitución, gracias a la cuál él es Presidente, que existe Estatuto de Autonomía y le permite convocar elecciones) lanza el órdago secesionista intentando contraponer legitimidad democrática contra legitimidad jurídica y la también legitimidad democrática del Estado central. Con esto ha logrado centrar el debate en la Independencia y en la lucha contra España ocultando que no ha cumplido ninguno de sus puntos programáticos (no ha conseguido el Pacto Fiscal, no hay equilibrio presupuestario, no ha reducido la deuda -tomó el gobierno con 29000 millones de deuda y ahora tiene 42000-, no ha habido crecimiento ni ha disminuido el desempleo. Encima su liquidez está por los suelos y paga gracias al rescate de la ………….. ¡odiosa España!). Además de este objetivo de enterrar su fracaso, persigue mediante convocatoria electoral permanecer 4 nuevos años en el poder y pidiendo mayoría absoluta (con esto se saca de encima la ayuda dispensada por el PP hasta ahora, cada vez que necesita mayoría parlamentaria y, al tiempo, no precisa apoyar al PP en contrapartida en Madrid aspecto que lo erosiona y desprestigia en Catalunya). La realidad es que para llevar adelante este proyecto ya existía una mayoría parlamentaria suficiente sumando sus votos a los otros partidos soberanistas, que no hacían imprescindible unas nuevas elecciones. Por otra parte, ya con claro interés partidista, intenta dividir o ningunear a los partidos tradicionalmente independentistas que por su pequeñez y relativa implantación “no serían capaces de sumar la fuerza necesaria para esta singladura”. Pone también en un compromiso difícil al único partido de verdadera oposición de izquierdas: Iniciativa per Catalunya. Es un partido que apoya el referéndum y una eventual Independencia, pero ha sido objetivo de los más virulentos ataques de Mas: recordándoles su origen comunista, burlándose de sus planteamientos ecologistas, despreciando sus planteamientos en defensa de los derechos civiles de gays, inmigrantes, manifestantes y, sobre todo, no perdona su dura oposición al desmantelamiento de los servicios públicos, la sumisión a los intereses de la banca y grandes empresarios, su alerta permanente del auge de la pobreza y sin temor a visualizar la estafa programática de Mas. Es, de momento, la izquierda más creíble en nuestro ámbito.
          De rebote, dejará al PP envuelto en la bandera de España. Un papel clásico de defensor de la “Patria grande y común”. Seguramente le atraerá cierto porcentaje de votos, pero perderá todo el “poder condicional” que tenía en la gobernanza de Catalunya: es o era el único socio seguro de Mas para sacar adelante las leyes más duras en lo económico.
           Otra carambola que logra es anular y posiblemente llevar a la mínima expresión política al único partido que puede ser alternativa a su mayoría: el PSC (representante del PSOE). Al igual que su socio mayor del PSOE, aún está en el limbo programático. Sigue lamiéndose sus heridas después de derrotas humillantes en el ámbito nacional, municipal y autonómico. Con su líder discutido y endeble, con pesos mayores que han abandonado el partido para jugar también la carta de la independencia en otros sitios, incapaz de proponer ni una sola alternativa o idea para luchar contra la crisis, anquilosado por sus fracasos e incapaz de vender sus indudables éxitos en el gobierno tripartito de izquierdas saliente en el 2010, se juega en las elecciones el pasar a ser la tercera fuerza en Catalunya o peor. Encima, se saca de la chistera la tan manida alternativa “federalista” (que aunque representa la solución más lógica y justa) nunca ha suscitado consenso en su propio partido (dividido entre soberanistas y autonomistas) y lo que es peor: en el propio PSOE. Ni Bono, ni Alfonso Guerra, ni Felipe González, ni Rubalcaba, ni Chávez ni ningún otro capitoste han movido nunca un solo dedo en esa dirección. Peor aún: son elementos centralistas muy reacios a cualquier “singularidad territorial”. El único que veía este peligro y lo quiso evitar con el nuevo Estatuto catalán, fue Zapatero. Perdió la batalla amargamente contra ese sector importante de su propio partido, de un PP lanzado y de un Tribunal Constitucional servil. El convertir el nuevo Estatuto en un papel desnaturalizado e inútil ha sido quizás el elemento más trascendental en el auge independentista.
             Por último y no menos importante es que asumiendo la independencia (cosa que nunca nombra y llama “crear Estructuras de Estado”, “Derecho a decidir”, “desarrollo de Catalunya como Nación”…) y agitando todo el imaginario popular ha obtenido un clima interno que el historiador hispanista francés Pierre Vilar llamó el “unanimismo”: es decir, se ha impregnado todo el ambiente social y ciudadano de un análisis simplista: toda crítica o exigencia de responsabilidades y aclaraciones es inmediatamente tachado por el discurso mediático y gubernamental (también por muchos ciudadanos) de antipatriótico y desleal con los intereses nacionales. Además, más allá de una genéricas referencia a que el “camino será duro y largo”, todo lo que se expande son las cosas “buenas” de la independencia (fáciles de adivinar), pero las “malas” (creación de fronteras y aranceles con España y Europa, salida inmediata de la UE y renegociar la adhesión, salida del euro y crear moneda, quedar como país endeudado a merced de la Merkel, actitud de los grandes empresarios y multinacionales ante un mercado “restringido”, la “venganza” política, jurídica, económica o incluso militar que pueda hacer España, etc… etc…) son apenas debatidas por minorías. Salvando las distancias y la profundidad del problema, es la misma sensación que podría tener el ciudadano consciente argentino con Galtieri: ¿tengo que perdonar a Galtieri por recuperar las Malvinas? ¿Tengo que dejar de reivindicar la soberanía en las Malvinas para no favorecer a Galtieri? ¿Cómo puedo luchar por las Malvinas Argentinas y, al mismo tiempo, desenmascarar y luchar contra la dictadura?.
           El President esto lo sabe. Ha planteado el conflicto y espera sus ganancias. Como quiere mayoría absoluta él seguirá de “poli malo” con este tema y temeroso de perder los votos de los nacionalistas “tímidos” manda a su coligado Duran i Lleida a hacer el papel de “poli bueno”: rebaja el tono independentista, habla mejor de España, no carga tanto las tintas sólo en los agravios sino también en los beneficios de la unión con España ……. ¡ pero dentro de la misma coalición electoral! Así, cualquier voto emitido sea en función de la sensibilidad del ciudadano inclinado al “poli malo” o al “poli bueno” irá a parar a Artur Mas.
          De momento, Mas es rehén de todo lo creado, de sus ambiciones personales, de su interés partidista y de la presión mediática y social de organizaciones parapolíticas. Por lo tanto, sólo hay tres escenarios posibles: consigue la independencia y que sea lo que Dios quiera, fracasa estrepitosamente y pasa a la Historia como uno más que lo intentó uniéndose a los héroes de la Patria o busca una salida no maximalista, apelando al “interés del país”, “a lo posible y mejorable”, “ a evitar males mayores”, “ al riesgo grave de desaparición de lo logrado”, “a mantener la unidad del pueblo de Catalunya” y excusas similares. Las dos primeras son claras y definitivas. La tercera está en sus manos si se “agarra” al mandato legal vigente de que entre 2013 y 2014, debe necesariamente renegociarse la financiación de las Comunidades Autónomas. Las elecciones del 25 de noviembre, aclararán un poco el panorama.
           ¿Y Rajoy a qué juega? ¿Y el resto de España qué espera?. Esto lo veremos en el próximo capítulo.
Fibrilatus.
España