Para resumir la España de hoy quizás basten dos frases de la semana pasada. Una del "estadista" presidente Rajoy: "No tiene sentido ser optimista" y la otra del rey Juan Carlos: "Europa mira con envidia a América Latina"
En ese contexto, Fibrilatus nos deja su segunda entrega sobre el conflicto por la independencia de Cataluña.
Capítulo 2: El Presidente Rajoy y el resto de España
Hemos
analizado en el Capítulo 1 al Presidente catalán Artur Mas. En este post-continuación
pasaremos a analizar la respuesta articulada por el Presidente del Gobierno de
España Mariano Rajoy, así como la actitud y expectativa política del resto de
España respecto al envite secesionista.
La respuesta parte del resultado de
la entrevista que ambos sostuvieron con respecto al Pacto Fiscal. Se despachó
tan importante asunto en menos de 2 horas. La respuesta es sencilla: ambos
lograron lo que querían. Rajoy no quiso
dar ninguna salida a Mas y éste no quería que le dieran ninguna tampoco. El PP desde que
accedió al gobierno con mayoría absoluta y en el contexto de crisis económica,
ha dado rienda suelta a su tardofranquismo en lo económico con su política
ultraliberal, en la organización territorial del Estado (con la excusa de la
crisis, se recorta todo lo posible las autonomías para lograr la mayor
centralización que se pueda. En el imaginario del PP el centralismo va mucho
más allá del más puro jacobino: Madrid debe ser como París y España como
Francia) y, en los derechos civiles, atacando todo lo posible los derechos
consolidados del aborto, de los homosexuales, etc.. etc… Así pues, su réplica
ha sido:
.- El “escudo
jurídico”:
evidentemente de gran importancia formal pero de muy bajo vuelo político y de
valor relativo. Que si la independencia es anticonstitucional (una Constitución
que el partido originario del PP, Alianza Popular, votó en contra), que si no
respeta la legalidad vigente, etc., es por todos sabido. No le costó más de 48
horas modificar la
Constitución con Zapatero para hacer constitucional el
déficit cero.
.- El “discurso del
miedo”: miles de
desgracia caerán sobre la
Catalunya independiente. Fuera de la UE , gran deuda pública, mínima
financiación, pérdida de mercados, no podrán pagar las jubilaciones, etc…
Evidentemente, esto debe ser considerado. Sin
embargo, tampoco resulta desmovilizador del nacionalismo. Nadie deja de ser
hincha de un equipo de fútbol por perder la categoría o perder una final.
No está claro que la UE
no desee a Catalunya (un Estado desarrollado, exportador, sede de múltiples
multinacionales, que da a Europa más fondos de los que recibe). Globalmente,
Catalunya no está peor que España. Así pues, es un discurso de corto recorrido.
Puede calar en ciertos sectores, “temerosos de Dios”.
.- El “discurso sentimental”: un fracaso total. Si nos movemos en
el ámbito de los sentimientos que es el mayor componente de la propuesta de
Mas, la respuesta de Rajoy y del PP ha sido incorrecta, franquista y
contraproducente. Si Mas se ha envuelto
en la bandera catalana, Rajoy lo ha
hecho en la española. Esto le dará réditos a nivel de España (un interés
nada desdeñable del PP que cae en las encuestas), pero es contraproducente en
Catalunya. El Ministro de Educación Wert suelta lo de “españolizar a los
catalanes” (¿es que no son españoles?), nadie olvida la recogida de firmas del
PP en 2005 contra el Estatuto de Catalunya (votado en Parlamento catalán,
aprobado por las Cortes españolas y ratificado en referéndum) ni el boicot que
organizó contra el cava catalán, sector que apenas se ha recuperado ahora (¿se
imaginan lo “patriótico” que quedaría que alguien llamase al boicot del vino de
Mendoza y recomiende comprar vino chileno?). Últimamente ha llamado al
sentimiento español de los emigrados a Catalunya. Pero resulta que hace más de
40 años que no hay migraciones internas de importancia en España. Apelar al
extremeño o al andaluz que vino a Catalunya hace 40-50 años no tiene valor
alguno: todos se consideran acogidos por Catalunya y son ¡sus nietos! los que
estaban en la manifestación independentista.
Con estas armas la respuesta de Rajoy
no puede ser contundente. No puede ofrecer un discurso pacificador ni creíble
cuando viene desde un partido que ha cultivado el anticatalanismo barato y
tópico, que no tiene interés en el pluralismo ni en reconocer derechos
nacionales, cuando considera a España como algo único y monolítico y cuando ha
decidido envolverse en la bandera española representando a otro nacionalismo
más.
Tampoco puede ofrecer un discurso diferenciador con Mas en lo económico y
social: son idénticos. Catalunya fue el laboratorio
de los recortes y medidas antisociales elaborado por Mas y avalado por el PP
catalán, y el partido de Mas avaló en el parlamento español las medidas de
Rajoy. También comparten ambos
su interés en hundir al PSOE
haciéndolo entrar en la disputa, estando en estos momentos con crisis electoral
profunda, crisis programática y de liderazgo (es de gran interés para Mas
pero es un gran error estratégico de Rajoy: debería haberse enfrentado a
Mas con un consenso con el otro gran partido de ámbito nacional. Pero ha optado
por el cortoplacismo político y el interés partidista).
Mas le lleva una ventaja importante:
cuando afirma que “Rajoy no entiende
nada de lo que está pasando en
Catalunya”. Perfectamente de acuerdo. No ha “leído” el conflicto que
existe, de la misma forma que un entrenador de fútbol no “lee” el partido y no
puede acertar con la táctica ni con los cambios. También es una ventaja de Mas cuando afirma: “El proyecto que tenemos puede ser un camino duro y largo, pero
tenemos un proyecto. España no tiene proyecto de país”. Toda la razón del
mundo. Rajoy y el PP, más de lo dicho hasta ahora (neoliberalismo económico,
regresión autonómica y desmontaje de los derecho civiles y laborales) no ofrece
nada a España y, mucho menos, a Catalunya. Ni siquiera ha tenido la cintura
política de, por ejemplo, adelantar la discusión de la financiación autonómica
y reorganizar el sistema para que “Catalunya tenga cabida justa en España”.
Podría haber desmovilizado así a Mas. Pero no ha querido. Así pués, Rajoy sólo logrará 4 cosas: ganar algún voto más en
Catalunya, ser el “patriota español” para los españoles ya convencidos , hundir
y ningunear más al PSOE y ¡agigantar al separatismo!.
¿Y
el resto de España?. Tampoco puede escapar del interés personal de los
líderes, de las propias regiones y del cortoplacismo y partidismo político. Andalucía y Extremadura, las regiones más beneficiadas del actual sistema de
financiación (las más pobres y las que más reciben de la “solidaridad
interterritorial”, pero también las menos industrializadas, las más caciquiles,
las reinas del latifundio y las que a pesar de las subvenciones no han sido
capaces de salir del subdesarrollo relativo y no han sabido redistribuir las
rentas ni las tierras) ponen el grito en el cielo. Con el Presidente andaluz
del PSOE sabedor que es la comunidad con mayor población de España y con
ambiciones de quitarle la silla a Rubalcaba en su partido a la cabeza de del
griterío. Madrid, Valencia y Baleares,
también donadoras netas de fondos (aunque no salen tan perjudicadas como
Catalunya) y a pesar de estar en manos del PP ya se quejan del actual modelo de
financiación ( a pesar de que son del PP, que son “españolas” al 100% y que carecen
de “nacionalismo propio”) dejando traslucir el verdadero problema de fondo.
El País Vasco por su parte se encuentra al acecho: gobernado por el PNV (partido
nacionalista no soberanista, pero muy presionado por Bildu que sí lo es), sin
los problemas de la financiación autonómica no descarta pescar en el río
revuelto. Con una salvedad importantísima: el
País Vasco tiene una reivindicación territorial
que es una bomba retardada: reclamará la Comunidad de Navarra y
el País Vasco francés. ¡No sólo será un
problema para España y para otra comunidad autónoma sino también para Francia!. Esta interesante y
catastrófica deriva puede surgir del envite catalán. De lo que queda del
territorio por PIB, población y peso político ni pincha ni corta. Ni siquiera
Galicia, feudo del PP, tiene reivindicación ni peso nacionalista para
inquietar.
Con
este tablero las tablas en la partida tan avanzada ya son difíciles. Sólo cabe
una salida política que permita a Rajoy y a Mas salvar la cara y decir que “hemos
ganado ambos”. Artur Mas ya poco puede hacer porque ya es rehén de su propuesta
y su jugada. Rajoy tiene la opción de
salvar al país consensuando con el PSOE una salida que satisfaga en algo la
economía y el sentimiento catalán con una profundización importante del modelo
federal, con los cambios constitucionales y legales pertinentes para ello, que logre una integración más harmónica para
Catalunya en España y una integración territorial plural en España. Con ello Rajoy podrá decir que ha salvado
la unidad de España y Mas podrá
decir que Catalunya ha logrado objetivos importantes. Pero para eso hace
falta cintura política, comprender la esencia del conflicto, buscar el consenso
nacional e interpartidista, es decir, tener la altura de Estadista. Si Rajoy no da la talla, la independencia
de Catalunya será un hecho y, como consecuencia, la tensión separatista se
transmitirá al resto de España.
Fibrilatus.
España.
2 comentarios:
Tal vez..., tanto Rajoy como Mas, estan mucho mas focados en dividendos politicos, que en la realidad actual de los Ciudadanos españoles !
Este ha sido el gran tobogan, por el que cayeron un gran numero de lideres politicos, mas ocupados con exito politico personal, que con el verdadero deseo del Dueño del Pais: El Ciudadano !
En particular, mi foco esta en la pobre Republica Argentina, que esta padeciendo un mal similar: 'gobernantes, con el foco personal, fuera del foco principal del Dueño del Pais'.
Me gustaria decir que en la proxima vida, voy a estudiar Derecho. Para poder conocer los caminos mas eficientes, con que un Ciudadano pueda manejar mejor, las maniobras necesarias, contra medidas o comportamientos negativos del gobierno.
Tengo una certeza, que no pudo ser derribada por argumentos: que el gobernante, no es mas que un elegido, por el dueño del Pais: El Ciudadano.
Aunque haya unanimidad en la eleccion, el gobernante, SIEMPRE deberá estar a las ordenes del Ciudadano ! ESCUCHANDO !
Y aqui esta la llave: "...a las ordenes del Ciudadano !" No del partido, que EVENTUALMENTE el Ciudadano pertenece !
Porque el ciudadano, no tiene obligacion de pertenecer a partido, para ser Ciudadano y ejercer como DUEÑO DEL PAIS !
De modo que los Ciudadanos, que quieren hacerle entender a la k, que si en cuanto al programa, en lo referente a igualdad, justicia social y beneficios para el Pais, NO estan en contra...; SI LO ESTAN, EN CUANTO A LOS METODOS !
Como hombre de Derecho, que podrias aconsejar, para sacar El Pais, del tobogan...?
Ser incondicional, justamente..., no es el camino ! NO ?
Lamento no poder ayudarte porque no soy hombre de derecho. En todo caso, lo importante es valorar la acción política real, la motivación honesta en los aciertos y en los errores, el método democrático, etc.... El comunicar bien, el caer simpático es secundario en el fondo. El mirar el accionamiento del gobierno con objetividad y sin prejuicios,si beneficia a la mayoría o no, si mejora las oportunidades de todos, si amplía los derechos individuales y colectivos, es lo difícil, pero obligatorio como referencia para un ciudadano honesto,consciente y comprometido.
Fibrilatus.
España.
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