viernes, 25 de diciembre de 2009

PARA TODOS AQUELLOS QUE ESTÁN ESCAPANDO...

Estos días siempre me resultaron complicados para actualizar el blog. Debe ser porque el estío tucumano no es precisamente una invitación a sentarse frente a una computadora. Más bien uno busca escapar…

Y si de escapar se trata, creo que la película adecuada para tomar coraje siempre será Mediterráneo, esa pequeña —gran— comedia italiana; deliciosamente italiana. Dirigida por Gabrielle Salvatore y ganadora del oscar a la mejor película extranjera en 1991.

Ese año fue MUY especial para mí, de los que nunca se olvidan. Con 22 años recorrí como mochilero durante casi 6 meses gran parte de Europa, incluyendo una estadía de una semana en la isla de Mykonos.

Cuento esto porque ví la película Mediterráneo al poco tiempo de volver de ese viaje, todavía imbuido del espíritu de aventura del viajero juvenil, con la lógica predisposición a identificarme con los que deciden escapar de sus monótonas vidas.

La película transcurre durante la Segunda Guerra Mundial: un grupo de soldados italianos son desembarcados en una isla perdida del mar Egeo con las órdenes de observar movimientos del enemigo e informar al mando. Después de un accidente se quedan sin radio para poder ponerse en contacto con sus superiores; ahí comenzara la odisea particular de cada uno de ellos. Con un inicio de ambiente bélico, la película da un giro impresionante —apenas han transcurrido las primeras escenas— que hace dibujar una sonrisa de complacencia y complicidad con lo que está sucediendo.

Militares que no parecen militares (“usted es un tipo raro, ni siquiera parece militar“, le dice el Pope ortodoxo al soldado con vena artística); Putas que lo son, y mucho, por obra y arte de la tradición: “mi madre ha sido puta, mi abuela fue puta, mi hermana es puta. Lógico que yo lo sea, ¿no?”. Crítica recurrente a la falta de libertad o de cosas buenas en los regímenes totalitarios: “Con el fascismo, todas estas cosas están prohibidas”, comentan los soldados fumando la droga que les trae un turco que pasaba por ahí … (ese que les quita las armas y les deja la droga).




En “Mediterráneo” estos soldados italianos terminarán vestidos como los griegos y gustarán de la vida que llevan en aquella isla, recobrando la capacidad humana de disfrutar la sencillez de los días. Tanto les enamorará que volverán.

Dedicada a todos aquellos que están escapando, reza al final.

¿Y saben que es lo más extraño de todo? Y lo recuerdo como si fuera ayer: cuando salía del cine ya tenía decidido pasar al menos un año de mi vida en una isla del Mediterráneo.

No fue en Grecia. Fue en Mallorca casi nueve años después y, obviamente, estaba escapando: me fui 3 meses antes de que estallara el país en diciembre de 2001 para hacer un Master. Esa decisión cambió mi vida. Miento: fue esa película de Salvatore, de la que me acordé cien veces durante mi feliz y productiva estadía en Mallorca.

Y sí… hay momentos en que vale la pena escaparse. Este es uno de ellos. No esperen actualizaciones de este blog en los próximos días.

Anímense. Vean Mediterráneo:


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigo leyendo todos tus posteos y siempre me reconfortan. Tu blog es gratificnte en todo sentido, desde la estética hasta los contenidos Quería decírtelo antes de que termine el año ya que me acompañaste desde este espacio todo los días. Sigue siendo mi blog preferido!!
Este último posteo es sencillamente delicioso, por la elección de tu comentario, Mediterraneo es una película que te hace sentir feliz y valorar la libertad, esa que te llena el alma, por el paisaje, por la frescura de sus personajes y por todos los sentimientos que te quedan guardados en el corazón, que con sólo leer tu post se me actualizaron a pesar que hace tanto que la ví. Es una pelicula que va derecho a la emoción y eso es lo que evocaste. Gracias amigo!
Hasta el año que viene y todo lo mejor para vos!

Anónimo dijo...

Aldo olvidé firmar.
Cariños Sofía

Aldo Ulises Jarma dijo...

Gracias por todo Sofía. Un beso grande!

Ana dijo...

Qué hermoso relato el suyo Aldo.

Le dejo mis deseos de Felicidad para este 2010.

Es tiempo de escapar, es cierto.

Anónimo dijo...

Aldo estoy viendo Muerte en Venecia en TCM, es sin dudas una de mis preferidas, es absolutamente fascinante, cada vez que la veo siento la misma emoción. Visconti es genial logra hacerte sentir lo que sus personajes y ésto con poquísimos diálogos sólo con "cine".
Me parece que merece estar en tu lista.
Cariños Sofía

Aldo Ulises Jarma dijo...

Comparto plenamente Sofía, tengo una deuda con Visconti.
Un beso grande.