"En pleno debate sobre el euroescepticismo y sus causas, de actualidad tras el no irlandés, puedo dar algunas ideas a todos los políticos aparentemente perplejos por la situación. Los últimos avances y decisiones han tenido efectos colaterales evidentes: el euro ha sido un gran factor inflacionista, la política económica está predeterminada con independencia de las características particulares de cada país, constituyendo un corsé insalvable.
Nuestro famoso bienestar se tambalea con ideas preindustriales como la última propuesta del tiempo de trabajo a 65 horas semanales. Entregado todo el entramado europeísta a las multinacionales, al mercado, al mundo financiero y a la competencia global, a los ciudadanos sólo nos queda el pataleo y el escepticismo.
Por ello propongo que se quiten las máscaras de una vez por todas y lleven a cabo lo que realmente desean: privatizar la sanidad, disminuir las pensiones, erradicar los logros sociales en general... Es la única forma que conocen de hacer avanzar Europa y hacerla más competitiva, liberal, flexible, moderna, globalizada... Mientras esto siga por estos derroteros, me declaro "euroescéptico e irlandés".
Nuestro famoso bienestar se tambalea con ideas preindustriales como la última propuesta del tiempo de trabajo a 65 horas semanales. Entregado todo el entramado europeísta a las multinacionales, al mercado, al mundo financiero y a la competencia global, a los ciudadanos sólo nos queda el pataleo y el escepticismo.
Por ello propongo que se quiten las máscaras de una vez por todas y lleven a cabo lo que realmente desean: privatizar la sanidad, disminuir las pensiones, erradicar los logros sociales en general... Es la única forma que conocen de hacer avanzar Europa y hacerla más competitiva, liberal, flexible, moderna, globalizada... Mientras esto siga por estos derroteros, me declaro "euroescéptico e irlandés".
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