martes, 25 de mayo de 2010

LA FIESTA


Después de tomarme un descansito del Bicentenario, cuando me disponía a reflexionar sobre este evento, mi amigo Guillermo me facilita las cosas y me manda este post para el blog:

por Guillermo Norry

“El Sol nos dice que llegó el final y por una noche nos olvidamos que cada uno es cada cual”, diría SERRAT. Los festejos del Bicentenario han pasado y “con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, DE NARVAEZ a su riqueza y el señor Bergoglio a sus misas, con las mismas dudas existenciales de hace 200 años. TODOS festejamos ese primer intento de libertad, que no fue el mismo para TODOS, como no lo es hoy, tampoco.

Porque desde el nacimiento de nuestra identidad nacional, la actitud de los hombres de la historia argentina siempre fue contrapuesta, actitud que se repetirá permanentemente a través del tiempo y de las distintas generaciones. Y es lógico que fuese así, porque los intereses defendidos siempre fueron diferentes y solamente en la inocencia de la clase media argentina, nos podemos imaginar abrazados a Castelli con el Obispo Lué o a Saavedra con Moreno, como tampoco serían lo mismo después Lavalle y Dorrego, o Urquiza y Mitre. Esas son unas fotos del Anteojito que sólo se sostienen en la inocencia de los niños o en el voluntarismo de muchos grandes que creen que sólo se trata “de unirnos todos y tirar para adelante”.

Es que el “adelante” de unos y otros nunca fue el mismo, y por eso se desesperan algunos sofistas mediáticos que quieren hacernos creer que las diferencias son sólo una cuestión de formas, y les preocupa que el noble y el villano, se den la mano sin importarle su historia. Porque en realidad, aunque no lo puedan decir, siguen extrañando Europa, siguen extrañando al Virrey y haciendo gala de su prédica “altercentrista” convencidos que todo lo “de afuera siempre es mejor” y que debemos volver parecernos a los países serios como siempre soñó nuestra “rubia oligarquía”.

Nada tiene que ver eso, con la Nación que añoraba el verdadero San Martín, Guemes, Belgrano, Moreno o Castelli. Un país para TODOS, con la inclusión de todos y no para el festín de unos pocos. No debe preocuparle tanto a Doña Rosa la ausencia de la Presidenta en el Colón, o a que acto concurrió Cobos. Eso son modales, protocolos y nada más, la verdadera vergüenza es haber pasado gran parte de estos 200 años mancillados ante los AMOS DE TURNO, cumpliendo mansamente su mandato a costa del sudor y sangre de los argentinos. Lo verdaderamente importante es reiterar la voluntad de construir una Nación con IGUALDAD para todos, con orgullo de su IDENTIDAD y con MEMORIA hacia sus verdaderos próceres. Esa y no otra sigue siendo la lucha, que hay que seguir dando mientras se baja la cuesta, porqué aquí en mi pueblo se acabó la FIESTA.


2 comentarios:

GrouchoMarx dijo...

Mientras miraba el fin de la impresionante presentación de Fuerza Bruta, pasé, sin querer, por el canal 26 y estaba el más creíble de los periodistas argentos, el gran Jorge Lanata, haciendo, junto al cesanteado Maxi Montenegro, algunas bromas típicas de su ingenioso ingenio. Por ejemplo pensaba que los cubos del acto inicial de los pueblos indígenas, eran algo así como el monumento al Mantecol. Desgraciadamente tomé el final del programa del plumífero vaciador de empresas así que me perdí saber qué más profirió su ingeniosa ingeniosidad.
Pero, con la muestra, me imagino.

Stella dijo...

Impresionante la fiesta!
Canté junto con un millón de personas el Himno, apenas comenzaba el 25.
Vi tecnología que no creí que existiera.
Y vi a la gente feliz.
Los que hablan en contra de lo que sucedió este finde largo, tocan de oído; ni se acercaron en cuerpo o corazón a la 9 de Julio. Se autoexcluyeron solitos.
De Lanata ya no me extraña nada. Lo vi almorzando en lo de Mirtha y ella recomendaba muy enstusiasmada su último libro.
Si Mirtha lo recomienda, ya fue para mí.