Sea lo que sea en que termine este movimiento "de los indignados", España ya no será la misma.
Cuando recuerdo los meses previos a diciembre de 2001 en Argentina, lo que más me impresionaba (creo que en España debe estar pasando lo mismo) era el VERTIGO, la velocidad de los acontecimientos, como se aceleran los tiempos.
Por eso, tengo la impresión que las elecciones ganadas por el PP no tendrán mayor trascendencia dentro de unos meses.
Solo tengo la duda si España derivará finalmente en un populismo de derecha o de izquierda, pero la socialdemocracia y la derecha, ambas neoliberales, tienen certificado de defunción a plazo fijo.
Al respecto, Norberto me dejó este interesante comentario:
“Vuelvo con los números sobre la mesa, y fijate como las agencias marcan que el PP podría no canalizar el voto bronca, una lectura correcta es que si bien ganó bancas, lo cierto es que es por la caida del PSOE de aprox. 9 puntos, de los cuales solo capitalizó 1 punto (y falta saber sino perdió además votantes en función de la cantidad de votantes y votos positivos), o sea que el resto fue hacia los regionalismos e izquierdas duros.
Demás está decir que eso no lo vas a ver en ningún informe, pero lo cierto es que el PP en cresta de la ola pasó del 36% al 37%, y que cuando se profundice la crisis, se encontrará en la misma situación que el PSOE”
Demás está decir que eso no lo vas a ver en ningún informe, pero lo cierto es que el PP en cresta de la ola pasó del 36% al 37%, y que cuando se profundice la crisis, se encontrará en la misma situación que el PSOE”
Tengo la misma impresión que Norberto: el vértigo de la crisis hará lo suyo. Pero también contribuirán los incorregibles fetichistas del neoliberalismo.
El premio Nobel de economía, Paul Krugman, lo explica por acá:
“En Europa, los fanáticos del dolor han estado al mando más de un año e insisten en que el dinero prudente y el equilibrio presupuestario son la respuesta a todos los problemas. Detrás de esta insistencia ha habido fantasías económicas, como la creencia en el hada de la confianza, es decir, la creencia en que recortar el gasto en realidad va a crear puestos de trabajo, porque la austeridad fiscal mejorará la confianza del sector privado. Por desgracia, el hada de la confianza sigue negándose a hacer acto de presencia. Y la disputa sobre cómo manejar la incómoda realidad amenaza con convertir a Europa en el centro de una nueva crisis.
Siendo realistas, Europa tiene que prepararse para una reducción de deuda. El realismo, sin embargo, parece andar escaso.
Por un lado, Alemania adopta una posición dura respecto de una ayuda a sus vecinos con problemas. Por otro, el Banco Central Europeo (BCE) actúa como si estuviera decidido a provocar una crisis financiera: subió los tipos de interés, a pesar de la terrible situación de muchas economías, y sus funcionarios advirtieron contra cualquier forma de reestructuración que alivie la deuda. Esto equivale a una declaración de que si Grecia busca aliviar su deuda, el BCE desenchufaría el sistema bancario griego, que depende de sus préstamos.
Si los bancos griegos se derrumbaran, eso bien podría obligar a Grecia a salir de la zona euro, y es muy fácil ver cómo podría empezar un dominó financiero en parte de Europa. Entonces, ¿en qué está pensando el BCE? Intuyo que simplemente no está dispuesto a afrontar el fracaso de sus fantasías. Y si esto suena estúpido, bueno, ¿quién dijo que la sabiduría gobierna el mundo?”
1 comentario:
Buen análisis che. Caída del 9% del PSOE, y apenas 1% de crecimento del PP. Ahora, lo que pase va a depender bastante del surgimiento de algún liderazgo con características muy especiales, como fue la aparición oportuna de NK aquí. Lo veo dificil eh? Abrazo.
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