A esa conclusión arribaron en las Jornadas sobre "el problema de la vinaza" que organizó la Secretaría de Estado de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Tucumán (SIDETEC). Especialistas de varios países y de Tucumán compartieron sus experiencias en el tratamiento del derivado, ofreciendo alternativas para aprovecharlo como un derivado comercializable.
El titular de la SIDETEC, Javier Noguera, consideró al cierre del encuentro que "quedó claro que hay tecnología para avanzar en forma rápida y efectiva contra la contaminación que afecta a la región”.
El especialista local Jorge Perera fue quien dejó uno de los datos más significativos: sostuvo que con apenas 1,5 dólares por tonelada de caña que se invierta, se puede montar una planta que neutralice la vinaza, derivando en la generación de cloruro de potasio, un elemento altamente demandado en zonas con debilidades en materia de fertilidad de suelos. Las tecnologías están y la inversión requerida no es de ninguna manera demasiado elevada como para desecharla.
Antes de Perera, Juan María Gutiérrez, responsable del proceso de reconversión industrial del ingenio Tabacal de Jujuy, explicó en detalle -con video incluído-, cómo con una inversión de 3 millones de dólares, esa planta neutralizó gran parte de sus efluentes contaminantes, cambiándolos por la producción de abonos y fertilizantes, decantando agua que es reutilizada en la misma fábrica, lo que redunda en una significativa reducción en el consumo de ese recurso natural.
Todas las exposiciones fueron seguidas atentamente por referentes de todos los sectores productivos de la provincia y los representantes del ámbito público, como el secretario de Desarrollo Productivo Jorge Feijoo, el titular de la Secretaría de Medioambiente Alfredo Montalvan. Este último tuvo a su cargo la apertura de la Jornada con un discurso en el que puso en claro las cifras de generación de vinaza que hoy desvelan a la provincia. El funcionario subrayó que desde su cartera se logró neutralizar el efecto contaminante de la cachaza, mediante la aplicación de un programa denominado “Cachaza Cero”, que se basó en la reconversión del desecho sólido en energía calórica, de la que se valen las calderas y usinas de cogeneración eléctrica de los ingenios. Luego de destacar la preocupante relación de 1 a 13 entre el alcohol destilado y la vinaza derivada, el titular de la Secretaría de Medioambiente del Gobierno tucumano recalcó la importancia de disponer en la provincia de un evento como el que dejaba abierto con su exposición. "Es un evento de gran calidad, realizado en el momento justo", reforzó.
Luego de esta exposición fue el turno del brasileño Ocatavio Valsechi, asesor del Gobierno federativo, quien tras una reseña de cómo evolucionó el negocio del bioetanol en su país, sorprendió al postular que el futuro de la diversificación azucarera debe apuntar no a ese combutible, sino a la generación de electricidad, produciendo, mediante el procesamiento de la vinaza, gases de combustión como el metano, que alimenten usinas de generación. Para ello ofreció distintas alternativas de tratamiento orgánico del efluente, mostrando los pro y los contra de cada una, y especificando que algunas ya se aplican en la práctica, tal es el caso de la decantación del contaminante en plantas piloto, donde se obtiene agua y potasio, que pueden ser reutilizados.
Claro en sus conceptos a pesar de su esforzado castellano, Valsechi supo hacerse entender por todos, especialmente por los activistas ambientales y los estudiantes de Agronomía, cuando sin medias tintas postuló que arrojar vinaza a los ríos es un crimen, más aún si se tiene en cuenta que, como ayer quedó demostrado, hay técnicas al alcance de la mano que permiten su tratamiento con evidentes ventajas en cuanto a la recuperación de las inversiones.
Antes de Perera, Juan María Gutiérrez, responsable del proceso de reconversión industrial del ingenio Tabacal de Jujuy, explicó en detalle -con video incluído-, cómo con una inversión de 3 millones de dólares, esa planta neutralizó gran parte de sus efluentes contaminantes, cambiándolos por la producción de abonos y fertilizantes, decantando agua que es reutilizada en la misma fábrica, lo que redunda en una significativa reducción en el consumo de ese recurso natural.
Todas las exposiciones fueron seguidas atentamente por referentes de todos los sectores productivos de la provincia y los representantes del ámbito público, como el secretario de Desarrollo Productivo Jorge Feijoo, el titular de la Secretaría de Medioambiente Alfredo Montalvan. Este último tuvo a su cargo la apertura de la Jornada con un discurso en el que puso en claro las cifras de generación de vinaza que hoy desvelan a la provincia. El funcionario subrayó que desde su cartera se logró neutralizar el efecto contaminante de la cachaza, mediante la aplicación de un programa denominado “Cachaza Cero”, que se basó en la reconversión del desecho sólido en energía calórica, de la que se valen las calderas y usinas de cogeneración eléctrica de los ingenios. Luego de destacar la preocupante relación de 1 a 13 entre el alcohol destilado y la vinaza derivada, el titular de la Secretaría de Medioambiente del Gobierno tucumano recalcó la importancia de disponer en la provincia de un evento como el que dejaba abierto con su exposición. "Es un evento de gran calidad, realizado en el momento justo", reforzó.
Luego de esta exposición fue el turno del brasileño Ocatavio Valsechi, asesor del Gobierno federativo, quien tras una reseña de cómo evolucionó el negocio del bioetanol en su país, sorprendió al postular que el futuro de la diversificación azucarera debe apuntar no a ese combutible, sino a la generación de electricidad, produciendo, mediante el procesamiento de la vinaza, gases de combustión como el metano, que alimenten usinas de generación. Para ello ofreció distintas alternativas de tratamiento orgánico del efluente, mostrando los pro y los contra de cada una, y especificando que algunas ya se aplican en la práctica, tal es el caso de la decantación del contaminante en plantas piloto, donde se obtiene agua y potasio, que pueden ser reutilizados.
Claro en sus conceptos a pesar de su esforzado castellano, Valsechi supo hacerse entender por todos, especialmente por los activistas ambientales y los estudiantes de Agronomía, cuando sin medias tintas postuló que arrojar vinaza a los ríos es un crimen, más aún si se tiene en cuenta que, como ayer quedó demostrado, hay técnicas al alcance de la mano que permiten su tratamiento con evidentes ventajas en cuanto a la recuperación de las inversiones.
En una época marcada por la discusión ambiental, que puso a la provincia de Tucumán en el ojo de una tormenta de alcances incluso judiciales, demostrar que hay alternativas válidas al alcance de los dueños de ingenios para terminar con el flagelo de la vinaza en los ríos tucumanos abre la posibilidad de acelerar la búsqueda de una solución definitiva, que termine con el estigma que arrasta la principal producción del Jardín de la República.
2 comentarios:
¡¡¡¡Excelente post!!!!
La conservación y producción pueden convivir... y dependen una de la otra...
Hola Podría jurar que visitado este blog antes,
pero después de navegar a través de él leyendo
algunos de los post me di cuenta de que es nuevo
para mí. De todas formas , estoy encantado de haberme encontrado con esta página.
La añadiré en mis marcadores para volver de vez en cuando!
My web-site: contaminacion
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