jueves, 29 de julio de 2010

¿QUÉ TIENE QUE VER FAVALORO CON MARADONA?


Eso se pregunta Il Corvino en su blog, en un post buenísimo y provocador. Dice cosas como éstas:

"En el repaso por sus frases e imágenes emblemáticas fuera de la cancha (donde hizo del fútbol una de las bellas artes), Maradona expresa los valores de la irracionalidad, el mal gusto y el descaro. Por eso su naturaleza irrita tanto al vigilante medio argentino, perteneciente a una casta mucho más siniestra y menos simpática que la maradoneana (aunque decir algo en contra de ellos se asemeja a la herejía): la favaloreana. ¿La conocen? Hoy justamente multiplican sus aleccionadores monólogos en los diarios y la TV porque se cumplieron 10 años del suicido de su líder. El mito dice que al reconocido médico (como a los chicos de Cromañón) lo mató la corrupción, pero, lo lamento: fue él quien apretó el gatillo contra su pecho. Los simbolismos berretas son sólo eso: interpretaciones facilistas que se ponen de moda y sirven a intereses espurios. Las entelequias no matan a nadie y el hombre probo “que dejó su vida por la medicina”, (encumbrado por el establishment mediático como la suma total de la ética del mundo), en realidad fue un gorila recalcitrante, que estaba en contra de la educación pública, colaboró con la última dictadura y fue amigo de Menem. Sí, como gran parte de los argentinos, pero a éstos no se los pone como ejemplo de nada. Se dice que renunció a la CONADEP por “causas personales”. Les faltó aclarar que homologaba el terrorismo de Estado con las acciones de las organizaciones guerrilleras. “Atendía a los más humildes”. ¿Y por qué no habría de hacerlo? O, mejor dicho: ¿y por qué habría de publicitarlo? Es comodísimo subirse al altar y ponderar a Favaloro, ser la groupie de la impostura y señalar con el dedo índice lo que está bien y lo que está mal, afirmar que se mató por todos nosotros, malditos miserables que miramos para otro lado. Muy bien, táchenme de esa lista, no quiero que nadie se mate por mí, si me tomo el palo por motus propio es porque se me canta, no porque un tipo con delirios de grandeza (Recuerdos de un médico rural era el título sarmientino de su libro) está convencido de que es necesaria su muerte para que algo cambie en el país. El suicidio es una opción más que respetable, pero me caen mal las personas que se creen tan importantes como para morir orgullosamente por una causa y no vivir humildemente por ella"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Favaloro estaba perseguido por tantos fantasmas, que la única manera de sacárselos de encima era matándose.
No cualquiera se suicida,como no cualquiera puede matar. Seguramente su formación médica lo hacia despreciar a los psicólogos y bueno así terminó.
Por otra parte estoy completamente de acuerdo con el artículo, sólo que yo sí soy maradoneana.
Besos Sofía