El diario La Capital de Mar del Plata publicó hoy esta nota:
Después del ataque a las torres gemelas, la vida de Kurt Sonnenfeld se convirtió en una película. Pero no hay héroes, la historia es de terror: esconde muerte, persecución y una teoría que pondría en riesgo la versión oficial de Estados Unidos sobre el atentado que cambió al mundo.
Sonnenfeld era camarógrafo de una agencia federal americana y tuvo acceso ilimitado a la zona del desastre. Durante las horas de video que filmó para el gobierno de Estados Unidos vio muertos, se metió entre los escombros y hasta fue el encargado de darle a la prensa las imágenes que recorrieron el mundo después del ataque. "Todo lo que se difundió y ustedes pudieron observar por televisión, seguramente lo definí yo", le cuenta Kurt a LA CAPITAL en la casa que alquiló en Mar del Plata para descansar con su familia. Las órdenes del gobierno de George W. Bush eran precisas: no había que mostrar cadáveres y estaba prohibido difundir imágenes de rescatistas llorando.
Estados Unidos tenía que demostrarle al mundo que era una potencia y que el ataque los fortalecía aún más. Pero Sonnenfeld vio algo que no debía y su vida cambió. De la tranquilidad en su cada de Denver pasaría a vivir una odisea que empezaría con la muerte de su mujer, seguiría con la persecución y terminaría como un refugiado en la Argentina.
Lo que vió:
Dentro de la zona donde se derrumbaron las torres, se encontraba el Edificio Seis. Ahí funcionaba la Casa de la Aduana de los Estados Unidos y había a varias agencias del gobierno federal. Su misión principal era controlar quién y qué entra y sale de los Estados Unidos. Pero también se trabajaba para combatir el narcotráfico, el lavado de dinero, el tráfico de armas, el terrorismo y el crimen internacional organizado.
Enfrente del Edificio Seis, estaba el siete, que se derrumbó misteriosamente. Ahí funcionaban grandes oficinas del servicio de inteligencia, el FBI y otras agencias de importancia. Todo lo allanado y secuestrado por estas agencias federales de los dos edificios, se guardaba en una gran bóveda ubicada en el subsuelo de la Casa de la Aduana.
Cuando la Torre Norte cayó, el Edificio Seis fue aplastado por las miles de toneladas de concreto y acero que cayeron. Sonnenfeld fue el primero en meterse entre los escombros del edificio seis para tomar imágenes.
- ¿Qué vio en el Edificio Seis?
- Allí descubrimos la antecámara de seguridad a la bóveda, dañada y llena de trozos de concreto y losas de cielorraso caídas. Al fondo de esa oficina de seguridad estaba la ancha puerta de metal de la bóveda, y en la pared de al lado, un teclado numérico para ingresar la combinación. La pared estaba resquebrajada y la puerta parcialmente abierta. Así que miramos adentro de la gran bóveda con nuestras linternas y salvo varias hileras de estantes vacíos, no había nada excepto polvo y escombros.
- ¿Quiere decir que la bóveda fue vaciada antes del ataque? ¿que el gobierno ya sabía lo que iba a pasar?
-Sí, la bóveda tuvo que ser vaciada antes del ataque. El Edificio Seis fue evacuado doce minutos después de que el primer avión se estrellara contra la Torre Norte. Enseguida las calles se atascaron. La bóveda tenía 15 metros cuadrados según mis cálculos. Se hubiera necesitado más de un camión para retirar tan variado y sensible contenido.
- ¿Cuál es tu teoría sobre el ataque a las torres?
- Al más alto nivel del gobierno norteamericano tenían necesidad de una guerra, había tantos intereses creados, que sabía que el ataque iba a suceder y dejaron que sucediera. Después de analizar los hechos, distintas evidencias y las investigaciones de distintos especialistas, estoy en condiciones de decir que hasta colaboraron para que sucediera.
- Otro de mis roles primordiales era estar presente y filmar cuando se realizara el hallazgo de las cajas negras, que debían ser cuatro: dos por cada avión. Lo extraño es que no se encontró nada, ni siquiera una mínima parte integrante. Entonces supuestamente se evaporaron. Pero las ruedas del tren de aterrizaje sobrevivieron y muchas partes de aviones también lo hicieron aunque no estaban diseñadas para sobrevivir, como si lo estaban las cajas negras.
¿Además vio otras situaciones extrañas?
La misteriosa caída del Edificio Siete
El á del World Trade Center hizo implosión el 11 de septiembre, nueve horas después de que los aviones de American Airlines se estrellaran contra las Torres Gemelas. El edificio no fue atacado por ningún avión y había sufrido daños menores cuando las torres colapsaron.
Los investigadores de FEMA culparon a pequeños focos de fuego por el derrumbe, aunque reconocieron que había que investigar más. Sonnenfeld cree que una implosión lo tiró abajo.
- ¿Qué sabe sobre el Edificio Siete?
- La estructura entera se desmoronó en 6,5 segundos y cayó prolijamente de manera vertical. La caída dejó una pequeña pila de escombros y los edificios que estaban al lado quedaron relativamente ilesos.
-¿Qué explicación le encuentra a su caída?
- No hay ninguna explicación. Supuestamente un simple fuego destruyó las vigas y el edificio se cayó. Si eso hubiera pasado no hay explicación física que justifique por qué todas las vigas cedieron al mismo tiempo y cayeron con tanta precisión.
- ¿Qué funcionaba ahí?
Después del 11 de septiembre se descubrió que estaba oculta la estación clandestina más grande de la CIA fuera de Washington. Era una base para espiar diplomáticos de las Naciones Unidas y para conducir misiones antiterroristas y contraespionaje. Además había otros importantes agencias federales. No había estacionamiento subterráneo ni bóveda. Por eso todo se guardaba en el Edificio Seis. Y lo que había allí sólo lo sabían unos pocos.
1 comentario:
Para ahondar en los engaños del 11-S, nada mejor que un libro ya clásico: "La gran impostura" (Ningún avión se estrelló en el Pentágono).
Autor el conocido Thierry Meyssan.
Fibrilatus.
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