Me valgo sólo del título de la película de Luis Buñuel, para coincidir plenamente con una reciente nota de Alfredo Zaiat, de la que cito los siguientes párrafos:
Burguesía fallida argentina:
“En una economía capitalista la burguesía desempeña un papel central, y en términos históricos fue revolucionaria al desplazar el régimen feudal. Pero también lo ha sido en el desarrollo de las fuerzas productivas con innovaciones e inversiones que fueron alterando el sistema de producción y el orden social, expandiendo sus fronteras hasta lugares remotos del planeta. Es abundante la literatura acerca del comportamiento y características de las clases dominantes. La de Argentina actúa como cualquier otra que busca maximizar ganancias y su acción no está determinada por razones “culturales”, vinculadas con corrientes inmigratorias o creencias religiosas, como sostienen ciertos especialistas. Pero lo cierto es que los grandes industriales son parte importante del fracaso del desarrollo económico local a pesar de contar con el apoyo de gobiernos de distinto origen. A pesar de recibir amplios y diversos beneficios fiscales y financieros no pudieron ser un agente dinámico de un modelo de acumulación competitivo.
Un sendero a transitar para tratar de comprender ese comportamiento remite a evaluar a esos industriales como un sector rentista. Esta característica tuvo una espontánea manifestación con la venta al mejor postor de sus empresas en los últimos veinte años, para girar parte de esos fondos al exterior y otra para volcarlos a la compra de campos y a la producción agropecuaria. Esto impulsa a considerar que la existencia de una “burguesía fallida” está asociada a un modelo de desarrollo latifundista, con rentas extraordinarias obtenidas por las ventajas comparativas a nivel internacional del campo argentino, que terminó conformando una clase dominante periférica y dependiente. Esto explicaría la vocación por la especulación financiera, la imposibilidad de constituir una base industrial medianamente desarrollada pese a los millonarios subsidios otorgados por el Estado y la tendencia a reorientar excedentes a la compra de campos y a la actividad agropecuaria.
El economista Andrés López escribió el documento Empresas, instituciones y desarrollo económico: un análisis general con reflexiones para el caso argentino, publicado en el Boletín Techint (Nº 320, mayo-agosto 2006), que es muy ilustrativo para acercarse a la complejidad de la burguesía nacional... que debido a su carácter rentístico o especulativo no fue capaz de liderar un proceso de acumulación basado en la innovación y la inversión en capital físico y humano. Por el contrario, se limitó a aprovechar las oportunidades que se presentaba en cada una de las fases de la economía en distintos momentos de la historia reciente. Hoy, por ejemplo, ya explotó el ciclo de elevado crecimiento que permitió la megadevaluación y pesificación, socializando pérdidas a costa del resto de la sociedad, y busca ahora una vía rápida de ajuste para sostener su comportamiento especulativo” (otra devaluación, por ejemplo)
Burguesía fallida tucumana:
Las conclusiones a las que arriban Zaiat y el economista López son referidas, obviamente, a la generalidad de la burguesía nacional. Sin embargo, describen con quirúrgica certeza la actualidad de las “familias tradicionales” tucumanas, que supieron vivir su época de gloria a principios del siglo XX, cuando detentaban en propiedad la totalidad de los ingenios provinciales, escribían constituciones provinciales, manejaban la justicia, el ejecutivo, las escribanías y hasta creaban
¡Qué tiempos aquellos! Las doradas épocas en que todo coincidía: poder hegemónico político - económico del republicanismo. Tucumán atendido por sus propios dueños.
Hoy esa burguesía fallida tiene dos problemas:
1) El principal, según ellos: el populismo en el poder.
2) El verdadero: ya no son dueñas de los medios de producción en Tucumán, ni siquiera de los bancos ni los principales comercios. FRACASARON. Sea por comodidad o por incapacidad, se refugiaron en la actividad agropecuaria o en la especulación financiera. Y conservaron núcleos duros de poder (muy ideologizados) en sectores de la justicia, escribanías, educación superior y corporaciones conservadoras.
Actualmente suelen amontonarse (literalmente) en las periódicas conferencias que brindan en Tucumán algunos de sus ídolos: Morales Solá, Nelson Castro, Marcos Aguinis, Abel Posse, Tomás Eloy Martínez, etc. Con la particularidad de que todos esos conferencistas son presentados por un mismo historiador (especialista minucioso, obvio, en el pasado de las familias tradicionales tucumanas). Todo “muy conveniente” e insospechado de promiscuidad con el populacho clientelar.
Se llegará al “climax” cuando alguno de sus miembros presente un libro en el Jockey Club o en el centro cultural Rougés. Por ejemplo: “Populismo: el cáncer de los pueblos” Digamos que ese título ya garantizará una página de fotos a todo color de los asistentes a la presentación en el principal matutino local. Lo que Buñuel llamaba “El discreto encanto de la burguesía”. Eso sí, periférica, dependiente y rentística. Pero bueno, es lo que hay…
6 comentarios:
Excelente lo que escribiste!! Coincido plenamente. Creen que los gobiernos populares son los equivocados, pero la burguesía en nuestro país es como vos la describís, son además vagos, como lo señaló un ministro refiriéndose a uno de sus representantes.Y yo agregaría corruptos por definición.Nunca les interesó la patria, a pesar de que se creen muy patriotas como buenos representantes de la derecha.
Desgraciadamente gran parte de nuestra clase media se identifica con ellos.
Cariños Sofía
Bueno, mientras iba leyendo iba pensando un comentario sobre la reformulación y el reacomodamiento burgués. Acá en el chaco pasa lo mismo.
Pero me sacaste el pensamiento y las palabras de la boca. Claro, la burguesia se ha pertrechado detras de esos idolos sin escrúpulos, esos mercenarios de la información, a partir de los cuales quieren recuperar su lugar de hegemonia. Un abrazo
Un gran post.
Más allá de lo obvio del fracaso de nuestra elite o nobleza, que hasta perdieron el control del diario en el que son abonados en las fotos de sociales, entraste en lo que creo es uno de los grandes debates pendientes.
La crisis de la burguesía nacional nos obliga a revisar viejas cuestiones referidas al desarrollo y la contrucción de un país para todos los argentinos.
Tema para el 29J.
Huy, fantástico, un bisturí. Felicidades
Muchas gracias Sofía, de vierdi man, Tucu y Osvaldo.
Muy impresionante el dato de que la fotografía de la burguesía chaqueña sea la misma que en Tucumán.
Veo que el tema estaba en el imaginario colectivo y que sólo hacía falta debatirlo.
Un abrazo.
Anoche mencioné en un par de listas al historiador fetiche de la Derecha liberal argentina, Jose Ignacio García Hamilton.
Yo leo pocos libros en papel pero miro mucha TV y leo casi un 90% por la Net, así que lo tenía debido a su paso por incontables programas liberales en el cable.
Ahora me entero que se murió. Pero lo interesante eran las necrológicas.... yo no sabía que era tucumano, y no sabía que estaba relacionado con La Gazeta de Tucuman (del cual fué su director).
La pregunta del millón es... ¿quién ocupará su lugar ahora para las Malús Kikuchi, los Jose Benegas, los Mariano Grondona y los Roberto Cachanoskys??
FC
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