La clase media porteña está entrando de lleno en el primer mundo: al menos de manera efímera.
La apariencia manda. Y ahora que pasó el boom de los cacerolazos de teflón, se puso de moda el glamour con fecha de vencimiento: los que no tienen sembradas unas hectáreas de soja, al menos ahora tienen a su alcance la posibilidad de alquilar carteras y joyas super caras por un par de días.
Dicen que la moda surgió por un capítulo de la serie Sex and the City, que publicitaba esta posibilidad de felicidad consumista. Y en Buenos Aires demoraron muy poco en poner en alquiler el catálogo completo de la serie Sex and the City: carteras de u$s 10.000 por $ 500 de alquiler.
La apariencia manda. Y ahora que pasó el boom de los cacerolazos de teflón, se puso de moda el glamour con fecha de vencimiento: los que no tienen sembradas unas hectáreas de soja, al menos ahora tienen a su alcance la posibilidad de alquilar carteras y joyas super caras por un par de días.
Dicen que la moda surgió por un capítulo de la serie Sex and the City, que publicitaba esta posibilidad de felicidad consumista. Y en Buenos Aires demoraron muy poco en poner en alquiler el catálogo completo de la serie Sex and the City: carteras de u$s 10.000 por $ 500 de alquiler.
Es lo que faltaba. Las otras opciones ya estaban disponibles en la web: alquiler de departamentos de lujo en Puerto Madero por un día o la más antigua de alquiler de autos de lujos.
Como dice el tango: no quieren quedarse “con la ñata contra el vidrio”. Y bueno… así entendieron el grito de Héctor Alterio en la película "Caballos Salvajes": “la puta que vale la pena estar vivo…”
Por suerte, ya les llegará la hora de sentirse solidarios de nuevo: habrá que esperar hasta el próximo paro del campo nomás…
2 comentarios:
¿Qué se puede esperar de un país, cuya clase dirigente se identifica con los "descamisados" y es propietaria (no alquila) autos de lujos, departamentos en Puerto Madero y Carteras de varios miles de dólares?
Muchas veces coincidimos, pero no en esto. La banalidad nos sofoca a todos.
Quien este libre de pecado puede arrojar la primera piedra.
Francisco, la verdad que no aspiré nunca en mi vida a estar libre de pecado, no soy tan aburrido.
Pero, humildemente, me reconforta no ser una persona frívola y, menos aun, aspirante al glamour efímero.
De allí que critico esos "objetivos de vida" sean que correspondan a una clase media que corre detrás de las apariencias o a nuestra clase dirigente, sea política, empresarial o sindical.
Un abrazo.
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