jueves, 15 de septiembre de 2011

SIGUEN LOS EXITOS DE LA OPOSICIÓN VECINALISTA PORTEÑA

"Por sus frutos los reconocerán" nos dicen todos los predicadores bíblicos. De la oposición podría decirse lo mismo con sólo hacer un raconto de sus fotos en el Congreso: todas prolijamente armadas para ser tapa de Clarín al día siguiente. Miren algunos de los papelones que llevan registrados:




 Ésta en defensa de Fibertel es una de mis preferidas:


Y la de hoy:


¿Saben que tienen en común TODAS esas fotos y varias más? LA MANO que las mueve: la de Magnetto y sus columnistas dominicales, con una estrategia inmutable a pesar que el paradigma del que parten ya no existe más: LAS TAPAS DE CLARÍN NO LE MUEVEN UN PELO A NADIE. Mejor dicho, sí: a la mitad de la ciudad de Bs. As y a un puñado de argentinos repartidos por el país.
Al resto de los argentinos poco y nada les interesa esas imágenes pobladas de rostros poco creíbles y hasta siniestros. Montajes donde los actores principales se van corriendo del lente de la cámara cuando irremediablemente cumplen su ciclo y pasan a la categoría de ex empleados jubilados: Carrió, Pino Solanas, Cobos, la Giudici, los Sanz o Morales y los futuros integrantes de la nómina del Anses: la Bullrich, chiche Duhalde y la esposa de Barrionuevo.
El resto, el pueblo, tiene en claro algunas cosas importantes: les va mejor, sienten que en los últimos años el Estado se ocupó de ellos de una u otra forma y tienen cierto optimismo cuando miran su futuro y el de sus hijos. Eso es todo. Pero quieren defenderlo. Necesitan hacerlo. Y lo único que tienen es el voto.
¿Saben a cuantos tucumanos o catamarqueños les importa la tapa de Clarín, de la revista Noticias o lo que dice Magdalena Ruiz Guiñazú en Radio Mitre o Nelson Castro en TN? Acertaron: ¡a poquísimos! Les digo más, ¿Saben cuantos ejemplares vende Clarín en Tucumán? aproximadamente 1000 por día. ¿Entendieron? Clarín es un diario esencialmente porteño que supo tener una gran importancia simbólica e influencia política en el interior del país que hace rato perdió casi en su totalidad. Hoy por hoy Clarín sólo sirve para agitar el microclima político porteño y escandalizar a señoras PRO de Palermo y Belgrano.
Magnetto incendió la credibilidad del buque insignia (el diario Clarín), la fuente real del poder político del multimedio, en el altar de defender los negocios "anexos" del Grupo: Clabevisión, futbol de primera, fibertel, expoagro, etc., etc., etc.. Por eso hoy se encuentran en un callejón sin salida y repiten una y otra vez las mismas tácticas y estrategias que corresponden a otro país, a otro momento histórico, mientras Julio Blanck se asusta (literalmente) por como mide Cristina en el conurbano. Pobres tipos. Pensar que alguna vez fueron periodistas.
Nada cambiará. Hoy Magnetto se reduce a un lobbista porteño y su canción preferida es una de José Velez que dedica todos los fines de año a sus fieles seguidoras: Carrió, Giudice, Morandini, Stolbizer, "Chiche" Duhalde, Camaño y Bullrich:

1 comentario:

ram dijo...

Tal vez, y como complemento a esta cuestión, haga falta ocuparse un poco de algo que está pasando más o menos impunemente.
¿Puede - o debe - un señor que quiere ser presidente del país, dejarse retar y basurear por una cheta mal educada? - El hermes con la magdalena, claro.
Y a la vez y como consecuencia del reto, cambiar por completo su posición?
El tipo quiere ser presidente y un presidente tiene que hacerse cargo de cuestiones y personajes mucho más jodidos que un esperpento mal cogido.
Digo, si uno fuera argentino y binnerista, es para tenerlo en cuenta, no?