lunes, 27 de junio de 2011

LA VENGANZA DEL PIRATA CORDOBÉS


Alguien lo tiene que decir. Lo confieso: disfruté el descenso de River. Y no soy de Boca ehh... por el contrario: hasta hace un poco más de un año era simpatizante (nunca fui un hincha) del mismísimo River Plate. Dejé de serlo cuando acompañé al decano tucumano (mientras estuvo en la A) al estadio monumental de Nuñez. Allí me di cuenta que no tenía nada en común con esos (los auténticos) hinchas de River: el mal trato a la entrada y a la salida fue lo de menos. Ya mientras caminaba al monumental (iba con un amigo sin nada que nos identifique como tucumanos) pude palpar el desprecio de los plateístas por esos "tucumanos muertos de hambre". En el interior del estadio los cánticos de los borrachos del tablón y plateístas no eran muy distintos. Todos los amigos tucumanos que conocía como hinchas de River, dejaron de serlo ese día.
Gerardo Fernandez (un porteño hincha de River) atisba algo, pero no alcanza a dimensionar por dónde va la cosa cuando dice:
"Algo me hace sospechar que podemos estar expuestos a caer en una visión noble y cándida pero carente de todo sustento pues sería conceder que River es un fenómeno exclusivo de la ciudad de Buenos Aires cuando todos sabemos que sus seguidores se despliegan a lo largo y ancho del país. Creo que en realidad esto a puesto a flor de piel una serie de cuestiones pendientes y no debidamente saldadas entre el interior del país que, a juzgar por este brote federal, evidentemente tiene muchas facturas que pasarle a la capital"
Gerardo, fijate bien: ¿algún periodista porteño reclamó sanciones para River porque sus hinchas rompieron el alambrado en Córdoba e ingresaron a la cancha? ¿Te imaginás las sanciones que nos aplicaban si los que entraban eran tucumanos en el monumental o la bombonera? Además todavía estarían en cana, incomunicados y demonizados por Perfil, Olé y TN al unísono.
Cada vez que un equipo del interior del país asciende a la A tiene dos grandes problemas:
1) el promedio, creado para favorecer a los grandes (que necesitan 3 años de tragedias, como el caso River, para descender), y perjudicar a los equipos recién ascendidos que deben hacer grandes campañas en su primer año para sostenerse. Los promedios no existen en ningún lugar del mundo.
2) los arbitrajes favorables, siempre, a los grandes. Te van metiendo en un arco cobrándote todas en contra y para que te cobren un penal a favor tienen que pegarle un tiro al delantero en el área. Todo eso lo sufrieron los equipos tucumanos cuando ascendieron (y descendieron, obvio).
Gerardo, es cierto que en el interior del país está lleno de hinchas de Boca y River. Sin embargo, te cuento algo: el viernes pasado en un asado de amigos (varios de ellos hinchas de River), tan sólo uno de los 15 que estábamos allí se mantenía "fiel" y quería que no descienda. El resto de "los hinchas de River", y ni te cuento los que no lo eran, quería que gane Belgrano. Querían verlo a River en la B: que los porteños se traguen su orgullo, que por una vez "el grande" muerda el polvo, que se dé vuelta la taba de los promedios y "las ventajas deportivas". Al carajo: que vengan a jugar a Tucumán, Paraná, San Juan, Corrientes, Jujuy, Puerto Madryn y adonde les toque.
Y del plus mediático ni te cuento: ver el tonito sufrido e histérico de los Rial, Majul, Longobardi, Costa Fevre, Recondo, Beto Alonso, etc, NO TIENE PRECIO.
Por eso, amigo Gerardo, disculpame pero me siento bien.
Abrazo.

6 comentarios:

Flavia dijo...

Yo también lo disfruté pero no por mala leche sino por las mismas razones que las tuyas, Y soy bostera y porteña. Pero eso dejalo de lado, mis causas reales son esa agrandada sensación de superioridad de los clubes grandes porteños.
Nunca entendí porqué alguien de cualquier provincia era de Boca, River o Independiente y "además" del club local. No tenía sentido.
Creo que viene de la época que se jugaba el Metropolitano (sólo los de la ciudad) y el Nacional (donde jugaban los de la ciudad más algunos del interior) y la gente se volcaba a simpatizar por los grandes del fútbol nacional casi por obligación pero que nunca los representó. Los grandes del Nacional seguían siendo los de capital. Una aberración más de nuestro federalismo sui generis

Ricardo dijo...

Está muy bien, pero ojo, que yo también fui a verlo a San Martín en la Ciudadela con Zapla de Jujuy y les gritaban jujeños muertos de hambre y "nunca vieron tanta gente" o "acá conocieron el agua caliente".
Nosotros, los tucumanos, estamos considerados los porteños del NOA y te digo porque viví muchos años en Jujuy.

Abrazo, Aldo, aunque hayas disfrutado nuestro descenso. Snif.

Omar.- dijo...

A la mierda que estuvo lindo este post che, coincido Aldo,q los
porteños muerdan el polvo una vueltita por lo menos. Ahora vamos a ver asi como dicen nuestros amigos de 6,7,8, mismo caso de distinta vara, a Nueva Chicago por mucho menos en cuanto a incidentes y despelote le descontaron 18 puntos y le suspendieron la cancha 6 fechas, vamos a ver... Abrazo.-

Casta Diva dijo...

Soy de River pero coincido en la mayoría de las cosas que decís. Obviamente no quería que River descendiera, pero hace años que vengo viendo la decadencia futbolística de mi club (y del "fútbol de primera" en general).
Supongo que el ver sufrir a un tipo tan repugnante como Recondo o como el forro de Alonso me ha blindado o quizá tenga puesta mi pasión en otras cosas que me hacen más feliz. Por ejemplo, el sábado estuve pendiente del futuro vice y después no me fui a dormir tranquila pensando en si llegarían a tiempo para presentar la lista (en la provincia de Bs. As. COLINA quedó afuera por presentarse fuera de término).

Omar, deben sancionar fuertemente a River, pero no digas que la situación fue la misma que la de Nueva Chicago porque recuerdo que en ese caso alguien del club los dejó entrar a la cancha a los hinchas para que hicieran lío.

En CN23 mostraron imágenes de los destrozos y alguien dijo que se robaron trofeos y papeles del club. Me gustaría que alguien investigara eso porque es muy sospechoso.

Anónimo dijo...

Por eso la Selección no es más que un reflejo de todo este trasfondo decadente de nuestro fútbol.

Fibrilatus.
España.

Daniel H. Olivau dijo...

Mi voto es no positivo para este post... creo que eso lo escuche... En fin. Generalmente coincido con Ud. pero en esta no.

Lo escribí más extensamente en mi espacio, pero resumiendo: Se plantea en lineas generales que venir a Tucumán o a Corrientes es como viajar a Somalía.

Humor o no, se contribuye a ese ideario de vergüenza por jugar en un estadio de Madryn o San Juan, en lugar de que lo tomemos como un hecho natural. Me estoy extendiendo, la corto.

Disfruten el viaje.