miércoles, 26 de enero de 2011

TORMENTAS EN TAZA DE TÉ



Digamos la verdad: el verano político pinta aburrido. No pasa nada. Los blogs tienen que extremar su imaginación para atraer a escasos lectores que tienen su libido en otra cosa. Por suerte. Y así lo refleja Geraldinho que, sin embargo, le da un alegrón a este bloguero al ubicarlo en el puesto 31 del ranking nacional de blogs mas o menos K

Y es que la oposición político- mediática - campestre no encuentra por donde entrarle a Cristina. Están muertos y enterrados los discursos apocalípticos, de calidad institucional y de corrupción insoportable que algunas vez le dieron de comer a Carrió, Marcos Aguinis, Morales Solá y sus salieris. Asistimos hace unos días a la etapa de prueba con el discurso "del orden", pero todo indica que los resultados fueron previsiblemente decepcionantes en un mercado de argentinos preocupados por salir de vacaciones. Como no pueden entrarle "al modelo", optaron por convalidarlo y cuestionar sus alrededores: la inseguridad.

Otra muestra de impotencia la proporciona la cada vez más patética "Mesa de desenlace" campestre. Buzzi y Biolcatti amenazan con desplazar a Carrió en su papel de opositores que terminan siendo funcionales al oficialismo. Y es que el escenario actual torna imposible instalar en el sentido común de la gente lo que consiguieron en 2008: identificar "al campo" y a "la patria" con los patrones rurales sojeros que se la llevan con pala. Mejoró demasiado la situación de los pequeños productores y de otras actividades como la ganadería, la lechería, etc.
De allí que Buzzi termine convocando a un tractorazo contra Cargill, acusándolos de levantar aun más plata que ellos. Lo cual es real (y el Estado debe tener mayor intervención en eso) pero políticamente hablando no conmueve a nadie, ni siquiera a Biolcatti ni a Mariano Grondona. ¡Houston, tenemos un problema!

Basta leer algunas reflexiones de columnistas del diario La Nación durante este enero estival, para percibir la desesperanza que los embarga:
"La crisis de la oposición no se limita a las desinteligencias entre sus dirigentes frente a la forma de dirimir las candidaturas y a su posición sobre las primarias abiertas previstas para agosto. Las primeras propuestas de gobierno dan cuenta, en no pocos casos, de una escasa audacia para diferenciarse del Gobierno. Ni Sanz ni Alfonsín ni Duhalde sueñan con reprivatizar Aerolíneas. Tampoco desechan la posibilidad de utilizar las reservas del Banco Central ni piensan dar marcha atrás con el programa Fútbol para Todos. Claro que todos prometen ser más prolijos a la hora de hacer las cuentas. Pero algunos pueden ver esto como una forma de hacer kirchnerismo con estilo renovado.
Tal vez haya detrás de esas definiciones en la oposición un reconocimiento de que una porción no menor de la población, cuyo voto no se quiere perder, condena ciertas formas autoritarias del oficialismo, pero pretende seguir gozando de las dádivas del Gobierno, al tiempo que valora positivamente el intervencionismo estatal, la fuerte presión impositiva (para los demás, claro está) y la idea de la redistribución de la riqueza (aunque lleve a crear cada vez menos riqueza).
Las dificultades de la oposición para generar una alternativa poskirchnerista están a la vista. Sólo se advierte con claridad en el arco opositor una mayor sensibilidad por el tema del orden público, frente al estado de anomia característico del período kirchnerista. La inseguridad es el talón de Aquiles de Cristina; la oposición debe demostrar que tiene el antídoto"
La nota de Carlos Pagni parece calcada, aunque con el siguiente título: “La posibilidad de que el modelo se haga reelegir” :
"Si la agenda del Gobierno está muy envejecida, la de la oposición todavía no ha llegado a formularse. A pesar de que los candidatos consultan a economistas y abren fundaciones, es muy difícil localizar hoy un equipo que esté elaborando un programa alternativo al del kirchnerismo y, sobre todo, que esté diseñando la estrategia política capaz de llevarlo a cabo. Ernesto Sanz, el presidente de la UCR, ilustró esa dificultad el miércoles pasado, al confesar en este diario que él imagina un Banco Central "desarrollista", y que mantendría a Aerolíneas en manos del Estado -olvidó que, dicho sea de paso, todavía no fue estatizada-. Conviene aclarar: Sanz es, para el neoalfonsinismo, "el candidato del establishment".
El fenómeno excede en mucho el caso de Sanz. Por improvisación, por falta de convicción, o por temor a enfrentar lo que se presume como un consenso social mayoritario, en el país todavía no ha aparecido un discurso de ruptura con la organización de la economía que propone el kirchnerismo. La preservación de la moneda, el estímulo a la inversión, la creación competitiva de riqueza, el regreso a los mercados de crédito, el aliento a la creatividad privada carecen todavía, aún en sus modulaciones socialdemócratas, de una voz y de un programa. Esa ausencia pinta un cuadro inesperado. La posibilidad de que, más allá de lo que le suceda a la Presidenta, sea "el modelo", con todos sus achaques, el que logre hacerse reelegir"
En realidad, "el cuadro inesperado" que perciben Pagni y Laborda es que la mayoría de la gente apoya "el modelo" y que no hay con qué darle a eso hasta octubre de 2011, por más que se gasten criticando a los discursos y las carteras de Cristina, o al "protagonismo" de Florencia Kirchner en las giras internacionales, o que apelen al discurso del orden.

Ante esa comprobación, todo el establishment sale corriendo nuevamente a buscarlo a Scioli que, sin embargo, tiene entre escaso y nulo margen para dar batalla a Cristina. Y muy probablemente no tenga ni siquiera la intención.

Todas las operaciones de la oposición política – mediática – campestre se parecen demasiado a tormentas en taza de té.

Ahora bien, ante este cuadro de situación caben dos alternativas para el gobierno:
1) decidir no correr ningún riesgo y mantener el rumbo del barco sin generar cambios de importancia hasta las elecciones, o bien
2) avanzar, desconcertar al rival, aplicar el manual de Néstor: dejarlos con la opereta de la candidatura de Scioli en el aire y ponerlos de nuevo a la defensiva con una movida que los muestre como lo que son: un bloque conservador de derecha.
Propongo que le rompamos la taza de té.

 
Como siempre, Cristina tiene la palabra.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto es tremendo: "Tal vez haya detrás de esas definiciones en la oposición un reconocimiento de que una porción no menor de la población, cuyo voto no se quiere perder, condena ciertas formas autoritarias del oficialismo, pero pretende seguir gozando de las dádivas del Gobierno".

¡Que gorilas de mierda!

Abrazo.

Ariel dijo...

Estaba escribiendo justamente un post sobre esto de que no pasa naranja, el tema es que estando así entramos un poco en zona de peligro... desmovilización, disminución de la discusión... peleas de progres vs. peronistas... no me deja muy feliz. Creo que está faltando justamente levantar la puntería e ir por más: ley de entidades financieras? Sé que es año electoral, pero no sé si la desmovilización/desmotivación porque no hay quién siquiera discuta no es más peligrosa que una pelea justa. Saludos.

Anónimo dijo...

Creo que muchos compartimos la acción de acelerar con mas derechos y demostrar todo el poder que contiene esta etapa de CFK, ganadora en primera vuelta y sin contricante a la vista.

Lo jodido de esto es que las camaras estan mas que complicadas y en año electoral cada voto a sumar nos somete a un regateo desgastante.

Si, se puede construir lo operativo desde el ejecutivo, aunque nos lloveran las lagrimas opositoras por la falta de institucionalidad y esa pavada retorica que siempre hacen.

No creo que CFK se duerma, no es su estilo, haciendo la plancha.

Y espero que nos sigua sorprendiendo como hasta ahora.

Tambien será bueno que nos dejemos de joder, nosotros los militantes, simpatizantes, adherentes, etc, empecemos a proponer y empujar iniciativas.

Que la opo esta perdida en su lodazal, que no puedan esbozar un plan, ni costruir una alternativa es solo porque no pueden confesar que harán si son gobierno ya que no los votan ni su hijos.

Y los "mierdos independiente" están completamente deshauciados, viendo como se les cierra la puerta a sus demandas neoconservadoras.

Abrazos, Daniel 7