Hace unos días, le pedí a Fibrilatus, un casi español a esta altura, que me hiciera una crónica de la realidad española. Y es que el material periodístico tradicional al que normalmente tenemos acceso en Argentina no me convencía para nada: los diarios españoles tradicionales (El País, El Mundo, ABC) están muy sesgados por la defensa de sus propios intereses. Además, muy preocupados por criticar al populismo latinoamericano, no producen análisis creíbles de su propia actualidad. Tampoco los diarios argentinos echan mucha luz últimamente sobre la realidad española.
De allí que considero de una gran valía, y muy oportuno, este post de Fibrilatus. A través de su lúcida mirada, cualquiera podrá asomarse a la península ibérica y su rico y preocupante presente. Allá vamos:
No veo otro país europeo con tantas contradicciones, futuro incierto y poca previsibilidad como España en este momento. Si analizamos su situación actual es harto difícil el poder concretarla y simplificarla. Lo intentaré con diferentes apartados, que como es lógico se entrelazan entre ellos y se interrelacionan:
EL ASUNTO ECONÓMICO: la crisis parece haber tocado fondo. Se ha desacelerado la imparable desocupación (factor desestabilizante y esencial en la variante española de la crisis internacional). Siguen habiendo deslocalizaciones, regulación de plantillas en grandes empresas pero a un ritmo mucho menor. La única opción real de combatir esto es aumentar la asistencia social a los desocupados, crear planes de obras públicas de pequeña entidad y algunas grandes, etc… No vemos acción alguna de profundidad.
Los bancos siguen restringiendo el crédito (han usado todo el dinero público para sanear sus activos “sucios”, cuando la intención era otra), el consumo no se activa por falta de financiación y miedo al futuro laboral (tenemos récord de ahorro familiar ahora), el Estado ha entrado en déficit peligroso y necesita combatirlo con más impuestos y menos gasto, el euro sigue fuerte frente al dólar con lo que ayuda a la factura petrolera pero no a la exportación, el precio de la vivienda no baja todo lo que debería bajar (el motivo principal es que los bancos son las principales inmobiliarias. No bajan los precios porque constarían como “pasivo” para ellos y se trastoca el balance. Es decir, si tienen una casa valorada en 200.000 euros que nadie compra es para ellos un “activo”. Si la venden por 120.000 euros que debe ser su valor real, les consta como 80.000 euros de “perdida”).
Los sindicatos ni hacen ni pueden hacer nada. Saben que una huelga y otras formas clásicas de lucha son ineficaces en el contexto actual y encima les echarían la culpa de fastidiar la producción y destruir la “paz social”.
Los empresarios, siempre cortos de vista, sólo perciben como solución el despedir gente para sanear resultados y bajar costes, pedir mora de impuestos y despido libre (con la “promesa” de contratar gente. ¡Y eso en un país con récord de desempleados y con casi 30 modalidades de contratos de trabajo temporal!). Y, como siempre, quejándose de la baja productividad y competitividad (como casi siempre de esta premisa resulta que vos trabajas más por menos guita y el beneficio y ganancias del empresario se mantienen o aumentan).
Sin embargo, la superestructura de “expertos” y economistas en general, han cambiado el discurso neocon por la jardinería: “brotes verdes”, “capullos a punto de florecer”, “la mala hierba del déficit estropea el césped económico”, etc… Realmente patético. Y trágico.
El ASUNTO POLÍTICO: esto es más entretenido. Empecemos por los pequeños: los partidos nacionalistas siguen con su postura provinciana de yo quiero esto, por qué le dan aquello al otro, yo sufro más, yo contribuyo más….. Todo ello dirigido a sus parroquianos locales (catalanes, vascos, andaluces……) para mantener sus prebendas y su influencia en su comunidad y punto. A la hora de la verdad, se venden siempre al mejor postor: te doy esto si votas conmigo. Es decir, parecen diputados correntinos.
La izquierda más “auténtica” sigue clamando en el cielo, predicando en el desierto y sólo capaz de influir en asuntos secundarios.
El PP, principal partido opositor y alternativa teórica, está sumido en una guerra interna feroz (Esperanza Aguirre versus Mariano Rajoy). Se pelean por cualquier parcela de poder disponible. Es decir, Rajoy no es el líder absoluto y no sabemos quién manda. Sí sabemos que el referente interno del partido, de sus militantes y de sus votantes es el Sr. Aznar. Héroe neocon y de la foto de las Azores. Agazapado en
No está mejor el Presidente Zapatero y su partido. Zapatero no vio o no quiso ver la crisis. Cuando llegó no sabía qué hacer y empezó a dar golpes de ciego, para intentar dar la imagen de combatiente. Esto le ha llevado a un presidencialismo excesivo, se ha rodeado de ministros mediocres en lo técnico y en lo político y, por lo tanto, sumisos. El partido que lo apoya desorientado y no entiende nada. Otro caso de supuesta esquizofrenia (aunque yo sospecho que perfectamente calculada): promuevo nuevas leyes laicistas (quitar religión en las escuelas), mejorar la ley del aborto (derecha decimonónica e Iglesia enseguida en contra), al tiempo que destina más recursos a la jerarquía católica. Decide aumentar los impuestos para fomentar el gasto social en momentos de penuria y decide elevar el IVA (impuesto injusto), elevar el impuesto sobre la rentas del trabajo tocando apenas las que provienen del capital y de réditos financieros…… No se entiende nada: tarda una eternidad en dar ayudas para fomentar las ventas de autos (un sector estratégico en España), sube el IVA en turismo mientras que otros países como Francia los baja (otro sector estratégico), la agricultura (otro sector estratégico en este país) directamente no hace nada porque esto lo dirige Europa. Próximamente presidirá Europa, pero nadie entiende que hubiese apoyado la elección de Barroso (el último políticamente vivo de la ignominia de Azores) y todos tememos que apoye a Blair en el nuevo cargo pendiente de elección. No se define sobre Afganistán (cada día más parecido a Vietnam) porque no quiere desairar a Obama. Ya le costó mucho desairar a Bush con Irak (Bush no le dijo ni Hola durante sus 2 mandatos). No ha hecho caso alguno a sugerencias de ciertos sectores como crear un plan para que todas las administraciones públicas paguen a los proveedores las deudas pendientes y crear así liquidez en el mercado (se lo pidieron las pequeñas y medianas empresas que son las que más sufren), pero no titubea en dar guita a los bancos para que luego tampoco den créditos…. En fin, puedo enumerar más apartados por el estilo.
EL ELECTOR SUFRIENTE: pasmado, indignado, desorientado, apático y desmovilizado. Y este es el elector que aún llega a fin de mes, que más o menos paga sus deudas y que aún tiene trabajo. El cagado, el desempleado, el arruinado: ¡no aparece por ningún sitio!. ¿Qué hace? ¿Dónde mierda está? ¿Es inmigrante y ya ha regresado a Marruecos, Ecuador o Colombia?. No lo sé. No tiene vida oficial.
LAS ELECCIONES: sinceramente, no puedo adivinarlo. Pero sí hay unas pautas:
El votante de “izquierda” sólo ve progresismo en cosas secundarias: aborto, educación…pero ve derecha por todos lados en lo fundamental: guita a los bancos, falta de alternativa de desarrollo tras el hundimiento de la construcción, la política de impuestos y gastos… Es el elector que puede traicionar a Zapatero. El desafecto político, la falta de política claramente social, la desorientación, la sensación de abandono de los principios, etc… promueven la labilidad de este voto. El voto de izquierda siempre es de principios, de filosofía política, de actitud social. Este voto se perderá si sigue el enfoque actual y, si encima, la corrupción afecta a cargos supuestamente “progresistas”, la suerte está echada. ¡Además ladrones! Este factor, más que la crisis en sí misma, puede costarle el poder al PSOE.
El voto de derecha es más estable. Se nutre del franquismo sociológico residual (odio a los “rojos”, moral católica, nacionalismo español, España unida, el Ejército es la reserva espiritual del país, etc…), de la clase media temerosa del futuro y egoísta (no impuestos, falta seguridad en la calle, todos los desempleados son “vagos subsidiados”, quiero mantener mi pequeña empresa….), los ricos y pobres con fervor católico (no al aborto, queremos clases de religión en la escuela…). Estos votantes son disciplinados y estables: pase lo que pase votarán al PP. Luego están algunos desengañados que no ven salida o ven incompetencia, que se sumarán.
Finalmente están los eternos “centristas indecisos” que no saben lo que quieren ni saben lo que son, pero siempre se inclinan por el status quo y la sensación de “fuerza” de un líder. Creo que también se inclinarán por Rajoy. No les importará que sea de derechas, que no haya aportado ni una sola idea para combatir la crisis, ni la desunión interna ni la corrupción. Así pues, de no suceder nada espectacular, preveo que Zapatero pierde.
EL FUTURO: no lo conozco, pero sí sé lo que temo. 2 cosas:
Una que gane el PP. Ya sabemos lo que trae: derecha cultural y social, recetas neocon, igual corrupción, considerar “comunista” a Obama, nacionalismo español…
La segunda cosa es una italianización de España. Zapatero convertido en Berlusconi (no me refiero a los aspectos “personales”), superpresidente, rodeado de corrupción, economía anárquica, sistema judicial de pacotilla, ministros títeres….. Dios no permita nada de esto.
FIBRILATUS
1 comentario:
Muy buen post!! Interesante visión sobre España.
Lorena desde Mar del Plata
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