¿POR CONVICCIÓN O POR PLATA?

La derecha argentina, desde que tengo memoria, siente fascinación por los asesores en marketing político norteamericanos. Y ahora es Ricardito Alfonsín el que se sube a la calesita y busca quedarse con la sortija.

Lo extraño del caso es que nunca, reitero, nunca, escuché decir a estos "asesores" importados nada innovador ni realmente decisivo a la hora de ganar elecciones. Lo cual es lógico porque desconocen totalmente la realidad y la historia argentina, además del sentir e intuición valorativa del argentino medio a la hora de emitir su voto.

Uno lee las notas al respecto y no puede dejar de sorprenderse por el nivel de obviedades y pelotudeces que dicen estos "asesores". ¡Y encima les pagan por eso! Veamos, al sólo fin ejemplificativo, algunos fragmentos de esta nota del Cronista Comercial:

"¿Qué tienen en común el presidente de los Estados Unidos Barack Obama y el aspirante al sillón de la Casa Rosada, Ricardo Alfonsín?. La primera relación es que ambos cuentan con los mismos asesores políticos para sus respectivas campañas electorales. 

Los analistas consideraron que el mensaje de Ricardo está bien, pero que hay que ajustarlo. Sugirieron que aparezca tomando decisiones, que se muestre con más firmeza en temas bien concretos que preocupen a la gente, explicó un hombre del riñón alfonsinista. 

En ese sentido, aseguró que Alfonsín ya había dado una muestra de liderazgo cuando, en medio de la crisis con el Socialismo, se decidió rápidamente por Javier González Fraga como su compañero de fórmula.¿?

Los analistas consideran además que el apellido del candidato es una ventaja, porque remite a la ética y la transparencia, atributos valorados por estos días. La debilidad sigue siendo la asociación de la UCR con la falta de gobernabilidad."

Todo muy desopilante. Que gasten dinero en esto sólo se explica cuando vemos un video OFICIAL (así lo promocionan) de la cumbia de Alfonsín que le produjeron sus asesores publicitarios locales:

¿Se fijaron bien el detalle de la letra? La cumbia está dirigida a una supuesta esposa, novia o amante que NO LE CREE al "militante radical" que no regrese a casa por haber estado en "un acto radical". Lógica pura la que aplica la mina incrédula. Entonces el tipo le insiste con lo "impresionante" y lo "contenta" que está la gente en los actos radicales, qué se viene el cambio en el país, que "todo el pueblo está con Alfonsín", etc, etc. Y lo mejor de todo: nunca se aclara si la mina le termina creyendo. Sólo le repite: "no te engañé, no te mentí, estaba en campaña con Ricardo Alfonsín..." 

¡Pobres asesores yanquis... la que les espera!

Algo no me queda claro Lucas: ¿los de la cumbia radical lo hacen por convicción o por plata?