PELEANDO A HORACIO VERBITSKY

Me agrandé: hoy decidí nada menos que disentir con Horacio Verbitsky, sin duda uno de los mejores periodistas argentinos, con el que normalmente tengo más coincidencias que desacuerdos.

En su habitual columna dominical analiza las posibles alianzas que se perfilan en el horizonte político argentino. Destaco tan sólo estos párrafos:

“Alfonsín expresa la posibilidad de una renovada alianza de centroizquierda, como insinuó en sus primeros comentarios después de la victoria.

“… una alianza con el sector de Martín Sabbatella sería una de las respuestas posibles del kirchnerismo ante los desafíos que podrían plantearle el centroderecha peronista opositor o cobista y/o el centroizquierda neoalfonsinista. La otra sería robustecer el vínculo con la liga de gobernadores, entre quienes se destacan el sojero tucumano José Alperovich y el minero sanjuanino José Gioja, es decir otra alianza de centroderecha. Con todo lo relativo que estas caracterizaciones tienen en la Argentina, sirven como orientaciones generales para imaginar los esquemas posibles cuyos sonidos irán reapareciendo a partir del 11 de julio”

Si bien el propio Verbistsky se encarga de señalar como relativas estas caracterizaciones en la Argentina de hoy, no dejan de ser desacertadas y antojadizas a mi criterio.

Tomemos el caso que conozco mejor: el del gobernador Alperovich. Verbitsky estigmatiza y ningunea a Alperovich como “sojero” y lo ubica a la centroderecha del arco político. Durante el conflicto campestre el "sojero" Alperovich sostuvo:

“… es in­dig­nan­te ob­ser­var la in­tran­si­gen­cia de los ga­na­de­ros y de los te­rra­te­nien­tes mi­llo­na­rios que lle­van ade­lan­te la me­di­da de fuer­za. Es el sec­tor más be­ne­fi­cia­do por la re­cu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca y por la po­lí­ti­ca cam­bia­ria de es­te Go­bier­no, que aren­ga irres­pon­sa­ble­men­te des­de las tri­bu­nas de los pi­que­tes y de los cor­tes pa­ra los que siem­pre de­man­da­ron re­pre­sión y pa­los, con exa­brup­tos y de­sa­fíos inad­mi­si­bles a un go­bier­no que siem­pre acep­tó el diá­lo­go, pe­ro que nun­ca ce­de­rá a la ex­tor­sión. El cua­dro es pa­té­ti­co y ex­tra­va­gan­te. Es una ver­güen­za se­me­jan­te fal­ta de so­li­da­ri­dad y uti­li­za­ción des­ho­nes­ta, so­li­vian­tan­do a tan­ta gen­te sa­cri­fi­ca­da y tra­ba­ja­do­ra del cam­po. Con es­to se in­ten­ta no só­lo pro­vo­car el caos y el de­sa­bas­te­ci­mien­to, si­no que se ata­ca y se des­pre­cia vir­tual­men­te a mi­llo­nes de ar­gen­ti­nos que se apres­tan a des­can­sar y tran­si­tar li­bre­men­te por las ru­tas en es­te fe­ria­do lar­go de Se­ma­na San­ta”.

Mientras “el sojero” Alperovich sostenía esto, aliados de la “centroizquierda” neoalfonsinista como Binner, Carrió, Gerardo Morales o el propio Ricardito Alfonsín le hacían el juego a la Sociedad Rural y festejaban el voto no positivo de Cobos, candidato natural de todo ese sector de “centroizquierda” hasta el año pasado.

No es común que Verbitsky se confunda tanto.

Al tratar a Alperovich simplemente de “sojero”, demuestra no conocer para nada al personaje, su historia familiar, su decidido apoyo al modelo kirchnerista en los peores momentos, ni tan siquiera el carácter de político sofisticado de Alperovich.

Veamos:

1) Es cierto que actualmente Alperovich tiene entre sus actividades privadas el cultivo de soja, pero todos en la provincia saben que su principal negocio fue siempre la venta de autos, así como todos conocen que su padre León Alperovich ya era uno de los hombres más ricos de la provincia antes de que su hijo llegara a ser gobernador.

En efecto, los Alperovich está lejos de formar parte de la “sociedad rural” de la provincia. Esta familia hizo su fortuna en el comercio, por lo que su formación ideológica está alejadísima de la que puede tener un terrateniente pampeano, como parece insinuar Verbitsky.

De hecho, para sorpresa de Verbitsky, el padre de Alperovich militó durante las décadas del 60 y 70 en el partido comunista, lo que también es un dato conocido en la provincia.

2) Si Verbitsky analizara los discursos de Alperovich desde los inicios de Néstor Kirchner como presidente hasta la actualidad de Cristina, se daría con la grata sorpresa de encontrar estos componentes:

a) Apoyo claro al modelo de país y a la gestíon kirchnerista

b) Apoyo decidido a la política de derechos humanos.

c) Apoyo a la política de unidad latinoamericana.

d) Apoyo en el congreso A TODAS las iniciativas legislativas del gobierno nacional como: asignación universal, ley de medio, pase de las AFJP al Estado Nacional, etc.

e) Su esposa, la senadora Beatriz Rojkés de Alperovich, ocupó las comisiones más relevantes en diputados y senadores por su probada lealtad y su discurso, entre los más críticos y claros, contra los medios hegemónicos.

Interesante para un “sojero” de centroderecha ¿no?