domingo, 6 de junio de 2010

LA CIÉNAGA


La ciénaga es una excelente metáfora para expresar el ambiente corrompido, enfermizo, asfixiante, en el que estos insectos humanos están atrapados, como la fauna moradora de una charca, entre el barro de la pasividad, la inercia, la abulia y la resignación.

Este largometraje de Lucrecia Martel es, ante todo, un excelente fresco de la sociedad argentina -con sus prejuicios, sus creencias y sus distintos submundos-, y un interesante retablo de este grupo familiar sumido en su propia y agonizante rutina. Una película de esperanzas rotas y sueños frustrados que mueren en el mismo momento en que ven la luz. Una película, en definitiva, sobre el tedio existencial Este fragmento corresponde a una crítica de la española Tonia Pallejá, al momento del estreno de la película argentina “La Ciénaga”.


¿Saben qué es lo raro? Exactamente ese ánimo, ese tedio existencial y resignación, me pareció ver hoy en los “periodistas independientes” que supimos conseguir. Miren esta tapa:


Luego, la columna de Morales Solá en La Nación comienza así:

Vamos por todo . Esa es la frase que en las últimas semanas más suele repetir Néstor Kirchner. Huele que una ráfaga distinta cambió el mal humor social de los años recientes y que, posiblemente, parte de la sociedad está más receptiva, o más indiferente, a los planteos oficiales en boga. Es cierto que la mayoría de la gente común es más optimista ahora, cuando la economía volvió a crecer y cuando las cenizas del festivo Bicentenario provocaron una marea de amables convulsiones sociales”

Y termina así:

“Pero el ejemplo reciente de Colombia debería tenerse en cuenta aquí. Las simpatías previas quedaron en la puerta del cuarto oscuro cuando la sociedad se decidió a elegir un presidente. Ese viejo reflejo social, que privilegia la elección de un gobierno por encima de las emociones y los rechazos, podría, en efecto, beneficiar a Kirchner si sus opositores siguieran como hasta ahora; es decir, sin dar pruebas de que son tan hábiles como él, pero mejores que él”

En el medio, Joaco no hace más que lamentarse por el estado del peronismo disidente y sólo parece asaltarlo una gran duda: ¿será Néstor o Cristina el próximo presidente?


Lo de Clarín es aún más lastimoso. Ante lo inminente del análisis de ADN a Marcela y Felipe, sus periodistas “estrellas” sólo son capaces de coordinar una opereta de ocasión, que no se creen ni ellos: Van Der Kooy y Kirchsbaum pretenden empujar a Scioli a desafiar a Kirchner. Traducido: forzar la realidad a niveles de ridículo.

Al final, lo confieso, puede que lo consigan: me están inspirando pena.



Y la nota de tapa de la Revista Noticias no hace más que confirmar “la ciénaga” en que están atrapados:

“Marcela Noble no sólo culpa al Gobierno por sus desgracias, sino que también tiene sordas diferencias con Héctor Magnetto, el CEO del multimedios. Cree que la guerra contra los Kirchner es un pésimo negocio para Clarín y que Magnetto se parece a un general tan obsesionado por destruir a su enemigo que no le importa mandar a arriesgar a sus propios soldados. “Ella hubiera negociado, esta pelea no le conviene al Grupo”, la interpreta una persona que parece hablar por su boca.

Otro dialoguista es José Antonio Aranda, vicepresidente del Grupo, que en privado le comentó a un importante funcionario del Gobierno: “La decisión de Magnetto de ir a la guerra con Kirchner fue una locura”. No por nada, Marcela y Aranda suenan como el nuevo tándem que en el futuro reemplazaría al de Ernestina y Magnetto. Ella como la nueva reina, Aranda como su CEO. Podría ser la pareja que firme el armisticio si la pelea continúa para entonces


¿Ves Mendieta por qué todavía no pude mundializarme?

2 comentarios:

Emilio dijo...

Muy bueno el Blog, saludos!

Mendieta dijo...

Je. Si, pero ya es tiempo de dedicarnos un rato a las cosas importantes. Tévez de entrada o no, ponele.