lunes, 26 de diciembre de 2011

BRASIL BRASILEIRO


A pocas personas bien informadas sorprenderá esta noticia: "La economía de Brasil superó a la Gran Bretaña y ya es la sexta mayor del mundo, de acuerdo con la más reciente tabla del Centro de Investigaciones en Economía y Negocios (CEBR), un instituto de estudios basado en Londres.
Douglas McWilliams, director ejecutivo del CEBR, dijo a la radio BBS que los países asiáticos claramente avanzan al tiempo que los países europeos se deslizan hacia abajo, y que el crecimiento de Brasil es parte de una tendencia generalizada"
Lo que sí me sorprendió, y también me provocó una sana envidia, es la otra cara del fenómeno brasileño que dificilmente se reproduzca a corto plazo en Argentina dados los caracteres de nuestra burguesía: la nacionalización de la economía doméstica, descripta así:
"Las empresas brasileñas que en los últimos años conquistaron nuevas plazas en el exterior, simultáneamente, y favorecidas por la crisis internacional, adquirieron activos de compañías extranjeras radicadas en el país por 27.500 millones de dólares.
Desde 2008, y con más fuerza en 2011, grupos brasileños compraron activos o tomaron el control de conglomerados extranjeros, entre los que se destacan los de Estados Unidos, que cedió posiciones por 17.000 millones de dólares.
Así lo indica un trabajo realizado por la Sociedad Brasileña de Estudios de Empresas Transnacionales y Globalización (Sobeet).
"Constaté que las empresas brasileñas no sólo estaban comprando en el exterior, sino que también estaban adquiriendo empresas extranjeras en Brasil", dice Reynaldo Passanezi, vicepresidente de Sobeet.
El fenómeno favorecido por la situación en Estados Unidos y Europa "es sorprendente", pero "creo que esto persistirá más allá de la crisis", apunta el especialista, entrevistado por el diario Estado de São Paulo".
Un Brasil más brasilero que nunca.

1 comentario:

Udi dijo...

Aldo, querido: el fenómeno de compra de activos de empresas extranjeras por parte de capitalistas brasileños es la contracara de la fuga de divisas que el gobierno de Dilma intenta paliar subiendo la tasa de interés.
Entiendo su envidia por la existencia en Brasil de ese animal mitológico que en Argentina buscamos hace 120 años: una burguesía nacional, pero no le atribuya a esa especie tantas virtudes.
Un abrazo !