Tratar de entender desde Tucumán lo que está pasando en el conurbano bonaerense, y por ende en el país, tiene sus grandes complejidades.
Digamos que desde la nota de Verbitsky sobre las ambiciones presidenciales de Scioli, todos nos estamos ocupando un poco más del tema por obvios motivos. No tengo dudas que la nota del "perro” tiene mucho de operación; sin embargo, el secreto de su éxito estriba en que parte de un sustrato fáctico real: el cual intentaré desentrañar en este post.
Y lo haré desde la única manera que puedo hacerlo desde Tucumán: a través de los riquísimos debates entablados en la blogósfera (siempre a la vanguardia) sobre el tópico, de los cuales destaco dos: el de Tirando al Medio y el de mi amigo Ricardo, los cuales de alguna manera habían comenzado en Ramble Tamble con la sentencia de Artemio: “La coherencia con el proyecto original no puede ser otra que ganar esas elecciones y a cómo dé lugar. No hay, ni habrá en democracia, nada más importante para el peronismo”
Allí se discutió de todo: Pejotismo vs. Progresismo kirchnerista; Progres K vs. Progres anti K; Scioli: ¿continuidad o retroceso? ¿kirchnerismo de buenos modales o menemismo bajas calorías?; principismo (aún en la derrota) o ganar a cómo dé lugar; barones del conurbano vs. clase media, intendentes del conurbano vs. moyano, etc., etc. Y en el medio, hasta nos enteramos que Artemio López rompió relaciones con Diego Gvirtz.
¿No me digan que la cosa no está divertidísima? En ninguna otra blogósfera se consigue.
Pero volvamos a lo nuestro: ¿cuál es el sustrato realista en qué se basa la “operación” de Verbitsky? Francamente no creo en la tesis Artemio López: no me cierra que hasta hace un mes el kirchnerismo ganaba en primera vuelta y que ahora “ganar a cómo dé lugar” se llame Scioli, cuando ni siquiera están definidos los candidatos de la oposición y queda mucho camino por recorrer y muchas cartas por jugar.
Creo que el mar de fondo está en otro lado, y quien mejor lo describe es Fabián Rodríguez (el Conu) en la revista Zoom:
“Las jarras, con agua y con Coca-Cola, que hacía unos minutos habían dejado allí los mozos del catering, temblaron.
El aire comenzó a espesarse, a punto tal de poder ser cortado con una tijerita china, y hasta Cristina Álvarez Rodríguez se percató de que las cosas no estaban funcionando de la forma más amable.
“No muchachos, esto no puede seguir así ¿Cómo que ustedes no ponen plata? ¿Cómo vamos a hacer que crezca el Partido si ustedes no ponen un mango? No, acá hay algunas cosas que van a empezar a cambiar…”
Las caras de situación de algunos de los Intendentes y funcionarios provinciales que estaban presentes en la primera reunión del Consejo del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, eran indisimulables.
Las miradas, que atravesaban como flechas el salón de reuniones del cuarto piso, comenzaron a expresar un tono de pase de facturas, algo así como un “yo te dije”.
Hugo Moyano hablaba de cuales serían los pasos a seguir a partir de su asunción interina como titular del PJ Bonaerense, y cada uno de los temas que iba punteando, generaba más incomodidad en el auditorio.
De los 43 Consejeros que estaban allí presentes, había varios que miraban para otro lado o se hacían los distraídos. Dos de ellos eran Hugo Curto (Intendente de Tres de Febrero) y Jorge Landau (diputado nacional, y apoderado del Partido), quienes habían oficiado como “mediadores” entre el líder camionero y la mayoría de los asistentes a la reunión. Estos dos dirigentes fueron los que, de alguna manera, lograron que la asistencia de Consejeros a la primera reunión fuera casi perfecta. Claro que nadie les avisó, a los concurrentes, que iban a tener que soportar una y otra vez, todos los tirones de orejas que Moyano tenía para propinarles.
Al reclamo por los aportes económicos de los Consejeros allí presentes, siguieron los anuncios de intervenir aquellos distritos en los cuales el PJ estuviese conducido por dirigentes que hoy militan en el “peronismo federal”, y luego la intención manifiesta de mudar la sede partidaria, nada menos que a la Capital Federal.
Faltó que alguno bufara, nomás. Porque en la silla se movieron unos cuantos.
La primera (¿y última?) reunión del Consejo Provincial del Partido Justicialista encabezada por Hugo Moyano, dejó en evidencia a los tres diferentes proyectos que de a poco se van enraizando para comenzar a discutir las candidaturas más importantes con vistas a las elecciones del año que viene.
Por un lado, el grupo de dirigentes que se encolumna detrás del Jefe de la CGT, principalmente apoyado por los dirigentes que durante todos estos años él mismo fue colocando en lugares claves, y que lógicamente, siempre le reportaron a él. La Corriente Nacional del Sindicalismo Peronista es una muestra del trabajo paciente que ha ido desarrollando Moyano en todo el territorio provincial durante los últimos años.
También lo acompañan, algunos Intendentes. No todos lo miran con recelo. Más de uno, ya sea por convicción o temor, prefiere tenerlo de su lado.
El otro grupo es el de los Intendentes que aprendieron a convivir con el Daniel Scioli, y que hoy en día aparecen como el gran reaseguro que tiene el gobernador para intentar ir por un segundo mandato. Estos mandatarios comunales (más conocidos como los “barones”) cuentan con suficiente peso propio como para tomar cualquier decisión, pero por características comunes históricamente han preferido siempre ir detrás de algún conductor. El que oficiara de conductor durante todos estos años era Alberto Balestrini, quien debido a su problema de salud, hoy no puede desempeñar ese rol. Para estos Intendentes, de ninguna manera Hugo Moyano reúne las condiciones apropiadas como para reemplazar a Balestrini, más bien todo lo contrario: Moyano es conflictividad y pujas políticas, dos cosas que a los Barones los exasperan.
Quien asoma como reemplazante de Balestrini, en el rol de coordinar y contener a los Intendentes, es el Ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, que ha reconocido sus intenciones de acompañar como vicegobernador a Scioli en un hipotético segundo mandato. Para eso fundó la “Corriente Alternativa Peronista” (la CAP).
Por último, hay un tercer grupo que, parafraseando a Raúl Scalabrini Ortiz, “está solo y espera”. Se trata del grupo de los ya famosos “ocho Intendentes díscolos”, un combinado heterogéneo que contiene en su interior a dirigentes con mucho futuro, pero también a oportunistas y desesperados. A la cabeza de estos dirigentes se encuentra Sergio Massa, que con apenas 38 años, no tiene demasiados apuros en averiguar cuál puede ser su suerte inmediata, y por ahora prefiere mantenerse expectante, administrando su Municipio.
Massa y Scioli se detestan. A diferencia de la relación que ambos tienen con Néstor Kirchner (bien de enemigos íntimos), estos dos dirigentes tratan de disimular en público, el odio que se profesan en privado.
De todas formas, el Intendente de Tigre se define como “un orgánico”, lo cual quiere decir que aceptará cualquier decisión que se tome de conjunto, aún cuando esta sea “inducida”.
“Massa es joven, puede dejar pasar este turno”, sostienen propios y extraños.
Como se ha visto, la característica que comparten en común los tres grupos, es la de trabajar para sus aspiraciones, en función de aceptar que Daniel Scioli será nuevamente candidato a gobernador por el Frente Para la Victoria”
En la ya señalada discusión del blog Tirando al Medio, el comentarista Horca dijo…
“El debate central no es progresismo/peronismo. El debate es entre el peronismo territorial y el peronismo sindical. Scioli no es un freno a las ínfulas progresistas alimentadas por el kirchnerismo: Scioli es un freno a Moyano. Es el intento por mantener al peronismo libre de la insidiosa influencia de los trabajadores organizados. Acá todos se la pasan hablando de la identidad, las canciones y los recuerdos, cuando el problema es que hay una parte del peronismo dispuesta a venderse como en los 90, como "aparato territorial de contención", con una CGT muerta, mientras que hay otro sector que quiere darle a los sindicatos la representación histórica que siempre tuvieron y que perdieron en los dorados 90. Una identidad peronista sin sindicatos fuertísimos, sin paritarias obligatorias, sin Moyano, es una trampa inventada por Menem que sirvió para regalarle el peronismo a la Ucedé. La idea de que "el verdadero peronismo son los intendentes" es una mentira típica de La Nación y repetida por Lanata, que por otro lado es funcional al objetivo de siempre, que es silenciar a los sindicatos, que en definitiva son la verdadera creación política de Perón. El escándalo es Moyano al frente del PJ bonaerense, y Scioli es la respuesta de los intendentes formateados en el menemismo”
¿Interesante no?
Si debo apostar, hoy, me inclino a coincidir con un comentario de Pablo D , en el ya citado post de Los Huevos y las Ideas:
“Para mí, todo va a terminar en una candidatura de CFK para la reelección, con Vice a decidir, Scioli para un nuevo mandato como gobernador, y lo de Néstor, aquello del domicilio a Santa Cruz, más que para Gobernador me parece que apunta a la senaduría de dicha provincia, que elige en 2011 (o sea, mandato hasta 2017, excediendo incluso el futuro turno presidencial y la primera mitad del subsiguiente). ¿Néstor presidente provisional de la Cámara Alta, con algún vice light, dedicado a otros menesteres, en orden a no sufrir ningún otro "no positivo"?
Pero bueno, estamos en plenas internas peronistas, y como dice la canción: LAS COSAS TIENEN MOVIMIENTO:
Una voz, como un sentimiento, como una canción;
algo mas que me ayude a despertar,
a seguir, a no bajar la guardia, siempre a seguir,
no esperes, no te enseñan a vivir.
Movimiento, las cosas tienen movimiento;
la oportunidad de estar en libertad
es que siempre estarás, siempre estarás en mi;
como un soplo, como una lluvia o como un rayo de luna
oxigenarás mi vida hasta estallar...
y es que siempre estarás, siempre estarás en mi.
Una voz, como un sentimiento, como una canción;
algo mas que me ayude a despertar,
a seguir, a no bajar la guardia, siempre a seguir,
no esperes, no te enseñare a vivir...
Las fotos son del blog Conurbanos
2 comentarios:
artemio dice que a ganar como sea si fuera con scioli tambien, yo digo ,si gana scioli ,ganamos todos?? o solo gana el?? yo no le regalo el gobierno a este con mi voto ni que me lo pida nestor en vivo y en directo,sorry
Excelente post, Aldo.
Aclaran mucho el panorama las citas del Conu en la Revista Zoom y, fundamentalmente, el comentario de Horca en lo de Gerardo Fernández.
Me parece que tiene toda la razón cuando dice que Scioli es el freno a Moyano.
Moyano y Kirchner por un lado, buscando devolverle al gremialismo el rol que perdió a fuerza de tanta flexibilización laboral durante los '90s y principios de esta década y por el otro lado el peronismo territorial, que fue el gran emergente peronista en la década neoliberal, como contención territorial.
Moyano -no sé si aún más que Kirchner mismo- es garante del modelo.
Se puso divertida la cosa, je.
¡Un abrazo!
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