domingo, 19 de septiembre de 2010

LOS PROGRES AL DIVÁN


A veces uno siente que da en el clavo con un post: sea por los comentarios en el blog o por los de los amigos. Eso generalmente pasa cuando logras traducir en palabras algo “que está en el aire”, que muchos están percibiendo y de golpe dicen: ¡Mira: justo lo que yo estaba pensando! Eso me pasó con el post sobre los "progres" antikirchneristas.

Y se me hizo más claro que varios estábamos pensando lo mismo cuando leí el excelente artículo sobre "El ocaso del Progre" de Sandra Russo que varios blogueros subieron.
Se me ocurrió que a partir de todo lo dicho (tomando como base el artículo de Sandra) pueden resumirse las 10 características principales de “los progres” que hoy no encuentran su lugar en el mundo:

1) Suele tener convicciones firmes, pero no obstante decidido a pelear por ellas a través de acciones individuales. Políticamente, el “progre” es atravesado por la idea de tolerancia, pero no menos por la idea de neutralidad. El compromiso con una idea es subordinarle el cuerpo. Eso requiere un abandono de la neutralidad. (Sandra Russo)

2) Individualistas acérrimos, su progresismo los lleva a desear el bien de los oprimidos y explotados, pero las medidas políticas que tiendan efectivamente a regular al mercado los encontrarán en la oposición, su liberalismo es constitutivo de su personalidad. Ellos se destacan por sí mismos, por sus calidades personales, y merecen ser reconocidos por tales. (comentario Udi)

3) El "progresismo" de estos chicos es lo que yo llamaría de la versión "tunning" - un progresismo cosmético, de disfraz, de exceso de chamullo colorinche, plásticos que simulan lo que no hay y muchos juguetitos brillosos, pantallitas y demasiados watts de barullo. Todo muy bonito, pero a la hora de los bifes sirve de poco. (comentario Ram)

4) El “progre” es citadino, instruido y hace terapia: es gente instruida en universidades o terciarios, gente con capital cultural, habitantes de una ciudad psi en la que nunca se sabe si tantos psicoanalistas generaron tantos neuróticos, o fue al revés. (Sandra Russo)

5) Adoran practicar el honestismo sin asumir compromisos ideológicos ni partidarios. Sólo se comprometen con ampliaciones de derechos como: matrimonio igualitario, despenalización del aborto o de las drogas; o bien en la preservación del medio ambiente o en alguna ONG de “mejora de la calidad institucional”.

6) Odian los actos políticos. Les caen pésimo los sindicalistas estilo Moyano y, obvio, detestan a Guillermo Moreno.

7) La identidad del “progre” es contemporánea a la del ciudadano políticamente “independiente”. Convivió con la era en la que los “independientes” eran observados, celebrados y caracterizados por los medios como los verdaderos ciudadanos. La coincidencia entre esta irrupción del “independiente” político y el periodismo “independiente” no es azarosa. (Sandra Russo)

8) No soporta a los kirchneristas porque interpelan su sagrada “neutralidad” e “independencia”, que es la que les permitirá surfear (así lo creen) los cambios de signo político. Sostuvo un anónimo comentarista de este blog: “si hay una cualidad que adoro de este gobierno es la increíble capacidad de dejar en bolas a más de uno; poco a poco van cayendo las caretas y nos vamos viendo las caras; debo reconocer que a veces me da lástima y otras confirma lo que ya yo sospechaba; para estos muchachos en estos tiempos valdría el "oportunistas, abstenerse" y para los otros (siguiendo a ram) ya no hay de qué disfrazarse”

9) ¿Quién no conoce un “progre” con el que hoy le cuesta ir a tomar un café? Dice Sandra Russo: “Cabían en esa identidad “progre”, siempre difusa, siempre con una carga muy implícita y poco explicitada, gente que hoy no se puede ni ver. Se partieron aquellos puentes a medida que se fue instalando otro contexto, y que las cosas cambiaron tan vertiginosamente. En el mundo privado de muchos argentinos también tiene eco este desencuentro fenomenal entre gente que hace tres o cuatro años podía hasta quererse”

10) Los “progres” no encuentran su lugar en el mundo: el “progre” y lo que ser “progre” implicaba ya no se ajusta a los tiempos, dice poco, es contradictorio, es blando, es vago… Hoy las cosas han cambiado y lo “progre” suena a fuente de feng shui. Estos tiempos son muy específicos, más allá de nuestras voluntades. Las ideologías no habían muerto, todos tenemos una, y no se puede defenderla siendo neutral” (Sandra Russo).

3 comentarios:

H (el infiltrado) dijo...

Tengo un buen puesto en una empresa grande y me codeo con las más altas esferas del establishment.
Para militar en el trabajo la estrategia es disfrazarme de progre para poder atacar a Duhalde, Reutemann, Solá, etc. sin ser acusado de K (prácticamente causal de despido). El disfraz se completa tirando un "qué barbaridad" cuando hablan de Moyano, jajaja. En las mesas de discusión de política (de nivel muy bajo por cierto) me dedico a tirar abajo a todos los candidatos de la oposición hasta que logro que reconozcan que no hay alternativa. Mi misión es sumar votos culposos y tengo la certeza de que de a poco lo voy logrando.
Nunca me vi en a necesidad pero si los altos mandos me preguntaran por quién votaría diría "por Pino" y nadie me cuestionaría nada (habla muy mal de Pino).
Fuera del trabajo me saco el disfraz, voy al luna, defiendo a Moyano, puteo a la zurda caviar, soy ciberK (esto también desde el trabajo), me peleo hasta las lágrimas, les pongo "Cacerola de teflón" a todo volumen a mis vecinos de Palermo, le escribo a mi vieja las respuestas a las cadenas gorilas que le llegan, etc..
Mi sueño es cruzarmelo a Aníbal y decirle al oído "fuerza Aníbal, somos muchos y estamos en lugares insospechados", o algo por el estilo...

Aldo Ulises Jarma dijo...

H (el infiltrado): me conmovió lo suyo. La verdad que Ud.es la clase de personaje de esos que a uno le gustaría conocer cuando vaya a Bs. As. (cuando no esté infiltrado, claro).
Abrazo.
Y continue con su sacerdocio.

Daniel Olivau dijo...

¡Qué buen artículo! Prometo copiar y pegar partes o todo.

Disfruten el viaje.