jueves, 9 de octubre de 2014

TORRE DE MARFIL: LA CRISIS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EEUU


El fascinante y provocador documental "Ivory Tower" (torre de marfil) se estrenó hace aproximadamente 3 meses en EEUU. Es una producción de la cadena de noticias CNN, dirigido por Andrew Rossi, y muestra como EE.UU. enfrenta una crisis que amenaza el sistema educativo del país y sostiene que el modelo de educación superior en EE.UU. se ha vuelto insostenible.
Rossi pinta un panorama general desalentador de un sistema que genera en los estudiantes deudas agobiantes para costearse su educación (un total de más de $ 1 billón en todo el país, más que el importe adeudado por los norteamericanos en tarjetas de crédito, por ejemplo), y que salen cada vez menos preparados para insertarse en un mercado laboral cada vez más complejo, lo que torna muy difícil abonar la deuda contraída - un problema que, para muchos, pone en duda la utilidad práctica de asistir a la universidad para empezar-.


El costo de una carrera universitaria aumentó más del 1.120 por ciento en las últimas tres décadas, superando ampliamente los aumentos de los precios de alimentos, atención médica, combustible y otros productos básicos. Los motivos son básicamente dos:
1) El estado redujo drásticamente el financiamiento de la educación y ese abandono del estado las universidades lo volcaron en la matrícula.
2) Los alumnos se convirtieron en clientes: la mayoría de las universidades ya no venden sólo una educación, sino una experiencia, gastando millones de dólares en los complejos de viviendas de lujo e instalaciones de recreo, en un intento de atraer a la mayor cantidad de solicitantes posible. Son los estudiantes los que pagan por estas ampliaciones del campus. Todo ese cuadro ha permitido que el rigor académico se quede en el camino, un problema que se puede atribuir en parte a un exceso de administradores y la escasez de profesorado dedicado. 

El documental muestra como los norteamericanos ya se olvidaron la importancia que tuvo en el desarrollo de EEUU post segunda guerra mundial la educación superior gratuita y la ley de educación superior del presidente Lyndon Johnson en 1965, que permitía a cualquier estudiante del último año de secundaria postularse para una universidad sin que pueda ser rechazado porque su familia sea pobre.
Con el paulatino ascenso al poder de Ronald Reagan se impuso el criterio inverso: la educación superior dejó de ser un bien público y se transformó en un bien privado que los contribuyentes no debían solventar. Su lema era que "el estado no debía subsidiar la curiosidad intelectual". Su principal asesor económico era Milton Friedman, para quien la educación gratuita no debía existir: es un bien que debe pagarse, decía.
Después de décadas de vigencia de esos preceptos neoliberales aplicados a la educación universitaria, el sistema está a punto de estallar. No dejen de ver el documental. Se lo consigue en internet via torrent y están disponibles los subtítulos en castellano.

1 comentario:

Andrés dijo...

Buenas Aldo,

Comento esto porque soy un argentino que vivió esa realidad "desde adentro".

No vi el documental, pero efectivamente la educación universitaria en las "Ivy League universities" se volvió antieconómica para un gran número de estudiantes.

Dependiendo de la carrera, los costos universitarios pueden tardar décadas en pagarse. Por ejemplo, una persona que quiera estudiar una carrera "humanística" (historia, literatura) en la University of Pennsylvania pagará al menos USD 200.000 por 4 años, y con suerte conseguirá un empleo que le pague USD 15-20 la hora al graduarse, o sea USD 30.000-40.000 anuales. Por eso, ya no se justifica estudiar ciertas carreras de base (undergraduate) en algunas de las universidades top. Mejor ir a una universidad no-top pero buena y barata y hacer el master en la top.

Y el alza astronómica del costo es absolutamente cierto. Hace 14 años pagué USD 32.000 anuales (ouch) para cursar un MBA en una universidad top. Hoy, el costo anual es el doble.

http://web.mit.edu/registrar/reg/costs/graduate/sloan.html

Ojo, eso es sólo la matrícula. A eso hay que agregarle alojamiento (mínimo USD 9.000 anuales por una pieza en una residencia universitaria, si no es USD 18,000 en un depto propio), gastos básicos como la comida y el transporte (USD 4,000 anuales, comiendo siempre en casa), los libros y elementos de estudio (otros USD 2,000 mínimo, a USD 100-120 cada libro de McGraw-Hill), y otros gastos que si no se hacen no se aprovecha el sacrficio de estudiar en el exterior (viajes semi-pagos a ciertas plantas industriales o a ciertos países y/o giras para visitar círculos empresariales, digamos otros USD 3,000 anuales y una suma similar que paga la universidad). Dejo de lado cuota del centro deportivo, seguro de salud, un viaje anual a Argentina a ver a la flía, etc.

O sea, hablamos casi de USD 90,000 anuales, y los empleos de más de USD 100,000 (ANTES de impuestos) no abundan. Así, un estudiante de un master con buena salida laboral tiene que pasar 5 a 10 años para poder siquiera pagar la deuda universitaria, ganando USD 70.000 u 80.000 brutos.

Complicada la cosa.

Saludos,

Andrés