LOS TIEMPOS DEL EQUILIBRIO INESTABLE

La imagen de arriba ilustra a la perfección cual será la situación que deberá enfrentar Sergio Massa en provincia de Buenos Aires a partir del inicio de la campaña electoral. Su estrategia de "significante vacío" con propuestas de neto corte de gestión municipalista vs. el previsible arsenal ideológico político que le tirará encima el kirchnerismo en los próximos días.

Una lucha fascinante y nueva en la política argentina contemporánea aunque, en el fondo, siempre el escenario sea el mismo: ganará el que logre descifrar mejor la relación entablada en la presente coyuntura entre el ciudadano y el sistema de poder: ¿la gente quiere o no un cambio? ¿le interesa preservar el modelo tal cual está o quiere retocarlo?

Y en el medio de todo, la mezcla de toda campaña electoral entre lo impensado y lo previsible. En la dinámica de lo impensado deben anotarse tanto las situaciones inesperadas que se presentarán, así como lo mejor y peor de cada candidato que empezará, inevitablemente, a emerger. En cuanto a lo previsible, veo una elección donde los sentimientos, las demandas y los valores tendrán mas importancia que lo racional y lo ideológico (un incipiente clima antipolítico no favorece apelaciones a la épica).

Traducido: los ciudadanos, más que nunca, aspiran a votar un candidato que, en su percepción, venga a facilitarles su vida cotidiana, aún cuando ello vaya en contra de sus intereses. ¿Se entiende? Parece contradictorio pero tiene su lógica. El experto en lenguaje estadounidense George Lakoff, a quien cito varias veces en mi libro "Destripando lo sagrado", lo explica así: "la gente no vota necesariamente por sus intereses sino que vota por su identidad, sus valores y por aquellos con quienes se identifica".

De allí deriva la principal dificultad, y desafío, de la campaña electoral del kirchnerismo: hacer entender a la gente que sólo votanto al gobierno se defiende el modelo (algo bastante racional) no asoma, sin embargo, como algo sencillo de conseguir.

¿Por qué se llega a esa encrucijada? Nada se produce por generación espontánea: si caemos en el auto engaño de creer que todo obedece a una maligna instalación multimediática (que las hay las hay), estamos en problemas. Seguramente también tuvieron un papel protagónico los crónicos problemas de comunicación y, últimamente, de construcción política del cristinismo. Fue en ese entramado donde se constituyeron los cimientos donde figuras emergentes como Massa consiguieron hacer pie en la cuerda del circo y donde ahora está lanzado a practicar un equilibrio inestable para constituirse en lo que el libanés Nassim Taleb define como un "Cisne Negro: el impacto de lo altamente improbable", esos momentos en que  "la historia no gatea, da saltos".

El blog de Abel da algunas claves del desafío de Massa por acá.

En cualquier escenario futuro, sin embargo, todo indica que nada será igual para el gobierno ni para la oposición. Nadie la tendrá sencilla: y quienes no consigan darse cuenta a tiempo de para dónde rumbea el humor social y, en consecuencia, adecuen sus estrategias a los nuevos tiempos, se quedarán haciendo dedo al costado del camino.