Resulta interesante analizar la
parábola del español Rodrigo Rato:
ex ministro de economía de España durante la presidencia de Aznar y luego
premiado como director gerente del F.M.I. hasta octubre del año 2007.
Es decir: estamos hablando de uno
de los arquitectos de la Europa
neoliberal, imbuido de la ideología fundamentalista del mercado libre, la
preeminencia del capital financiero y la receta mágica de los ajustes.
Cuando dejó el F.M.I. pasó por
diferentes Bancos hasta recalar en Bankia en el año 2010 (ayer nacionalizado por el gobierno de Rajoy), previa dimisión de Rato un día antes.
Veamos:
¿qué es Bankia?
La caja del Partido Popular, lisa
y llanamente, según lo explica el mismísimo diario El País, que tenía
a cierre de 2011 un total de 31.800 millones de euros en activos problemáticos
del ladrillo, según las cuentas
consolidadas sin auditar que la entidad entregó la semana pasada a la Comisión Nacional
del Mercado de Valores. Con ello, es el grupo con más riesgo inmobiliario.
¿Por qué resolvieron
nacionalizarla?
Simple: el último ajuste anunciado en España por Rajoy
implica un “ahorro” de 10.000 millones de euros. Se calcula que una nueva
capitalización para “salvar” Bankia hubiera requerido una cifra entre 7000 a 10.000 millones de
euros. ¿cómo explicarles a los españoles que casi todo lo producido por el
ajuste iría al salvataje de la caja del PP? Imposible. La otra alternativa, la
de la quiebra del Banco (es decir: la probadamente exitosa solución islandesa)
era impensable: eso no se hace a los amigos. Era necesario venderlo como nacionalización a
modo de último servicio al capital financiero (del PP).
Ahora que sabemos quién es
Rodrigo Rato y cómo terminó su carrera política, vale la pena completar la parábola: cuando era Director Gerente del F.M.I., el diario Clarín titulaba así el 19 de
octubre de 2007: “Hasta su último día, el jefe del F.M.I. pide que Argentina haga un ajuste”. El resto de sus consejos hacia Argentina no tienen desperdicio:
“En su
despedida del FMI, Rodrigo Rato criticó la intervención del Gobierno argentino
en el mercado y en las instituciones (incluida, sin duda, la del INDEC) para
combatir la inflación. Y lanzó su última, pero no nueva, advertencia: si el Gobierno
quiere que la economía argentina tenga un "aterrizaje suave" con
crecimiento sustentable y sin inflación, debe aumentar las tasas de
interés, reducir el gasto y flexibilizar el tipo de cambio.
Según
Rato, la Argentina
fue de lejos el país de la región más afectado por las turbulencias en los
mercados internacionales. "La posición fiscal se ha deteriorado
rápidamente en los últimos meses, y en nuestra opinión la política monetaria
sigue siendo acomodaticia", dijo Rato.
¿Cuánto daría hoy España por
poder flexibilizar el tipo de cambio? ¿Cómo tratan los mercados a España por su
obediencia debida? ¿Cuáles son los beneficios de los ajustes?
En la Europa de hoy, no solo
pierden elecciones los presidentes en ejercicio, también están en vías de
defunción todos los mandamientos económicos neoliberales.
Nada lo representa mejor que la
parábola de Rodrigo Rato.
1 comentario:
Efectivamente Aldo, esto es así. Sin embargo, quizás la parábola aún no ha acabado: en julio queda vacante el puesto de gobernador del Banco de España. ¿Será el cargo propicio para este gran servidor de la Patria? Tengamos un poco de paciencia, ya que lo increíble es posible y lo imposible es plausible.
Fibrilatus
España.
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