lunes, 15 de diciembre de 2008

LA ECONOMÍA DE MERCADO "NO EGOÍSTA"


Fibrilatus está "como loco" con la crisis en España. Se tomó su tiempo, y escribió este lúcido análisis:

Una economía de mercado “no egoísta”, “con valores”, no orientada a la búsqueda “obsesiva del beneficio inmediato, egoísta y depredador” y al servicio de “las empresas, los ciudadanos y su bienestar”, es lo que pedía el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español al Presidente Zapatero, a finales del mes pasado (“El País”, 22-11-08).
Sinceramente, me quedé estupefacto. No por la petición en sí misma, que posiblemente suscribimos todos, sino por la orientación a otorgarle al capitalismo características y virtudes “humanas”. Da la impresión que el sistema posee condiciones como egoísmo/generosidad, bondad/maldad, honestidad/deshonestidad, feo/lindo, vago/trabajador... Da la impresión que hablamos de una persona o de una forma de actuar “humana” y, por lo tanto, maleable, permeable al entorno, interactiva, con consciencia de sus actos, capaz de reconocer errores, etc… ¡Qué burda ilusión!
El sistema es como es, y punto. Responde a leyes económicas internas pero, sobre todo, a intenciones e intereses políticos que ¡sí son humanos!. Y esto viene a cuento porque hasta el momento hemos asistido a explicaciones sobre las crisis sacadas todas ellas de los manuales de economía: falta de liquidez, hipotecas subprime, morosidad, inversiones de riesgo………. Cuando para mí, esta crisis no es más que una crisis típica del capitalismo por superproducción y acumulación de stocks (sean casas, autos, créditos, o cualquier bien productivo o financiero) que el hiperconsumismo moderno no ha podido engullir (quizás lo suscriba Marx).

Pero estos no son más que los síntomas de la enfermedad. Y esta es mi tesis: estamos en una crisis económica profunda cuya causa y solución son POLÍTICAS. Y esto es así, porque el capitalismo se expresa como “egoísta”, como “solidario”, como “integrador”, como “distribuidor de riquezas” no a partir del sistema en sí mismo, sino a partir de la VOLUNTAD POLÍTICA con que se aplica.
Saquemos del análisis las zonas de pobreza endémica (África, muchas zonas de Asia, casi toda Latinoamérica) y centrémonos en el mundo desarrollado como Europa. Y lo hago porque al pobre senegalés no puedo decirle que su situación se deriva de la “especulación” o de la falta de “líneas de crédito”. Me tomará por un europeo estafador o super ignorante (cuando no hijo de puta).
¿Por qué Europa es el paradigma de un capitalismo con gran componente distribuidor de riqueza, con alto nivel de bienestar social, tecnológico, industrial, financiero, etc…?
Sinceramente, antes de la Segunda Guerra mundial, por su desarrollo colonial e imperialista. Por eso existían la España o Italia pobres y la Francia o Reino Unido ricos. Pero después de ello surge la preeminencia de los EEUU y, a pesar de encontrarse el continente exhausto, destruido y arruinado, florece rápida y fuertemente. Y ello es así por fruto de una voluntad política y no por una característica inherente al capitalismo como sistema económico. Y esta voluntad surge por una razón política: el miedo al comunismo y a la expansión de éste, ya sea por la acción del bloque soviético o por los fuertes partidos comunistas e izquierda en general que hay en esos países. El Plan Marshall, la unión económica con la CCE y la unión militar con la OTAN (recordemos que es previa al Pacto de Varsovia y, encima, se dota de armas USA, con lo que el negocio es redondo) no es más que una decisión geopolítica con derivaciones económicas. ¿Podría soportar una Europa devastada, pobre y de liberalismo puro y duro el avance social en forma de gobiernos comunistas o populares? Seguramente no. Es por eso que el capitalismo aplicado es “humano”. Es la única forma de enfrentarse al otro bloque y, al tiempo, luchar activamente contra éste. Esto se acompañará de toda la supraestructura de democracia, sanidad, educación, propaganda, carrera armamentística, etc… Luego con el desarrollo tecnológico se añadirá la TV por satélite, Internet, etc… Así nosotros y “ellos” nos enteramos que se vive como en “Sexo en Nueva York”, nuestros policías son como “CSI Las Vegas”, la publicidad nos muestra autos, comida, ropa, es decir, nos “informa” de lo que “realmente” necesitamos. Los del otro lado se enteran de lo que carecen.

Así nos mantenemos y tiramos adelante, hasta que finalmente ganamos la guerra: cae el bloque socialista, entra la economía de mercado en versión salvaje, desaparecen los partidos comunistas y mucha izquierda en los países de la Europa Occidental. Comienza el reino del “pensamiento único”, “capitalismo sistema superior”, “único modelo posible” y todo lo que quieran. Es el momento de los neocons que empiezan a aplicar lo que ya hacían en otros países: desde Videla a Menem (esto ya lo conocemos). Se privatiza, disminuyen las coberturas sociales, economía especulativa y financiera. Y ello es posible no por las características íntimas del sistema, sino porque ya no existe contrapeso geopolítico internacional ni interno para contrarrestar la aplicación política del liberalismo puro y duro. ¡Encima los sectores sindicales y combativos se convencen de que “todos somos ricos y estamos bien”!. Sólo faltaba ya eso: la desmovilización política, doctrinaria e ideológica de la poca izquierda que queda en pie.
Burbuja de aquí, burbuja allá, pequeñas crisis menores hasta que se desencadena la hecatombe actual. Y todos lo sabíamos o preveíamos: desde los ciudadanos de a pie, pasando por empresarios y banqueros y llegando a los políticos. Como en la Alemania nazi, nadie era nazi. Como en la Argentina de la dictadura, nadie sabía nada de la tortura y desaparecidos. Todos empiezan a aplicar medidas de los manuales de economía para evitar la debacle. Pero todas ellas encaminadas a la persistencia del sistema en su modelo actual, por mucho que Sarkozy quiere “refundar” el capitalismo.

¿De dónde salen o dónde estaban esos ingentes fondos que ahora se inyectan? ¿Por qué nunca había presupuestos para sanidad, educación o infraestructuras hasta hace un año y ahora de pronto sale guita de todos lados para aupar el sistema? Sencillamente, porque ahora NO HAY MÁS REMEDIO POR UNA RAZÓN POLÍTICA: si la situación se degrada lo suficiente pueden surgir alternativas ideológicas y de acción política popular (tenga el nombre que tenga) que se lleven al sistema, a los empresarios, a los financieros y a los políticos al paredón. ¡Casualmente lo que no pudo lograr el antiguo bloque socialista! Por eso surgen medidas contradictorias: Estado “regulador”, “vigilar y ordenar el sistema”, “no dar riendas sueltas a la especulación”. Brown nacionaliza bancos y luego critican a los “argies” por intentar control estatal de sectores estratégicos. Por eso vemos al gobierno español no aceptar como bueno cosas para Repsol o Iberia, que antes le parecía “muy buenas” para Aerolíneas o YPF. Cosas logradas con la complicidad de los políticos y establishment local, claro está.
Desde este análisis, abogo firmemente por recuperar la lírica y la épica de la lucha por algo mejor. Debemos encarar la enfermedad y no los síntomas. Es imprescindible una estructuración ideológica (política en suma) que se oponga a todo esto y que evite el regreso al estado anterior de las cosas. ¿Cómo es posible que no nos podamos rearmar en un proyecto cultural, moral, político, económico, solidario, justo y honesto contra todo esto? Seguro que hay sentimientos mayoritarios en este sentido. Sólo falta un cuerpo doctrinario básico y una concreción en la forma de lucha, en la forma de resistir y contraponer otro modelo al actual. No apelo a la “izquierda” actual, gestora “amable” del desastre, “reformistas” conservadores alérgicos a cualquier tendencia rompedora, revolucionaria y utópica. Nadie interprete esto como una llamada a echarse al monte, me muevo en el plano intelectual, ideológico y programático. No existe el capitalismo “festivo” que todos nos vendieron. Debemos buscar otra cosa.
Y es difícil, claro está. Pero es una oportunidad. Los pueblos cuando se “equivocan” es simplemente porque no hay nadie para ofrecerles salida. Y se seguirán “equivocando” cuando la alternativa estructurada y viable a Zapatero sea Rajoy, a Cristina sea Macri, Cobos o la Carrió. Quizás con armas como este blog y muchos más, con los que participamos en ellos (incluso discrepando) esa alternativa necesaria sea posible.

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