jueves, 13 de septiembre de 2007

El trueno y los oidos


Publicado en http://www.generacionk.org/ el día 21 de agosto de 2007


Decía Sun Tzu en “El arte de la guerra” que cuando el trueno estalla es tarde para taparse los oídos. Y sí… por primera vez en muchísimo tiempo, una grave crisis financiera mundial nos encuentra preparados para resistirla (casi con los oídos tapados) e, incluso, tomar la decisión política de profundizar el modelo económico.

Hasta hace pocos años las llamadas crisis del tequila o el default ruso tuvieron graves repercusiones en la economía real de nuestro país y generaron corridas de pequeños y grandes inversores y ahorristas. Parece increíble que tras la grave crisis que vivió nuestro país en el año 2001/02 hoy nuestra macroeconomía muestre la suficiente fortaleza para capear el temporal: por los históricos niveles de reservas, los superavit gemelos (fiscal y comercial), el crecimiento de los últimos años a tasas chinas y los precios internacionales de la soja y petróleo nos permiten respirar tranquilos.

¿Pura suerte? De ninguna manera. La fortuna algo cuenta, pero fundamentalmente cuenta la voluntad de los hombres, su virtud. Y en este caso resultó decisiva la capacidad de análisis y audacia del presidente Kirchner para marcar un rumbo y resistir las fuertes presiones de intereses sectoriales y antipopulares para modificarlo. Se decidió, por fin, ejercer un control político de la economía como único medio para conseguir aumentar sueldos, jubilaciones, realizar obras públicas en todo el país y proteger y desarrollar la industria nacional y nuestras exportaciones, bajando así el desempleo.

Y es que el razonamiento económico es, en realidad, ideológico y político, no científico. Decía Hipócrates que “el que sólo sabe de medicina, ni de medicina sabe”. Y desde la dictadura militar, pasando por las décadas del 80 y la infame del 90, los tecnócratas que asumían como ministros de economía nos querían hacer creer que todo lo resuelve el dios mercado y que la política no debe meterse en las sacrosantas leyes de la economía. Y no está de más recordarlo: así nos fue con los monólogos de los neoliberales… por más que en Argentina el olvido corra con más rapidez que la historia.

Por suerte hoy, ante la turbulencia internacional, el Presidente Kirchner y el Ministro de Economía Miguel Peirano reaccionan a contramano de lo que marca la ortodoxia neoliberal; con firmeza política deciden profundizar el modelo económico (al fin y al cabo no hay nada peor que fracasar con las ideas de otro) dándole más oxígeno al consumo doméstico con el aumento a los jubilados y las medidas proteccionistas para la industria como forma de evitar el desempleo. Y es que un país debe funcionar económicamente, pero un país no es una empresa, un Estado no es una empresa. Es como un hospital: debe funcionar bien, pero tampoco es una empresa.

Y para que un país funcione bien también importan las alianzas: debe mantenerse la apuesta estratégica por un MERCOSUR más grande y fuerte, sumando miembros estratégicos por su potencial energético como Venezuela. La oposición y parte de los medios critica los acuerdos con Venezuela; pero si no se suscribían los bonos que compró Chávez, luego de la crisis internacional estaríamos pagando un 20% de tasas de interés. Por lo demás, ya sabemos a que nos lleva la política de relaciones carnales: decía Maquiavelo que las alianzas entre el más fuerte y el más débil son solamente una forma de subordinación para el menos poderoso.

No obstante ello, debemos estar más alertas que nunca. No por las fortalezas de la oposición (que se divide entre timoratos, apocalípticos y los patéticos miembros de la sociedad de los poetas muertos que suele reunirse en San Luis), sino por algunas claras deficiencias internas en la administración que debemos combatir y erradicar a tiempo a fin de evitar que cierto periodismo y algunos servicios de inteligencia logren instalar la falsa imagen de una corrupción generaliza en el gobierno con el fácil recurso del pescador que está en la orilla: cuando ve peces pone más carnada.

Será la forma de garantizar que nadie pueda eclipsar los logros que la política de este gobierno trajo para la economía real:• los Planes Jefes y Jefas de Hogar se redujeron en 4 años en un 55 % por haberse incorporado gran parte de sus beneficiarios al mercado laboral. A propósito: ¿Alguien se acuerda del demonio piquetero?• Por primera vez, el desempleo incluyendo a todos los planes sociales estará por debajo de un dígito (9,8 %).• La economía creció en junio de este año al 8,3 % con impulso de los servicios, el campo y el consumo interno.

Quien quiera oir que oiga, aun con truenos de por medio.

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