lunes, 17 de septiembre de 2007

OPOSICIÓN INFORMATIVA ERA KIRCHNER

Dice el economista y ciberactivista español David de Ugarte en su libro “El Poder de las Redes”, recientemente editado en Argentina por la Fundación Generación Libre, que: “tras toda arquitectura informacional se esconde una estructura de poder”
Resulta por demás interesante analizar en la Argentina cómo se organizó (y se pertrecha hoy) ese poder, y su correspondiente estructura informativa, para confrontar a Kirchner. ¿Cuál poder? El de los dueños de la Argentina, las minorías privilegiadas que se expresan a través de los grandes medios de comunicación y sus periodistas “independientes”.
Parece hace un siglo, pero fue tan sólo hace tres años cuando esos medios y esos periodistas eligieron demonizar a piqueteros y a beneficiarios de planes sociales buscando la complicidad de cierta clase media que los vinculaba con la creciente inseguridad y el clientelismo político. Era la época de los porteños histéricos porque les cortaban el tránsito y radio 10 y canal 9 denunciaban a esos “vagos”, “atorrantes que no tienen otra cosa que hacer”, mientras “el Presidente Kirchner mira para otro lado, se muestra inactivo y no se decide a reprimir como corresponde”. De esa estructura informativa es un claro ejemplo la tapa de la revista Noticias de fines del año 2003 que se encuentra más arriba sobre "Los piqueteros y la ley de la fuerza".
Señalaba con precisión en esa época el periodista Eduardo Aliverti: “No hay nada nuevo bajo el sol. Los piqueteros son familiares directos de otros cucos que, en todos lados y en todo tiempo, moldearon quienes necesitan ver amenazas allí donde está el más débil o el más fácil. Cabecitas, judíos, homosexuales, subversivos, villeros, zurdos, negros de mierda, viejas locas. Quizá la particularidad argentina sea esos delirios de grandeza de sus capas medias, provenientes de haber sido alguna vez la comunidad más integrada y ascendente de América latina. Quizá haya que encontrar ahí la explicación a tanta bronca y resentimiento dirigidos antes a las víctimas que a los victimarios”

Y es que en 1960 si alguien no trabajaba era un vago para todos, pero en el año 2003 y luego de la década infame menemista y la crisis de 2001 esa mirada carecía de sentido: el 25% de la población no podía encontrar un trabajo además de ser indigente. Los planes sociales eran una necesidad y los piqueteros una consecuencia lógica.

Pero con el andar del gobierno de Kirchner los piqueteros fueron perdiendo fuerza y hasta se fueron integrando en algunos casos al proyecto K. Por otro lado, el crecimiento de la economía generaba una baja de la indigencia, del desempleo (hoy en 9,8 %) y hasta de los beneficiarios de planes sociales.

Así, el diario Clarín (http://www.clarin.com/diario/2007/08/14/elpais/p-01201.htm) publicó el pasado mes de agosto que en 4 años bajó 55,2% la cantidad de gente que recibe el plan Jefes de Hogar. Desde mayo de 2003 hubo 1.099.792 beneficiarios que dejaron de cobrar el subsidio. Casi la mitad, porque consiguió un empleo. Y el resto, porque pasó a otros planes o dejó de calificar para acceder a este beneficio. El proceso de inserción laboral de los beneficiarios de planes sociales tiene un vigor muy fuerte, que se mantiene aproximadamente en 500 beneficiarios de planes sociales que pasan por día al empleo formal.

Ante tamaño panorama, la estructura informativa opositora debía cambiar: los “vagos” empezaban a trabajar de nuevo y a la clase media había que intentar venderle otro buzón. Y vaya si cambió. Kirchner dejó de ser mostrado como ese presidente inactivo que no se decidía a reprimir ni a combatir la “inseguridad” y pasó, sin más, a ser mostrado como demasiado activo. Vaya de prueba esta tapa de la revista Noticias:

La arquitectura informativa elegida, esta vez tiene sus propias palabras clave: hegemonía, autoritarismo y baja calidad institucional.
Dejando de lado discusiones filosóficas, semánticas y políticas acerca de qué se entiende por hegemónico y por calidad institucional; lo que es seguro es que se hace complicado hablar de hegemonía cuando en la ciudad de Buenos Aires gobernará la derecha y en Santa Fé el socialismo, en San Luis Rodríguez Saá, en Neuquén el sucesor de Sobisch y en Tierra del Fuego el ARI, por ejemplo. Además, ¿acaso no mejoró la calidad institucional con una Corte Suprema integrada por reconocidos juristas como Eugenio Zaffaroni, Carmen Argibay, Elena Highton de Nolasco y Ricardo Lorenzetti?

Les puedo citar el ejemplo de Tucumán: hace más de 2 años que la oposición en su conjunto y el principal diario de la provincia con la colaboración de algunos editoriales de La Nación viene denunciando la “baja calidad institucional” en Tucumán. Sin embargo, el Gobernador Alperovich resultó reelecto con el 78 % de los votos y ganó en todas las mesas de la provincia incluyendo a sectores altos y medios. Difícil encontrar mejor ejemplo de derrota de esa estructura informativa opositora: se terminaron confundiendo ellos y no la gente.

Por eso habrá que seguir apostando a una construcción y gestión política destinada a mejora la vida y el ánimo de la gente con crecimiento económico, baja del desempleo, más obra pública y redistribución de la riqueza. Porque cuando el sabio señala la luna, sólo los tontos miran el dedo.

4 comentarios:

David Correa dijo...

Bienvenido a la blogosfera. Está bueno, ya lo verás.

Javier Noguera dijo...

Excelente artículo amigo. Me sumo a David, bienvenido a la blogsfera!

Diego Perl dijo...

Compañero: Esperaba que tenga su blog. Abrazo.-

Tischiken dijo...

Me pareció super interesante el post!
Una muy buena inauguración!
Felicitaciones!