martes, 23 de julio de 2013

LA MEJOR OFERTA DE TORNATORE


No tengo idea cuando estrenan esta película en Argentina pero ahí va mi recomendación: no se la pierdan.
Todos conocemos al director italiano Giuseppe Tornatore por su obra maestra ‘Cinema paradiso’ (ganador del oscar en 1990). Sin embargo, lo firmo: su nueva película (hablada en inglés) es aun mejor.
‘La mejor oferta’ está interpretada (maravillosamente) por Geoffrey Rush, Jim Sturgess, Donald Sutherland y Sylvia Hoeks, que nos regalan una película cautivadora, con un perturbador engranaje de temas tratados con refinada elegancia: el arte, el amor, el dinero y el sexo al servicio de un auténtico laberinto cinematográfico que intenta responder viejas preguntas del hombre: ¿Qué fue primero el huevo o la gallina? ¿Qué fue primero: la mujer o el arte? ¿El amor o el arte? ¿Es el amor un arte? En todo caso, ambos tienen en común que se pueden falsificar y, como dice el protagonista, “en cada falso se esconde siempre algo de auténtico”. Una frase que podríamos aplicar, además, sin ningún problema, a la política argentina contemporánea.
La película (muy entretenida) se desarrolla en varios niveles simbólicos en el que siempre está sobrevolando la convivencia y el matrimonio. En una escena, el protagonista (un famoso subastador interpretado por Geoffrey Rush), le pregunta a su ayudante:
_ Lambert, ¿está usted casado?
_ Si. Desde hace casi 30 años
_ ¿Y como es vivir con una mujer?
_ Es como participar en una subasta: nunca sabes si tu oferta será la mejor.
Otro personaje (un armador de un autómata que contiene un homenaje a “Hugo Cabret” de Martin Scorsese) sentencia: “Los engranajes son como las personas: si están muy juntos terminan adoptando idéntica forma. El tiempo hace posible la convivencia”
El personaje central, al parecer cínico y desinteresado ​​por las mujeres, en realidad alimenta una gran admiración: su incapacidad de comprender a las mujeres “en la vida real” desplaza al protagonista a la contemplación y el goce artístico.



Y a ese eterno tema de la relación entre la perfección y la imperfección del arte de la vida, Tornatore lo transforma en un drama emocionante, un juego de espejos entre cine, arte y vida. Y todo articulado alrededor de un esqueleto fascinante: una mujer y un autómata.

Queda en vos descubrir cuanto de falso y auténtico tienen cada uno. Como en la vida, el final es abierto.

2 comentarios:

Tilo, 72 años dijo...

En esta época de 3D y FX, explosiones y transformers, no es un film para multitudes. Es un deleite para los sentidos. Absolutamente real ... aunque irreal. Extraña y absolutamente pedestre, sofisticadamente pedestre en el desenlace que conduce a un final adecuado para "ese" protagonista, tan poderoso y exquisito como incauto y crédulo. Una obra de arte llena de angustia cuya recomendación es totalmente merecida.

Saludos

Udi dijo...

Vuelve el mejor Aldo Ulises: allá iremos a verla, maestro.