martes, 11 de octubre de 2011

EL NOBEL DE ECONOMÍA PIDE LA VUELTA DE LA POLÍTICA


Me refiero al premio Nobel de Economía de este año. Veamos primero el comunicado oficial:
La Real Academia Sueca de Ciencias dijo el lunes que "reconoció a Christopher Sims y Thomas Sargent su investigación empírica sobre la causa y efecto en la macroeconomía y que sus trabajos sentaron las bases del análisis macroeconómico moderno. Una de las principales tareas de la investigación macroeconómica es comprender cómo tanto los shocks como los cambios sistémicos de políticas afectan las variables macroeconómicas en el corto y largo plazo"

En otros términos, se decidió premiar investigaciones de la década del 70 referidas a medir como la política afecta a la economía.

Vemos así como una Europa en crisis, que luego de adorar durante décadas al neoliberalismo y al libre mercado, al punto de construir una unión monetaria sobre esas bases, ahora descubre (y premia) investigaciones de la década del 70 sobre la influencia de la política en la economía. ¡Todo un descubrimiento! ¡Si lo sabremos en latinoamérica!

La academia sueca parece gritarles a los líderes y políticos europeos: ¡Dejemos las recetas económicas del pasado! ¡Necesitamos liderazgos políticos! 

Por las dudas, Christopher Sims y Thomas Sargent aclaran: "las herramientas de medición que desarrollamos en la década de 1970 para evaluar el impacto de los cambios de políticas y de los shocks al sistema económico no ofrecían soluciones rápidas o simples para la crisis global. Si tuviera una respuesta simple para eso, la hubiera transmitido por todo el mundo", dijo Sims. "Desafortunadamente, analizar los datos exige un trabajo extenso y lento", agregó. 

Es lo que hay en Europa.

¿La economía? Según brokers de Wall Street, los precios de los bonos del Tesoro estadounidenses no son los de una recesión sino directamente los de una depresión. Los mercados de valores de Alemania y Francia han perdido un tercio de su valor en menos de un año. Las acciones norteamericanas e inglesas cayeron una quinta parte, países como Grecia, Portugal y España están al borde de la bancarrota y los bancos europeos al borde del colapso.

¿La política? En los dos primeros encuentros del G-20 (Washington 2008 y Londres 2009) se llegó a hablar de la "refundación del capitalismo": estímulos públicos, reforma del sistema financiero internacional, fin del secreto bancario, y reformulación del F.M.I. y el Banco Mundial. Las siguientes cumbres del G-20 en Pittsburgh, Toronto y Seúl demostraron que las grandes potencias no querían cambiar las reglas del juego, a pesar de las posiciones en contrario de Argentina y Brasil.
Hoy, que los indignados llegaron a Wall Street y al frente de la Casa Blanca, que otro rescate a los bancos asoma difícil de vender a los pueblos sometidos a ajustes permanentes, el panorama es distinto y la opción es de hierro: o los políticos reformulan el sistema financiero internacional o el capitalismo financiero terminará con los políticos.
¡Hagan sus apuestas!

1 comentario:

Anónimo dijo...

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