miércoles, 10 de octubre de 2007

Y... ¿DÓNDE ESTÁ EL DEMONIO?


El sacerdote Von Wernich se convirtió en el primer miembro de la iglesia argentina condenado por su participación en la represión de la Dictadura Militar. El Tribunal lo consideró responsable de 7 homicidios, 31 casos de tortura y 41 secuestros en el marco del genocidio. Hasta ahí la noticia conocida.
Sin embargo, en todos los análisis que leí y escuché, nadie se detuvo en una frase en que Von Wernich, al hacer uso de sus palabras antes de la sentencia, citó al cardenal Jorge Bergoglio, al señalar: “el titular del Episcopado fue muy claro el domingo (en misa de las siete en Luján) cuando dijo que ‘quien impide reconciliarnos es el demonio’”. Mira vos. Vengan exorcitas del mundo, avisen al Comando Van Helsing, que Von Wernich y Bergoglio ya saben dónde está el demonio, lo tienen identificado. Dejate de joder…
¿Por qué no dijeron nunca, ni lo dirán, que el demonio estaba en la ESMA, en los vuelos de la muerte o en los chupaderos de Camps, por ejemplo? No… el demonio está dentro de los que no quieren la reconciliación y exigen justicia y castigo. ¿Qué tal? Curiosa teología la de estos muchachos.
¿Saben porqué piensa así Von Wernich? Porque en realidad él siempre vio un único demonio: “los subversivos” a los que había que torturar y aniquilar (y vaya si cumplió con su cruzada) y hoy él ve ese mismo demonio (“ex subversivos o simpatizantes de subversivos”) EN EL PODER (el demonio que impide la reconciliación). Hay que reconocerle coherencia…pero no originalidad: a lo largo de la historia de la humanidad siempre hubo alguien que convocó al Demonio, lo puso en escena y pretendió manipularlo.

Che… pero en serio ¿dónde está el demonio? Creo que el arte del siglo XX es bastante sabio con sus metáforas. En el cine, por ejemplo, Ridley Scott en Alien, el octavo pasajero hace nacer al demonio (el Alien) de las entrañas de un tripulante; Roman Polansky había hecho algo similar unos años antes con El Bebé de Rosemary y luego llevaría al cine, en la película La Ultima Puerta, la magnífica novela de Arturo Pérez Reverte El Club Dumas. Todos ellos coinciden (yo también) en la conclusión: el demonio está en el hombre, siempre lo estuvo y seguirá estando.
No sé porqué me acordé de Atahualpa Yupanqui y su vieja canción Las Preguntitas, cuando decía: _Un día yo pregunté, ¿abuelo dónde está Dios?. Mi abuelo se puso serio y nada me respondió.
¿Y si le preguntamos a Bergoglio?

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