sábado, 15 de marzo de 2014

EL MAL PASO


Muy lejos de la versión épica que le imprime Omix al paso de Massa por Tucumán, la verdad que su itinerario fue bastante pobre y, sobre todo, dejó sumidos en más que complicada situación política a "sus adherentes".
En la capital tucumana, Massa tenía previsto dos reuniones: una con jóvenes y otra con empresarios. Tuvieron que unificarla y no precisamente por problemas de agenda. Sobraban los dedos de una mano para identificar empresarios: entre ellos sobresalía el supermercadista Luque (de un reciente y lamentable paso por la presidencia del club San Martín de Tucumán).
Luego Massa se trasladó al municipio de Famaillá donde los mellizos Orellana le montaron una escenografía más acorde y populosa aunque nada espectacular.
Massa tuvo su fiestita colorida en Famaillá aunque nada renovadora, por cierto. Sus animadores vienen todos desde el menemismo y están acostumbrados a las cabriolas oportunistas.
Sin embargo, esta vez midieron mal los tiempos y el nivel de sus apoyos. Post-fiestita, los mellizos Orellana se quedaron "en su territorio" con 2 concejales sobre 10 del total del concejo. El resto, entre ellos muchos dirigentes de años de los Orellana, se reportan ahora con el Ministro de Interior, Cdor. Osvaldo Jaldo, del Gobernador José Alperovich. Escenario complicado si los hay para los mellizos.
Se entiende: los cantos de sirena porteñas ya no seducen demasiado a los dirigentes tucumanos que, tras años de militancia, saben dos cosas de sobra: 1) Los porteños son malos pagadores en política y, a la hora de soltarte la mano, les resulta sencillo: no te atienden el teléfono y listo, y 2) Para cuidar el territorio hay que estar bien con el gobernador Alperovich.
Como muestra del ambiente local, les dejo esta anécdota que cita el diario La Gaceta de ayer:

"Mal paso.- Cuando los legisladores comenzaban a tratar un proyecto de ley que preveía la construcción de un puente en la comuna Los Sarmientos y La Tipa, el legislador massista José Teri quiso chicanear al alperovichista Ramiro González Navarro, pero le salió el tiro por la culata. La obra en cuestión prevé construir un puente sobre el Arroyo Mal Paso II. En ese momento, Teri se dirigió a González Navarro y expresó: “quiero que me explique qué es eso de ‘Mal Paso’”. “¿Quiere que le explique? Bueno, mal paso es lo que dieron ustedes que se fueron al massismo”, le retrucó el alperovichista. El gol de media cancha de González Navarro fue festejado por oficialistas y opositores"

Sectarismo y ambulancia:
El armado de Massa en el interior del país es pasearse en ambulancia recogiendo heridos. Eso está claro. En política es una táctica válida y muchas veces necesaria. Pero nunca es suficiente.
En esa dirección, Massa cabalga sobre el errado diagnóstico político cristinista: desde fines del año 2011 se pasó de una falsa creencia de hegemonía política a una dinámica sectaria corrosiva interna y externamente de la cual no se puede salir hasta hoy. Esa dinámica hace que, por ejemplo, abandonar los errores comunicacionales se vuelva una quimera y dificulte el alumbramiento de un candidato del espacio oficialista.
En ese clima, no es extraño que en los blogs nacionales y populares pasara a discutirse esta semana el postkirchnerismo a partir del muy buen disparador que significó esta nota a mi amigo Ricardo Tasquer en la Paco Urondo.
Y es que, mientras no se abandone la imaginativa y autocomplaciente visión de que se creó estos años "una vanguardia de pibes iluminados que están llamados a protagonizar el futuro", al cristinismo le resultará complicado articular para el año 2015.

1 comentario:

ram dijo...

Mirando la nota de la Paco Urondo, no lo trataron muy bien (en los comentarios) a Ricardo. Uno, que lo conoce, puede tener una opinión más amable pero no muy coincidente.
Me parece notar cierta prisa en dar por devaluado y escaso de chances al "cristinismo".
No voy a caer en tonterías negadoras de errores y/o pasos en falso más macanas surtidas pero, cualquier análisis mínimamente atento, No puede omitir todo lo mucho y trascendente que hay en el haber de esta etapa cristi-kirchnerista, frente a la nada (tan obvia como peligrosa y amañada) del mamarracherío mediático opositor, un saldo a favor no es algo que una mayoria - egoísta - pueda o quiera negar tan fácil.
Mirando en tucumano, si la pretensión de masita es llegar lejos con los orellana, lo veo jodido y, en función de su actual discurso, haría bien en poner a laburar la ambulancia en los saldos y retazos bussistas, ahí tiene clientela casi segura.