ORGANIZACIÓN, MINORÍAS INTENSAS, PECHERAS Y ANTIPOLÍTICA

• No se puede vivir del amor, nos dice la canción de Calamaro. Y mucho menos vivir en el odio.
• Las minorías intensas nunca mueren: cambian de lugar.
• No se pueden construir mayorías populares desde un discurso exclusivamente antipolítico; pero ojo: tampoco alcanza con la "mística de la pechera".

Hago estas apuradas reflexiones iniciales para dejarles mi impresión epocal: siento que tanto el kirchnerismo como la oposición están en una encrucijada. Ninguno de los dos la tienen sencilla para las próximas elecciones.

Los desafíos están claros:

a) El kirchnerismo, a sus responsabilidades lógicas de gobierno, le suma la necesidad de una construcción política más abarcativa. Cuenta con la innegable ventaja del liderazgo de Cristina aunque, pasada ya la etapa pejotista, la transversal y la de la resistencia de sus minorías intensas, el reciente emergente de "Unidos y Organizados" asoma como insuficiente para la etapa histórica. Aunque sea cierto que "la organización vence al tiempo", muchas veces "los soldados" y la autocomplacencia no alcanzan para ganar elecciones.

b) La oposición, por el contrario, se encuentra ante el desfiladero de la construcción orgánica y la ausencia de liderazgos. Sus minorías intensas, con un núcleo duro antipolítico de derecha, aprovecharon al máximo el poder de fuego de los grandes medios para llegar hasta donde están hoy. Y no tienen la menor idea de cómo continuar. Los grandes medios tampoco. La única estrategia que conocen es la del desgaste permanente al gobierno y las elecciones están a la vuelta de la esquina. O se organizan o mueren.

Intuyo que el reloj de arena del desgaste corre ahora por igual para gobierno y oposición.

Y ojo! Si hay algo permanente en la historia es que, invariablemente, los que llegan al final de su propio camino, mueren.