Esta noche de alegría me acordé de dos fragmentos de discursos que quiero compartir con uds. El primero es este:
"Me voy con el corazón lleno de esperanza. Tengamos ilusiones, tengamos sueños, luchemos por las utopías. Podemos hacer un país cada vez mejor. Creamos en nosotros mismos. Recuperemos nuestra autoestima. Profundicemos el pensamiento. Porque en la Argentina, lamentablemente, hoy por hoy, algunos dicen que hay dos modelos, y otros que hay un un solo modelo. Yo lo que digo es que estamos construyendo un modelo nacional, popular, heterodoxo, que está en sus primeras fases. Y si hay otro modelo, podrá ser la subsistencia del modelo neoliberal, porque los que dicen representar otro modelo son nada más que una máquina de impedir. Espero que Dios los ilumine y entiendan que el problema no es pensar distinto. El problema es no dejar de pensar" (discurso de Néstor Kirchner en San Juan del 27 de agosto de 2010, al cerrar el acto de entrega del título de Honoris Causa al filósofo y politólogo Ernesto Laclau).

El otro fragmento de discurso que recordé, mientras Cristina mencionaba los presidentes de latinoamérica que la saludaron, es éste:
“La hora de su reivindicación, la hora que ella misma se ha elegido, la vienen señalando con precisión también de un extremo a otro del Continente. Ahora esta masa anónima, esta América de color, sombría, taciturna, que canta en todo el Continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir, porque ahora los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad o el tráfico de las ciudades, en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de corazones con los puños calientes de deseos de morir por lo suyo, de conquistar sus derechos casi quinientos años burlados por unos y por otros. Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia. Ya se los ve por los caminos un día y otro, a pie, en marchas sin término de cientos de kilómetros, para llegar hasta los «olimpos» gobernantes a recabar sus derechos… Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.
Porque esta gran humanidad ha dicho «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente”
(discurso pronunciado en la ONU el 11 de diciembre de 1964 por Ernesto "Che" Guevara)