NOS ENSEÑÓ A QUE NO NOS AFANEN LOS SUEÑOS

A 6 meses del fallecimiento de Néstor Kirchner me vienen a la mente muchas cosas pero, sobre todo, me resuenan las palabras de Lula cuando vino a despedirlo: Néstor Kirchner le devolvió la dignidad al pueblo argentino. Es cierto. Pero no sólo eso.

También nos legó algo importantísimo a los argentinos, sobre todo a los jóvenes: que “por nada hay que dejarse afanar los sueños”.

Los quiero invitar a recordar cuál fue la frase que signó la “política” de los 90. La patentó ese zombie actual de la política que responde al nombre de Felipe Solá, que nos decía: “Para durar en el gobierno hay que hacerse el boludo”.

Y con el kirchnerismo, cada vez más, hacerse el boludo es casi una garantía para NO  estar en el gobierno. Por eso molesta cuando la juventud, los profesionales, los trabajadores y hasta los periodistas (como 678) se comprometen con una idea, con un modelo de país: porque empujan a todos: a los que les gusta o están acostumbrados a hacerse los boludos, desde ya, pero también a las corporaciones, a los sectores reaccionarios y hasta a los tímidos.

Hoy sabemos que el que se hace el boludo, al igual que ocurría en la década del 90, termina SIEMPRE siendo funcional a los intereses de las corporaciones.

En cambio, los que hoy elegimos comprometernos, sabemos que la realidad es un reto, un estímulo para que actuando en forma colectiva hagamos todo lo que podamos, pensemos y soñemos por modificarla.

Por eso, hoy quiero recordar a Néstor con alegría, con la alegría de pensar que hoy “el flaco” estaría sonriendo satisfecho, pero no por comprobar (como cree Jorge Asís) que la oposición y los gorilas son un desastre: eso Néstor lo sabía de sobra.

Creo que estaría feliz por otra cosa: por contemplar como hay una juventud y un porcentaje importante del pueblo que está comprendiendo que las mejores batallas son las que se ganan con el corazón, como le gusta decir a la compañera Cristina.

Hoy, que cumplo 42 años, les propuse a mis amigos brindar por eso. Salud!