viernes, 24 de julio de 2009

PUBLICIDAD, PAREDÓN, VERGÜENZA Y DESPUÉS

¿Vale todo en publicidad? ¿Cómo un pueblo que sufrió el peor racismo en forma de holocausto tiene hoy "creativos" que se divierten así de la situación de apartheid del pueblo palestino?
No vale la pena más preámbulos. Les dejo la publicidad de celulares de Cellcom Erickson Israel:




¿Qué pasaría si los que arrojaran la pelotita serían soldados nazis y el muro fuera el del ghetto de Varsovia? Particularmente sentiría la misma vergüenza ajena que me causa esa publicidad.

Los palestinos realizaron un intento de contestación con este video:



Gracias a Raúl por los videos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué puede sentir alguien que mira esta publicidad? Tal vez:_los soldados son humanos, tiernos, en el fondo son iguales unos y otros,etc,etc. Nadie mirando esta publicidad pensaría que en el mismo momento seguramente estan torturando a algún palestino a pocos metros o bombardeando otra zona o planeando como masacrar al pueblo palestino etc,etc. Y llegado a este punto, si hiciera este comentario seguro que me dirían que ambos lados son iguales,que hacen las mismas maldades, que son lo mismo, Y así llegamos a la teoria de los dos demonios.
Sintéticamente, por medio de la publicidad; entre otras cosas; se naturalizan situaciones. A pocos se les ocurre que están peleando un elefante con una hormiga, y mucho menos los intereses económicos que hay detrás.

Pero esto de naturalizar situaciones es absolutamente común en los medios, y lo es en todos los temas.

Me parece que una buena forma de lograr cierto pensamiento, cierta reacción es lo que hiciste vos, aplicar la misma situación a otra cosa, vos lo hiciste con los soldados nazis y el ghetto de Varsovia. Se rompe la ilusión-confusión de la publicidad.

El otro día lo escuche haciendo ésto que te cuento al actual Secretario de cultura, Jorge Coscia. Ante críticas a la presidenta dijo: deberíamos imaginar lo que sería De Narvaez o Macri hablando en los foros internacionales así como lo hace Cristina sin leer, sin papeles e incluso improvisando. Y supongo que te estarás riendo, pues es imposible imaginarlo, como no sea pasando verguenza.
Cariños Sofía