EL MARTÍN FIERRO AL CHANTA PORTEÑO

A pesar de no querer hablar más de Lanata en este blog, hay que reconocerle al gordito payaso el mérito de obligarnos a responderle en forma permanente. Ese es su negocio. No la rigurosidad ni la seriedad de sus "investigaciones".

El domingo último vino una vez más a Tucumán, ahora para sacarle el jugo a un impresentable montaje preelectoral : el crimen de "los hijos del poder" en la causa Paulina Lebbos, el cual se investiga (mal) desde hace 7 años.

Les hago un resumen de la pista "los hijos del poder": Paulina sale de bailar a las 6 de la mañana de un boliche en San Miguel de Tucumán con una amiga y toman un remis para ir a sus casas. La amiga (la principal testigo que ni siquiera el padre de Paulina cuestiona) se baja primero en su domicilio y Paulina sigue hasta la casa del padre de su hija (de apellido Soto). Se supone que en medio de ese trayecto alguien la contacta o la buscan de algún lado para llevarla a una fiesta en el dique El Cadillal (a aproximadamente 30 km de la capital tucumana) y recorren luego al menos 2 km por precarios caminos de tierra para arribar a una casilla precaria de madera (usadas fundamentalmente por pescadores), en una zona que carece de luz eléctrica, donde la estaban esperando el hijo del dueño de la casilla y un hijo del gobernador con otras personas para una "fiesta negra" que estaría arrancando allí, en un lugar inhóspito, a las 7 de la mañana con la presencia de un hijo del gobernador. De por sí solo este relato ya es desopilante. Pero ahora viene lo mejor.

Veamos, el relato tiene un vicio de origen: en la época del crimen de Paulina Lebbos la casilla NO EXISTÍA. Así lo explicitó, oportunamente, un informe pericial de Gendarmería Nacional y ahora (la semana pasada) se acreditó por fotos satelitales aportadas por el dueño de la casilla. El fiscal de la causa lo decía ayer (vean el video porque no lo verán en TN ni en el programa del chanta porteño ganador del Martín Fierro):

Pude ver las fotos satelitales y son contundentes: la casilla en cuestión NO EXISTÍA en el año 2006.

Pero bueno... sigamos con la pista "los hijos del poder". El único "testigo" (Raúl Durango) con que cuenta esta hipótesis no vio nada sino que se remite a dichos de otra persona (el dueño del camping de El Cadillal) que lo desmiente y 2 testigos más (amigotes de Durango: Agustín y Germán) que negaron haber escuchado lo mismo que relató Durango. Por si fuera poco, se trata de un testigo que se invalida a sí mismo: dijo que sabe estas cosas por ser Ex Side y hombre de la noche. Lo que se dice un impresentable como testigo serio en toda regla. Pero se pone peor: habría estado internado a comienzos de este año por trastornos neurológicos (el fiscal les manifestó que cuenta con esa constancia a varios periodistas tucumanos que respeto como serios). ¿Me siguen? Juzguen ustedes mismos al único vínculo con la pista "los hijos del poder":

Si hasta ahora les parece un montaje de cuarta, no se pierdan el final: el "testigo" afirma que Paulina se cayó de la mesa bailando, se golpeó la cabeza y pasó de largo. Es decir: se trató de un accidente. Lo cual contradice las dos autopsias existentes en la causa: tanto la de el cuerpo médico forense provincial como el de gendarmería concluyeron que Paulina falleció ESTRANGULADA. Es decir: existió intencionalidad de asesinarla, cualquiera haya sido el móvil del crimen. NO FUE UN ACCIDENTE.

Para concluir: un típico chanta porteño como Lanata nos vino a usar a los tucumanos (y al dolor de un padre) para vender una vez más a su audiencia de buenas conciencias de clasemedieros porteños el cuentito del lobo feroz feudal del norte argentino (con final con monja Pelloni incluída) sobre la siguiente base: un crimen de "los hijos del poder" ejecutado en una casa que no existía, con un testigo que no vio nada y que se invalida a si mismo y que termina en un accidente que no coincide con la autopsia. Increíble. Y por allá no sólo lo compran. ¡Lo premian!

Metansé los Martín Fierro en el orto!