Todos los que estamos en la militancia K y bancamos este modelo de país sabíamos que el acto de Huracán de ayer no era uno más. Presentíamos que de allí saldría “algo”, que era la puesta en escena de un alumbramiento cuyos alcances ya nos detendríamos a analizar.
“El acto que tuvo lugar ayer en la cancha de Huracán no es uno más en la serie que el peronismo inauguró en los años 40. A diferencia de aquellos actos de la historia, el de ayer no tuvo como protagonista a la "columna vertebral" formada por los sindicatos, sino a la nueva columna vertebral: la de las organizaciones sociales y juveniles. El cambio de una a otra militancia indica un cambio de época: del trabajador integrado al activista social que comenzó su camino en el barrio, con los subsidios y los planes. También la juventud es distinta. Cada vez que se dirige a ella, la Presidenta celebra que los jóvenes de hoy no hayan tenido que pasar por las pruebas por las que pasaron los de su generación. Aquéllos tuvieron que rebelarse y dar la vida. Estos sólo tienen que profundizar el proyecto. Ustedes la tienen un poco más fácil, podría escucharse como subtexto”
El análisis de Sarlo es atinado, pero muy parcial, y se entiende: hasta hace menos de 2 años Beatriz compartía las opiniones del resto de columnistas de la “tribuna de doctrina” acerca de que los actos se armaban con “el choripán y la coca” y que los blogueros eran rentados; ahora resulta que todos somos militantes y con una mística de la putísima madre.
Y es que el acto de ayer significó muchas cosas:
1) El final del mito liberal de que los movilizados a actos políticos son tarados y subpersonas que asisten por el choripán, la coca y el clientelismo de planes sociales.
2) Asistimos a un definitivo cambio de época: las elecciones todavía no se ganaron (hay que seguir laburando como si perdiéramos 5 a 0), pero sí se ganó la batalla cultural (la columna de Sarlo no es más que la avanzada de los muchos que empezarán a sacar bandera blanca). Y eso, por sí solo, es muchísimo. Es la mejor garantía de continuidad de este modelo de país. Del Nunca Menos.
3) Hay mucha gente desorientada, que no entiende esté fenómeno político – cultural del kirchnerismo. Y hablo de políticos importantes y de funcionarios de 2º, 3º y 4º nivel.
Y no me refiero sólo a peronistas “ortodoxos” que de golpe ven como sus certezas, su forma tradicional de hacer política se va convirtiendo, poco a poco, en VIEJA. Esos que desconfían y recelan de esa juventud ideologizada, que querrían ver estudiando, trabajando o, incluso, gestionando pero sin hablar de política. Eso, se supone, es sólo para los pragmáticos.
Pero también hay otra clase de desorientados: esos que se criaron en dictadura (mi generación) o en el menemismo (los treintañeros) que están acostumbrados a hacer la suya, la individual, a no asumir ningún compromiso. Son esos a los que siempre les fue bien “surfeando en la ola del poder”, sin nunca estar del todo ni con los buenos ni con los malos. Son los que la juegan de “técnicos”, de gestores, de tipos honestos y laburantes, pero que en realidad trabajan exclusivamente para ellos mismos. Se consideran demasiado valiosos como para comprometerse en un proyecto colectivo, les gusta “preservarse” y acuden al verso de “la ética del trabajo”.
En términos futbolísticos, esos colectivos de desorientados se sienten como esos viejos punteros derechos a quienes sus marcadores obligan a jugar “cada vez más pegados a la línea de cal” sin posibilidades de llegar nunca con peligro al área rival. El kirchnerismo los va arrinconando de a poco.
Y al costado del camino veo ángeles caídos.
4) Nació definitivamente el kirchnerismo: con su peronismo remixado, con los transversales, las organizaciones sociales, el sindicalismo y la juventud maravillosa.
Del otro lado, la nada misma.
Para los que están dudando, a ver si nos entienden de una vez:
Es por amor
que al mundo yo le hago frente
y por amor
si caigo me levanto siempre;
y al costado del camino
veo ángeles caídos.
Es por amor
Que nunca voy a abandonarte
Y por amor
Espero lo que vas a darme
Y al costado del camino
Veo ángeles caídos
Es por amor
Que uno hace lo que siente
Y por amor
Yo sigo y sigo aunque me cueste.
Y al costado del camino
Veo ángeles caídos