Hasta hoy permanecí al margen de la opereta contra Zaffaroni armada por el tandem Fontevecchia - Clarín. Y lo hice fundamentalmente porque no me gusta que la cloaca me marque agenda.
Hoy no está de más involucrarse, aclarando de paso que banco en esta a Zaffaroni, para señalar que el linchamiento mediático no solo fracasó sino que dejó un saldo favorable al gobierno.
¿Suena loco? Ocurre que la gente hoy ya no se escandaliza facilmente por la moralina barata y además estoy convencido que la mayoría alcanzó a percibir la desmesura del operativo mediático contra un magistrado que perciben probo y honesto.
Pero no sólo fracasó la opereta, sino que, una vez más, sirvió para exponer en toda su dimensión el patetismo de la oposición: un Ricardito Alfonsín que hace un culto del oportunismo (cualquier colectivo lo deja bien si se trata de subirse a un triunfo ajeno o, da lo mismo, a un linchamiento que cree simpático a la opinión pública) y que termina quedando a la derecha de De Nárvaez y de Duhalde.
Y mientras la oposición y los medios sólo hablaron esta semana de Zaffaroni y sus departamentos alquilados, se acercan inexorablemente las elecciones primarias sin que la oposición realmente existente sea capaz de meter ni un gol.
Si Magnetto fuera el tano Pasman, al ver por T.V. los desacuerdos entre Ricardito, De Narvaez, Duhalde y Carrió sobre Zaffaroni, seguramente habrá expresado: ¡No!!!!! Estamos en la B!!!!!
Por más que hicieron de todo, nunca pudieron avanzar en otro sentido que no sea en crear un microclima contrario al gobierno. Ni los tiempos electorales ni los candidatos reales a presidente les permiten otro juego.
La Nación ya lo blanqueó esta semana a través de las columnas de Fidanza, Pagni y Majul y por acá lo explica muy bien Ricardo. Tienen el grave problema de que este domingo tendrán que publicar las encuestas para las elecciones primarias a presidente y en ninguna Cristina tiene menos de 40 puntos, y Duhalde y Alfonsin oscilan entre el 15 % y el 20 %. ¡Ay la realidad!
Cualquiera sea el resultado de Córdoba y el ruido que metan con eso (que de por sí será inferior al triunfo de Macri y la perfomance de Del Sel), saben que la suerte está echada.
Y Ricardito tendrá que hacerse cargo hasta de "su mala suerte"
3 comentarios:
También se puede ver desde otro lugar todo esto.
Qué tiene que ver Zaffaroni con el kirchnerismo? Es acaso un político o un funcionario del staff?
Me parece que hay que devolver a veces la carne podrida con este criterio.
Ricardo Alfonsín carece de un protagonismo político por el cual se lo pueda ubicar en la derecha, en el centro o en la posición que sea. Luego de hacer sus oportunistas pero inexpertas intervenciones verbales las circunstancias lo arrastran para cualquier lado. ¿Se lo imaginan negociando con el FMI o tomando desiciones claves en situaciones internacionales difíciles?
Félix: Sip, me lo imagino, y me da un dolor de c... que no te cuento...Psicosomático, dicen.
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