domingo, 24 de enero de 2016

EL REGRESO DE LOS SIMULADORES


Ayer David Cufré realizó un excelente resumen en su columna de Página 12 respecto de lo que (sabemos de sobra) se viene una vez más en nuestro país:

"La explicación de los gobiernos argentinos que han brillado en Davos, como el de Macri en esta oportunidad, es que su obsesión es atraer inversiones para potenciar la economía. En la práctica sucede algo distinto: lo que consiguen mayormente es habilitar un canal para producir un endeudamiento masivo del Estado. Esos capitales no llegan para abrir fábricas, financiar centrales energéticas o promover obras públicas, aumentando la capacidad productiva y la competitividad de la economía nacional, sino que se vuelcan a necesidades de sectores concentrados y clases acomodadas. En los 90 y los 2000, por ejemplo, el endeudamiento alimentó la fuga de capitales de los ganadores del modelo, la repatriación de divisas de bancos y empresas extranjeras y permitió sostener por una década la ficción del uno a uno de la convertibilidad. En la actualidad ocurre algo similar: los dólares que está tomando el Tesoro le permitieron terminar con las restricciones a la compra de esos billetes y restablecer los mecanismos para la salida de divisas. El financiamiento también es un puente para lubricar la desregulación financiera, la apertura importadora, la pérdida de ingresos por el achicamiento de la economía y el repago de la deuda. La negociación con los fondos buitre, que seguramente derivará en la emisión de bonos por entre 15.000 y 20.000 millones de dólares, es otro capítulo del mismo plan.
Los antecedentes deberían alertar al gobierno de Cambiemos por la velocidad con que las palmadas en el hombro se transforman en recriminaciones cuando el peso de la realidad se impone. Las felicitaciones de organismos internacionales, financistas y grandes empresarios se multiplican mientras las autoridades logran imponer las políticas diseñadas en países centrales, que aseguran buenos negocios al sector financiero y a las multinacionales, en tanto que pasarán a adjudicarles toda la responsabilidad por el fracaso cuando éste se produzca, atribuyéndoles no haber sido lo suficientemente rigurosos en los planes de ajuste y disciplinamiento social. Es una secuencia que se repite y siempre termina igual, pese a lo cual sus participantes, incluidos los medios hegemónicos, siguen escenificando como si el desenlace pudiera ser distinto cada vez"

Sólo le faltó agregar que los simuladores son esta vez LOS MISMOS que protagonizaron esta misma película en los 90 y en el 2001, aunque ahora portando globos amarillos. Lo que torna la realidad más inaceptable aún.
Sin embargo, mientras transcurre esta película de final anunciado, hay una derecha lúcida que adivina el desarrollo y se preocupa por el votante iluso de Macri y su futuro desengaño. Decía ayer Eduardo Fidanza en La Nación:
"La evaluación del nuevo gobierno y las expectativas que la acompañan se prestan, en principio, a dos lecturas. Una es amable y evidente: los argentinos en general, no sólo los que votaron a Cambiemos, simpatizan con las autoridades y les conceden un crédito para encarar los problemas del país. La otra lectura es inquietante: existe una enorme brecha entre las expectativas de bienestar y las posibilidades efectivas de alcanzarlo, a la luz de los graves problemas heredados. La economía está exhausta pero la gente, de vacaciones y escasa de información, cree que todo marchará de parabienes.
Sólo el liderazgo político del gobierno y de la oposición responsable puede achicar esta brecha. En el corto plazo, es preciso contener a los argentinos y prepararlos para días difíciles. Ése será el requisito de tiempos mejores. De lo contrario, retornará la bipolaridad de un país indolente, acostumbrado a vivir por encima de sus posibilidades"
Es decir: No hay dos lecturas. Saben perfectamente que el sector mayoritario de votantes de Macri es una clase media que mejoró su nivel de vida esta última década y que vio en Macri a un empresario que les permitiría mantenerlo sin la tensión política permanente que implicaba Cristina: con la grieta, cadenas nacionales, la demonizada Cámpora, los "vagos" de los planes sociales, etc.
El artículo de Fidanza alerta sobre lo que viene: prepararse para cuando comience el desengaño inevitable de ese sector hoy cargado de un optimismo ilusorio. ¿Y qué propone Fidanza? Lo que siempre propuso la derecha a lo largo de la historia argentina: es preciso contener a los argentinos y prepararlos para días difíciles.
¿Y qué significa contener? Lo de siempre: es el mejor eufemismo que encontró para alertar sobre la inevitable represión y limitar al mínimo la libertad de expresión. Sembrar el miedo, como siempre.
Cambiemos siempre fue eso: Contener a los argentinos. Ése será el requisito de tiempos mejores, nos dicen.
Lo de siempre: para la derecha argentina el país NUNCA cerró con toda la gente dentro.

miércoles, 13 de enero de 2016

UNA FAMILIA MUY NORMAL


La denuncia de Carrió de hoy contra el presidente de la CSJN Ricardo Lorenzetti por enriquecimiento ilícito termina de configurar un tablero de ajedrez endiablado entre Macri y sus aliados, el poder judicial, el grupo Clarín y la ley de medios, el kirchnerismo, el peronismo realmente existente y el Congreso de la Nación. ¿Se lo iba a perder Carrió?
La duda que se despejará en poco tiempo es en qué carácter actúa Carrió. Conociendo al personaje, dos hipótesis asoman como verosímiles:
1) Actúa por despecho contra Clarín y Macri por un protagonismo que no le concedieron y les marca la cancha, o
2) La más probable: actúa como sicario del grupo Clarín, de Macri o de ambos a la vez para que Lorenzetti no se confunda cuando tenga que resolver dos cuestiones que definirán en lo inmediato gran parte de la suerte de Macri: la ley de medios y el porcentaje del 15 % de coparticipación que DEBE devolverles a las provincias.
Y digo que esta hipótesis es la más probable por 3 razones:
1) No existió berrinche mediático previo de Carrió que indique un marcado despecho: no fue fiel al personaje. Se limitó a interponer la denuncia sin declaraciones. Demasiado prolijo en Carrió. Me recuerda a una escena de la genial película de Sergio Leone "El Bueno, el Malo y el Feo": está bañándose el Feo en una tina y entra a asesinarlo un sicario que, sin embargo, antes de disparar empieza a explicarle el por qué. El Feo tiene tiempo de agarrar su pistola y matar al sicario dedicándole una frase al cadáver: "Cuando vayas a disparar, dispara, no hables"
2) Lorenzetti está en una encerrona complicada para resolver el destino de la ley de medios: la Corte ya la declaró constitucional. Si la voltea ahora será pasible de juicio político en algún momento. Y Macri está teniendo la luna de miel más corta de la historia.
3) Algo similar ocurre con la devolución del 15 % de coparticipación a las provincias. Ya resolvió la Corte a favor de Córdoba, Santa Fé y San Luis. Lorenzetti sólo podría limitarse a cajonear el recurso presentado por 14 provincias argentinas si quiere favorecer a Macri. Pero Macri tendría esa gillotina pendiendo de su cabeza para el momento más inoportuno. Le viene bien que Lorenzetti también se sienta acorralado.

La pregunta del millón: ¿Cómo reaccionará Lorenzetti?
Todas las fuentes que en algún momento conocieron a Lorenzetti lo definen como una persona implacable con sus enemigos, vengativo por sobre todas las cosas. ¿Prevalecerá esa faceta histórica de la personalidad de Lorenzetti? ¿O reaccionará como burgués asustado ante el grupo Clarín?
Difícil saberlo. Y es que por esta vez, al menos, el laberinto en que se encuentra Lorenzetti no tiene salida por arriba a largo plazo. Se enfrenta al "Lado oscuro del corazón": elije entre su "Tiempo de Revancha" o "No habrá más pena ni olvido".
Mueve Lorenzetti.

miércoles, 6 de enero de 2016

RESTAURACIÓN CONSERVADORA Y TORMENTA PERFECTA


Avanza a paso redoblado una restauración conservadora que no será televisada. La tan estigmatizada "campaña del miedo" se quedó corta para describir los enormes retrocesos históricos y el loteo del estado nacional entre corporaciones, CEOs de multinacionales y arribistas varios carentes de toda sensibilidad social en que consiste este cachivache macrista.
Los vocablos hasta hace poco intocables de los partidos mayoritarios argentinos como soberanía nacional, justicia social, independencia económica y respeto por la Constitución Nacional, fueron abandonados con cierto placer por una "dirigencia" de porteños que, se adivina, los considera superfluos en el mundo de hoy.
La única política "posible" vuelve a ser el alineamiento automático con el imperio, el capital financiero, cerealeras, multinacionales de servicios y, por supuesto, el etéreo mercado. Es la cuasi religión tanática que profesan estos militantes del odio que retornan del pasado para proponernos otro demarre imaginario de una copa de champán que solo tomarán en la pampa húmeda (muy pocos) y los beneficiarios de megacanjes y curros similares.
Al resto del país le proponen una tormenta perfecta por escalas hasta marzo:
  • Devaluación del peso del 40 %
  • Fortísimo aumento de tarifas de servicios públicos
  • Aumento de combustibles
  • Aumentos de precios escalonados conforme a TODOS esos items
  • Eliminación de subsidios al transporte y consiguiente aumento de los pasajes para marzo.
  • Tarjetas de crédito que comenzarán a llegar con intereses usurarios por saldos adeudados.
  • Desfinanciación del Estado por transferencias de ingresos a grupos concentrados (principalmente Sociedad Rural).
  • Achicamiento del Estado con despidos masivos direccionados por pertenencia partidaria e ideológica.
  • Abandono de la soberanía energética.
  • Abandono de programas sociales.
  • Apertura de importaciones con pérdida de fuente de trabajos de compatriotas.
  • Previsible aumento del desempleo e inflación.
  • Gobierno a través de DNU y desprecio por la Constitución Nacional.
  • Complicidad de la mayoría del Poder Judicial y, principalmente, la CSJN.
  • Cepo informativo casi total.
Pregunta obligada: ¿cierra ese esquema? Veamos:
FORTALEZAS del gobierno:
1) Apoyo unánime de corporaciones, bancos y multinacionales.
2) Medios de Comunicación totalmente funcionales y, algunos, copartícipes del gobierno como el grupo Clarín.
3) Poder Judicial encolumnado.
4) Disciplina de la chequera (el PRO se quedó con todos los Bancos: Central, Nación, Ciudad y Provincia de Buenos Aires) resulta convincente para la clase dirigente con responsabilidades de gestión que, lógicamente, aspira a sobrevivir.
5) Los principales dirigentes sindicales hoy lucen conformes con la Superintendencia de Salud, otros cargos menores, fondos para la AFA, sus clubes, etc.

DEBILIDADES del Gobierno:
1) Ausencia de estructura partidaria de apoyo.
2) Nulo manejo de la calle.
3) Escasos cuadros políticos con experiencia de gestión.
4) Excesiva dependencia del formateo diario de la opinión pública a través de los medios de comunicación.
5) Sustrato ideológico de neto corte reaccionario que impide pensar y articular medidas populares.
6) Incapacidad absoluta para gestionar y solucionar crisis: inundaciones, fuga de presos, etc. Dependencia total del cepo informativo y creación de demonios K para atribuir culpas.

ANÁLISIS DE DEBILIDADES Y FORTALEZAS:

Las 3 primeras FORTALEZAS del macrismo lucen sólidas: apoyo de corporaciones, medios de comunicación y poder judicial. Ello por algo muy sencillo: hoy son parte o socios en el gobierno. Ese esquema permanecerá inmutable. En cuanto al disciplinamiento ejercido por la chequera sobre dirigentes políticos opositores y sindicales, ello durará mientras la opinión pública siga siendo favorablemente domesticada por el conglomerado mediático.
Por tanto, cae de  maduro que debemos actuar sobre la principal DEBILIDAD del macrismo: el volátil apoyo de la opinión pública que fluctuará exclusivamente en función de como se vea afectado su poder adquisitivo y sus empleos. Es decir: la clase media no se conmoverá por los DNU inconstitucionales de Macri, megacanjes que comprometen las generaciones futuras, ni por despidos por motivos ideológicos. Sólo el bolsillo impactará sobre sus opiniones. Lo que ocurrirá más temprano que tarde por las medidas económicas dispuestas. Y será justo ese momento en que la chequera perderá su poder de seducción. Nunca antes.

¿Ello significa que debemos sentarnos a esperar? De ninguna manera. En política los espacios que no se ocupan siempre terminan siendo ocupados por otros. El problema, sin embargo, es que hoy sólo se vislumbran estrategias aisladas y erráticas. La principal fortaleza y, al mismo tiempo, debilidad del kirchnerismo es que cuenta con un núcleo duro transversal del 20 a 25 % de la sociedad pero le cuesta la articulación con el resto del peronismo por las características del liderazgo de Cristina y sus referentes camporistas. Es decir: en las provincias hay mucho peronismo que no se banca a Macri ni los radicales en el poder pero tampoco aceptará órdenes de camporistas en el llano ni se someterá a los caprichos de Cristina.
Pasando en limpio: hoy el peronismo necesita de un líder articulador (ojalá Cristina esté dispuesta a asumir ese rol) y tiempista que junte sus partes y retazos para cuando mute la opinión pública. Los berrinches en parques y plazas sirven como catalizadores de la bronca genuina de militantes y como expresiones valiosas y legítimas de minorías intensas que seguramente parte de la sociedad comparte pero no bastan para articular al peronismo realmente existente.
¿Se entiende no?